Julián Álvarez y Atalaya, historia de un descubrimiento

Piero Foglia, coordinador del club de la Liga Cordobesa que formó al ahora delantero de River y la Selección, contó sus virtudes y detalles de su formación para ser el jugador de elite de hoy.

Ed Impresa 22/10/2021 Federico Jelic Federico Jelic
Alvarez-Foglia

chapa_ed_impresa_01  

 

Es el jugador del momento, tendencia en redes sociales y también prioridad a la hora de informar sobre el River puntero. 

Y, encima, es cordobés.

Y como no tiene tanto perfil mediático, poco se sabe de sus orígenes en el fútbol y su formación deportiva.
En la búsqueda de conocer más datos sobre el delantero Julián Álvarez (21 años), oriundo de la localidad de Calchín, hay que remontarse a sus inicios en Atalaya y en combinados juveniles para conocer más de su impronta, esa que lo llevó a clavar dos goles en el Superclásico ante Boca Juniors, a meter “Hattrick” ante San Lorenzo y a disputar dos finales de Copa Libertadores a pesar de su temprana edad.

En eso tuvo mucho que ver el sabiondo entrenador del “Millonario”, Marcelo Gallardo. No obstante, es imposible relativizar el aporte que tuvo en su proceso de formación su descubridor, Piero Foglia, quien lo llevó a River con 15 años y hoy es un diamante pulido, con convocatorias en la Selección argentina, campeón de la Copa América y con posible participación mundialista en Qatar 2022. 

“No me sorprende este momento porque lo conozco de chico, desde los 11 años. A esas condiciones ya las demostraba, sin ver todo de lo que era capaz. En momento de su crecimiento mostraba esa capacidad, era cuestión de verlo también haciendo lo mismo siendo profesional y hoy lo disfrutamos con esta espectacular realidad. Lo consiguió a puro esfuerzo”, contó Foglia, hoy cara visible en Atalaya. 

Toda esta historia nació gracias a un árbitro amigo que comentó que había dirigido a un niño con muchas condiciones en Calchín, clase 2000, entonces no hubo más remedio que invitarlo a una prueba de juveniles. Allí le detectaron condiciones y por eso hoy está en la Primera de River. 

En diálogo con La Nueva Mañana Foglia destacó sobre el “Arañita” que “lo mejor es que incorporó más conceptos a su formación. Perfeccionó lo táctico, porque ya con sus condiciones técnicas naturales le alcanzaba para sobresalir del resto en las inferiores. Ahora en River lo vemos con otros movimientos y eso le permitieron un salto de calidad especial”.

Goleador
Atalaya conserva un 15 por ciento de los derechos económicos de Julián Álvarez, cuya cláusula de rescisión de contrato es de 25 millones de euros. Milan mostró interés al igual Ajax y varios equipos de España.

- ¿De chico fue buscado por otros clubes? 

- Sí, de varios, pero su principal dilema era el desarraigo. Por suerte siempre fue paciente. Cuando se decidió, llegó a River a los 15 años y no paró de crecer. 

Se bancó todas las circunstancias: jugar, no jugar, tener continuidad, no ser buscado, etc. Él supo mentalmente esperar su momento, en eso es muy equilibrado. No se conformó con jugar la final de la Libertadores, al contrario, después de Madrid volvió a la Tercera categoría y tuvo que repuntar. Y logró volver a ser tenido en cuenta, sobre todo empezando a jugar en varias posiciones. 

- ¿Tuvo un derrotero por varios clubes? 

- Sí, incluso en Real Madrid. Ramón Martínez, el director deportivo, es amigo y me comentó que me esperaba si llevaba algún jugador de temprana edad con talento y que no tenga ficha en ningún club para algunas pruebas. Lo llevé a jugar algunos torneos, como también por River y Boca. Siempre se destacó. No se dio en ese momento. Tenía la medida alta en comparación a otros jugadores, solo era cuestión de animarse, de convencerse de su parte de que podría ser profesional. Y lo logró. 

-En tu opinión, ¿es delantero o volante ofensivo? 

- Delantero. Sin un lugar fijo. Tiene gol fácil que es justamente lo difícil de encontrar en el mercado. Incorporó más movimientos, aprendió a ser más jugador de equipo porque antes era un jugador más individual, y se convirtió entonces en un delantero fuerte. 

-Igual en River tuvo algunos partidos como volante, como extremo… 

-Sí. Pero cerca del área es donde saca más provecho. Tiene buen remate, buena definición, si se aleja del arco con esas condiciones no siempre va a llegar con claridad al gol. No va a tener el mismo nivel que en su posición de ataque. Demostró que es versátil, que puede destacarse por su velocidad, capacidad, habilidad, inteligencia y buenas decisiones. Por eso también rinde en otras posiciones. 

- ¿Cómo se dio su salto? 

- Se quería quedar en Calchín con su familia. Era chico. Entonces le conté del proyecto de Atalaya y le gustó. Extrañaba mucho. Fue compañero de Rodrigo Montes, hoy en Boca y también de Ramos Mingo, de Barcelona. Fue una gran camada, orgullo de Atalaya como otros. Daba la sensación que cuando se decidiera, iba a marcar diferencia. 

