Elecciones presidenciales en Chile: un futuro a cara o cruz

A tono de los tiempos que corren en el país trasandino, se acerca la elección definitiva con dos candidatos que representan posiciones extremadamente opuestas.

Ed Impresa10/12/2021 Flavio Colazo
Elecc Chile 2021 - José Antonio Kast - Gabriel Boric
José Antonio Kast.; Gabriel Boric.

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Especial para La Nueva Mañana

Los resultados de la reciente primera vuelta de las elecciones presidenciales en Chile catapultaron a dos candidatos diametralmente opuestos respecto a sus plataformas de gobierno: el ultraderechista José Antonio Kast (Partido Republicano) y el socialista Gabriel Boric (Apruebo Dignidad). Dos opiniones de relieve -Sebastián Cortez Oviedo y Marco Enríquez Ominami-, en diálogo con La Nueva Mañana, analizan  las temáticas más trascendentes -para Chile, Argentina y la Región- respecto a los resultados de la primera vuelta, y las perspectivas en cuanto a los posibles resultados de las elecciones definitivas del 19 de diciembre. 

Elecciones

 “La voluntad integracionista de Chile es de muy baja intensidad”

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Sebastián Cortez Oviedo 

Sebastián Cortez Oviedo es investigador permanente del Núcleo IA+SIC (ICEI) en la Universidad de Chile, y doctor en Arquitectura por la Universidad Nacional de Córdoba.

¿Cómo analiza esta segunda vuelta eleccionaria totalmente polarizada en Chile? 

- La sociedad chilena se enfrentó a un proceso de interpelación política desde el estallido. Por décadas, el statu quo no fue problematizado, o si se produjo, lo hizo en hechos aislados y luchas particulares (por ejemplo, las estudiantiles de 2006 y 2011). Casualmente, es esa misma generación (pingüina) la que hoy disputa la presidencia de Chile en la figura de Gabriel Boric. Desde el pacto del 15 de noviembre de 2019 hasta la elección constituyente de mayo, se abrió un proceso de nuevas representaciones políticas; de manera paralela, el colapso de los partidos tradicionales. Hoy nos encontramos con un nuevo escenario político, con fuerzas tectónicas de base en ambos extremos ideológicos, que buscan convertirse en la nueva hegemonía. Esto para mí es relevante. 

¿Cuáles rumbos posibles avizora para Chile –tanto internamente como para con su vínculo con la Región- según sea electo uno u otro de los candidatos –Kast o Boric-? 

- La elección y la toma del poder público va a generar un reacomodo político, una institucionalización de “los emergentes”. Considero que esto es un gran desafío para las fuerzas políticas de Apruebo Dignidad: el no convertirse en lo mismo que existía previo a 2019. A nivel estatal y parlamentario ambas cámaras se compondrán con equilibrio de fuerzas, por lo que cualquier programa de gobierno necesitará de consensos. A nivel internacional, considero existen dos lecturas: la externa y la interna a Chile. En la externa, contar con un gobierno progresista será visto como una oportunidad de consolidar un bloque regional, aunque tengo mis dudas. Internamente, la voluntad integracionista de Chile es de muy baja intensidad. En ambos candidatos la agenda regional fue casi nula. Con Kast, no habrá sorpresas ni novedades: alineación total con USA; él tiene más claro su rol geopolítico, y con Argentina no proyectará una relación positiva con Fernández, todo lo contrario. En cuanto a Boric, quiero creer que tendrá una visión más sudamericana y continentalista, pero nada de esto ha sido expresado en campaña. 

¿Cómo analiza las repercusiones que tuvieron hacia el interior de Chile las declaraciones de Rafael Bielsa advirtiendo sobre un triunfo de Kast? 

- Fue usado por cierta usina comunicacional para traer al proceso eleccionario el imaginario construido en Chile sobre Argentina: “del país desarrollado a pobre, fruto del populismo”. En sucesivas entrevistas de Kast, y en algunos spots de campaña, se tomó Argentina como el “destino maldito” de Chile si Boric ganase la presidencia; y los dichos del embajador vinieron justo para reforzar esta estrategia. Me parece adecuado resaltar qué, más allá de las palabras del embajador -a título personal-, Argentina es el único país de la Región que apoya la candidatura de Boric. También es cierto, por este episodio, preguntarnos hasta qué punto los Estados están obligados a guardar silencio para no ser considerado una intromisión externa; en un contexto geopolítico enrarecido.

¿Hay algo que considere que le haya llamado particularmente la atención en estas elecciones?

-Sí, y mucho. En el proceso de la primera vuelta se dio el fenómeno electivo de Franco Parisi, un candidato ausente que quedó en  tercer lugar con 13% -y casi un millón de votos-. Considero lo más relevante para mí, al pensar la representatividad política que viene producto del orden digital. Digo esto, porque su campaña ha sido singular. En primer lugar, un candidato que jamás pisó Chile durante la campaña, su “presencialidad” se ejerció a partir de las pantallas desde Estados Unidos. Es el ejemplo concreto de la mediatización política. Del rol de lo digital, las plataformas y redes sociales; de los posteos, webinarios, tendencias y algoritmos; y que justamente logra captar un electorado joven y descreído de las estructuras del siglo XX. Esto me parece interesante. Me recuerda al capítulo de Black Mirror “El momento de Waldo”: la mascota digital de un programa de TV que termina siendo el avatar (y el presidente) de los poderes fácticos. Digo esto con relación a cómo se piensa la democracia 4.0 y sus representantes, ciudadanos y debates. Si algo deja de emergente esta elección en Chile, es este punto: la legitimación del rol de lo digital como territorio y oportunidad política. Algo de lo que vengo investigando hace varios años. Un millón de chilenos votaron por un candidato que no conocen, que nunca vieron en persona, que nunca fue por su calle o pueblo, que no necesita del carisma en los espacios públicos colmados, y que les habla por pantallas desproblematizando cualquier debate; sin dudas, un gran llamado de atención para nuestras democracias.  

