“La tecnología sigue sin representar fielmente lo que nosotres deseamos”

En el Día Internacional de la Visibilidad Trans, Josefina Lucía, integrante del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación responde ¿es posible una tecnología trans y disidente?

Córdoba 31/03/2022 Lucia Ceresole Lucia Ceresole
josefina lucia
Es Desarrolladora Full Stack, docente e integra el Programa de Género del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

El 31 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Visibilidad Trans para generar conciencia y reflexionar sobre las condiciones de vida de las personas travesti-trans, en un escenario marcado por crímenes de odio, violencia mediática y travesticidios.

Josefina Lucia es Desarrolladora Full Stack, docente e integra el Programa de Género del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación. Además, fue cofundadora de la Cooperativa Alternativa Laboral Trans, la primera cooperativa de tecnología argentina conformada íntegramente por personas trans y no binaries.

En diálogo con La Nueva Mañana, Lucía abordó la situación actual del colectivo, la inclusión laboral trans y la posibilidad de pensar una tecnología disidente. Es una de las invitadas al conversatorio virtual “Diálogos urgentes: feminismo, ciencia y tecnología” organizado por Mujeres en Tecnología.

¿Cómo fue tu experiencia como co-fundadora de la cooperativa? ¿En qué contexto surgió?

La idea de la cooperativa fue poder incluir personas trans a empleo de calidad entendiendo que la tecnología es un sector estratégico que está en demanda creciente de puestos de personal calificado. Además, encontrando una posibilidad para una población que históricamente no ha tenido acceso a la educación formal, en muchos casos al secundario y ni hablar de carreras universitarias.

La posibilidad de tener un empleo de calidad en el sector tecnológico sin necesidad de tener un título universitario representa una ventaja por sobre los otros sectores, decidimos meternos en ese rubro para también poner un poco en disputa el poder que viene de la mano de ser uno de los sectores que más produce hoy en día, que más produce cultura hoy en día.

El sector tecnológico está liderado por masculinidades Cis. ¿Crees que este ámbito es un espacio fértil para lograr una inclusión laboral trans? ¿Crees que puede darse esa disputa?

En realidad, no es un terreno fértil necesariamente, pero hay que hacerlo fértil, mas allá de que es un lugar que muchas veces en puestos laborales nos puede resultar violento, de cualquier manera, es un lugar que tenemos que conquistar, que tenemos que apropiarnos. Principalmente, por lo que significa a nivel social el sector de producción tecnológica, hoy la tecnología está en todo. Necesitamos hacer fértil ese sector para nuestras identidades.

El trayecto de la cooperativa comenzó con capacitaciones, muchas de ellas agotadas, y con una participación de personas trans, travestis y no binaries. ¿Cómo fueron articulando estos talleres? ¿Lo pensaron desde una construcción colectiva del conocimiento?

El patriarcado opera en todos los ámbitos, también en el educativo, entonces el acceso a la información, el acceso a la educación también tiene que estar deconstruido y también tiene que tener una interpelación desde la perspectiva de género. Es ahí donde nos damos cuenta que hay una comunidad educativa que podemos construir desde el amor a nuestras identidades y hay una población que está esperando la posibilidad de formarse en un ambiente que le sea amable y que no esté todo el tiempo perpetuando estereotipos violentos.

A través de los cursos, encontramos una mayoría de mujeres y disidencias en nuestra población, que es lo contrario a lo que pasa en el resto de las carreras. La cantidad de personas que trabajan en tecnología, más del 80% son masculinidades cis. Entonces, te das cuenta que hay una población esperando y ansiosa de poder formarse e insertarse en el sector laboral, pero necesita de un ambiente que no le sea hostil. Hay que proveer ese espacio áulico para formar esas identidades libres de violencias, estamos fomentando que se revierta un poco esa situación de hegemonía, de predominio de una única identidad.

Si pensamos desde la tecnología social, de una apuesta por transformar la realidad que vivimos, ¿existe una tecnología disidente, una tecnología trans? ¿O somos disidentes, trans haciendo tecnología? 

Ambas cosas. Pienso que quizás del todo no existe, pero hay que construirla, hay que crearla. La posición hoy en día de las empresas es contratar personal que amplíe la diversidad que tienen en sus filas de empleados. Lo que hacen es contratar personal de diversas minorías. Esto está bien en la medida que nos permite a las minorías acceder a puestos de trabajo, pero nos deja relegades a la posición de atender los objetivos de esa empresa, que siguen siendo los mismos objetivos capitalistas de siempre. Es decir, hacen un producto con manos trans, pero siguen teniendo el mismo objetivo y atendiendo a la misma problemática originada por sus mentes pakis.

Y esa tecnología sigue sin representarnos fielmente a lo que nosotres deseamos. Entonces el paso siguiente, una vez que nosotres tenemos ese capital del conocimiento para poder hacer nuestras propias creaciones tecnológicas, es empezar a juntarnos y crear nuestros propios dispositivos, algoritmos y programas como para poder escuchar nuestras necesidades y responderlas con tecnología que parta de nuestra comunidad. Porque si no siempre estamos siendo intervenides, interpelades por identidades que no nos conocen y no nos representan y van a hacer un producto que no sea el que nosotres queremos.

Entonces ahí la soberanía tecnológica de una comunidad se vuelve necesaria para que vos puedas escuchar tus propias demandas y a partir de esa escucha realizar soluciones que vengan a satisfacernos.

Entonces, ¿hay que empezar a pensar espacios propios dentro del sector?

El objetivo tiene que ser no solo formar parte de la creación de aplicaciones sino tener también un espacio donde sea íntegramente creado un dispositivo dentro de nuestra comunidad. Si no siempre nuestra inclusión se da de forma aditiva a un equipo y se diluye nuestro aporte, está puesto a cuentagotas en esa conjunción de voluntades de distintas comunidades, de distintas identidades. Lo cual no está mal, pero al mismo tiempo hay un montón de otras aplicaciones que están pensadas con una única mirada cis, hegemónica y heterosexual y necesitamos las nuestras, con nuestras miradas trans, que vengan a solucionar las necesidades trans. No está mal lo que está pasando con la inclusión de nuestras identidades de esa forma, pero si necesitamos generar nuestros propios espacios.

Conversatorio “Diálogos urgentes: feminismo, ciencia y tecnología”

Este jueves 31 de marzo, desde Mujeres en Tecnología (MeT), convocan a un conversatorio virtual para hablar sobre desafíos en el ecosistema tech.

Participarán Sol Ferreyra, (más conocida como Sol Despeinada), médica y docente de medicina de la UBA; Sofia Scaserra, investigadora asociada en el Transnational Institute (TNI), especializada en economía digital, empleo y desarrollo y Josefina Lucía.

Están invitadas todas las mujeres, lesbianas, bisexuales, trans y personas no binaries interesadas en trabajar por un cambio en el sector científico-tecnológico. Deben inscribirse en este link.

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