- ¿En qué lo ayudó Gallardo? 

- Fue fundamental en su carrera, quizás porque él también fue formado en las inferiores de River. De jugar la final pasó a estar menos en consideración, lo fue llevando de a poco y nunca le perdió confianza. Competía con muchos hombres de renombre y lo mismo se adaptó. A su manera. Lo sabe leer, le entendió los momentos, lo bancó y ahora lo utiliza en muchos roles. Le encontró su tiempo de maduración. Gallardo fue vital en su carrera.

- ¿Te parece que tiene destino de mundialista? 

- Creo que tiene proyección para estar en Qatar. Hay mucha competencia en su puesto, pero tiene condiciones. Mostró un crecimiento que me hace creer que debe estar en la Selección, como sea. Tiene visión, temperamento, buen pegada y fue explotando la pegada tanto en movimiento como en jugada detenida. Sabe actuar, adquirió presión a la hora de recuperar la pelota, no tengo dudas de que puede estar en cualquiera de las cuatro ligas más importantes de Europa. 

Foglia
Piero Foglia

- ¿Cómo es la personalidad de Julián? 

- No le gusta mucho hablar, es de perfil bajo por eso sale poco en los medios y tiene los pies en la tierra, al igual que su familia. Eso colabora mucho. Sabe lo que tiene que hacer. No se sale del foco, tuvo ese deseo de ser jugador de élite y lo logró con estos principios. No es callado, pero tampoco se muere por que le hagan entrevistas. Es muy respetuoso.  

- ¿Es de contestar mensajes o se demora? 

- A decir verdad, no le mando muchos WhatsApp porque respeto sus tiempos. No le escribo todos los días, sino cuando hay que apoyarlo o arengarlo, en algo que se pueda aportar. No le insisto. Le pido que no se conforme, le mando mi respaldo, pero respetando los tiempos del futbolista. Es joven y su teléfono debe estallar de saludos después de cada partido. No me gusta invadir su privacidad. 

- ¿Podés hablar seguido con él? 

- Cuando es necesario, con algún consejo sobre todo. Es que el fútbol tiene buenos y malos momentos, y debe estar preparado para todos los escenarios. El fútbol es pasional: metió dos goles a Boca, tres a San Lorenzo y ahora el hincha le va a pedir que meta cuatro el próximo partido. Así de exitistas somos. Y no siempre va a tener la vara tan alta ni la misma efectividad. No es sencillo mantener ese nivel tan elevado. Hay altibajos. Lo bueno es que Gallardo a eso lo sabe bien. 


Atalaya, un proyecto con alto alcance

Julio Buffarini, Lucas Zelarayan y ahora Julián Álvarez son algunos de los casos donde Atalaya pudo ubicar juveniles en el fútbol de elite. Iván Pomba forma parte de las filas de Villarreal de España, Panichelli en la Reserva de River y hay más: Juan Pablo Cabañas (Boca), Martiniano Sueldo, Morales, Elías Torres (Aldosivi), Tomás Flores (Italia), Franco Vezzoni (ex Inter), Alexis Barraza (Vélez). ¿Qué tiene Atalaya para introducir valores en todos los mercados siendo un equipo humilde de la Liga Cordobesa de Fútbol? Piero Foglia lo explica: “Es cuestión de contactos. Al ser un club amateur no podemos vender de manera directa, por eso realizamos convenios a futuro con clubes, con algún rédito y porcentajes de posibles ventas. De esa forma defendemos los derechos de formación, por suerte hemos tenido visión y fuimos certeros con los proyectos”.

Además, resaltó: “Los juveniles saben que cuando se incorporan a Atalaya es para buscar un espacio de crecimiento, de formación. Llevamos más de diez años ubicando jugadores en otras ligas, siempre quise que Atalaya sea como Renato Cesarini de Rosario. Es decir un club como centro de formación. Me acompaña gente especializada en este proyecto que empezó siendo un desafío y hoy es todo más palpable”.
Por otra parte, sostuvo en la charla con La Nueva Mañana: “Acá se dan las posibilidades a todos, fortalecemos sus condiciones y hacemos los pasos correctos para que el factor suerte sea el menos clave. Tenemos muchas alternativas de clubes para ir a probar jugadores y desde ese lugar los vamos convenciendo. A las cualidades naturales hay que agregarles la parte táctica y si la familia acompaña, es más fácil dar el paso para ser profesionales”. 
Foglia trabajó desde 2004 a 2008 en Talleres como coordinador de divisiones inferiores en tiempos del gerenciamiento de Carlos Granero y también fue sondeado por Instituto, aunque siempre encontró más tranquilidad para trabajar en Atalaya.
“Los clubes profesionales son otra vidriera y tienen más presiones en el resultado que en la formación. Apuntamos a ser formadores, donde el resultado deportivo puede esperar mientras se van perfeccionando detalles de juego, sobre todo en lo físico, lo táctico y en lo mental. Los clubes tienen otros momentos para actuar y por eso algunos jugadores con talento quedan en el camino”, explicó.

LNM - Edición Impresa

Seguí el desarrollo de esta noticia y otras más 
en la edición impresa de La Nueva Mañana
 
Todos los viernes en tu kiosco ]


Últimas noticias
Lo más visto