“En la segunda vuelta se confirmarán el hambre de justicia social, o el de restauración del antiguo orden”

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Marco Enríquez Ominami

Fundador del Grupo de Puebla, Marco Enríquez Ominami fue diputado nacional y dos veces candidato presidencial en Chile.

¿Cómo  ve en perspectiva la evolución de la sociedad chilena, que salió a manifestarse durante varios días en 2019, en vista de los resultados de la primera vuelta electoral?

- En aquella manifestación popular “la rabia” marchó por un rechazo total a las AFP (fondos de pensiones privados). No necesariamente debe ser vista como una marcha de izquierda, fue una marcha de enojo contra un abuso de un sistema que financia a unos pocos y humilla a muchos. Eso fue la protesta social que derivó en una nueva constitución y en un proceso constituyente; el resultado de la primera vuelta electoral es contradictorio con aquella motivación, pues le da la primera mayoría a alguien de extrema derecha. Veremos en la segunda vuelta si se confirma el hambre de justicia social o de restauración del antiguo orden.

¿Tiene posición tomada respecto a su voto en esta segunda vuelta?

- Yo votaría por Boric sin la más mínima duda, porque Kast representa la desesperanza total y un retroceso trágico hacia modos, formas y comportamientos feudales. Boric garantiza la esperanza de alejar a Chile cada vez más de un pasado –cargado de feudalismo- que debe quedar atrás definitivamente. De eso se trata, y es lo que se juega en esta segunda vuelta.

En un reciente estudio publicado por Pulso Ciudadano más del 40% de la ciudadanía chilena encuestada –más allá de los altos porcentajes de pobreza, inconformismo, desatención sanitaria, etc.-  manifiesta estar feliz.  ¿A qué le atribuye usted esta sensación de felicidad manifestada por ese gran porcentaje de la población?

- Creo que se debe a que la sociedad chilena está en un momento de expectación  debido  a la esperanza de un inminente cambio de reglas, y de lograr un Chile más justo, a través de la constituyente; además Chile está atravesando un nivel de liquidez económica muy alto debido al retiro que hicieron los ciudadanos de sus fondos de pensiones, pero esto tiene un carácter transitorio, porque los retiros de esos fondos no serán permanentes. Los chilenos hemos retirado de las AFP casi 50 mil millones de dólares de esos fondos de pensiones, mucho dinero; Piñera inyecto 18 mil millones, o sea que la ciudadanía inyectó más del doble que el estado con el retiro de sus fondos previsionales.

¿Cuál es su perspectiva acerca de la conflictividad que sostiene el Estado chileno con sus pueblos originarios, generalizados mediáticamente como “mapuches”?

- El desafío con los pueblos originarios en Chile pasa por la recuperación de sus derechos, y es superar el Estado patriarcal -un Estado totalmente vertical, para nada horizontal- formando un Estado plurinacional, pluricultural y plurilingüístico; estos logros se pretenden alcanzar mediante la constituyente. Hoy toda respuesta jurídica penal es insuficiente; puede resolver alguna situación  por un momento, pero hay que lograr trocar la pretensión de dar respuestas penales al conflicto mediante el alcance de medidas constitucionales.

Kast recientemente ha dicho que Argentina ocupa territorios chilenos  que él está dispuesto a recuperar sin recurrir a las vías diplomáticas. ¿Qué opina de estas expresiones?  ¿Cómo analiza el revuelo que armó Piñera por las advertencias de del embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa, advirtiendo lo peligroso que resultaría – para Argentina-  Kast como presidente?

- Lo que ha dicho Kast es totalmente insostenible, completamente inconsistente; deben ser palabras surgidas por el calor eleccionario… o por los calores veraniegos que le han calentado de más la cabeza. Rafael Bielsa es el mejor embajador que ha tenido Chile en muchos años, en nuestra historia nunca hemos tenido un embajador tan sólido, tan preparado, tan lúcido… y sus expresiones son exactas, remiten a hechos plenamente constatables.

¿El grupo de Puebla ha tomado posición respecto a la segunda vuelta en Chile?

- Sí; el Grupo acaba de publicar una declaración en la cual manifiesta su posición acerca de esta segunda vuelta electoral en Chile donde expresa que Kast representa valores que el Grupo de Puebla no promueve ni comparte. En mi caso, como líder público chileno, he dicho que voy a votar por Boric sin un asomo de duda, con total convicción. 

¿Cómo vio el tratamiento parlamentario para intentar destituir a Piñera por estar acusado de corrupción?  

-La posible destitución del presidente tenía todo el sentido y todos los fundamentos del mundo. La denuncia por corrupción era elocuente… y la más grave que haya alcanzado a cualquier presidente de Chile; pues bien, se perdió esa oportunidad… Ahora resta esperar que termine la cuenta regresiva para conocer el resultado de la segunda vuelta y que Chile vuelva a tener un presidente decente. 

 

 

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