“No se concibe una esfera militar independiente de consideraciones políticas”

El ex jefe del Ejército, Martín Balza, en diálogo con La Nueva Mañana, reflexiona sobre la importancia estratégica del Ministerio de Defensa para beneficio de la Nación.

Ed Impresa 20/08/2021 Flavio Colazo
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"El incierto mundo actual está colmado de conflictos, unos visibles y otros latentes".

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Especial para La Nueva Mañana

ENTREVISTA A MARTÍN BALZA 

¿Cómo favoreció la vinculación entre las FF.AA. y las administraciones presidenciales a partir de la puesta en funcionamiento del Ministerio de Defensa en 1958?

- Su creación, en 1949, fue un gran acierto de Perón, quien era un gran estudioso de la Historia Militar y conocía la sentencia de Clausewitz : “La subordinación del punto de vista político al militar no sería razonable, porque la política ha creado la guerra (el conflicto); la política es la facultad inteligente, la guerra solo el instrumento y no al revés. La subordinación del punto de vista militar al político es, por lo tanto, lo único posible”. Este tipo de vinculación le otorga un amplio alcance al control político, se parte de la  perspectiva  que es la política, no solo la generadora  del conflicto, sino la que lo condiciona. No se concibe una esfera militar independiente de consideraciones políticas. Perón, un militar con indudable visión política,  acertadamente conocía que la participación de militares en política socava la esencia de la profesión; por ello imponía un control civil objetivo, pero con autonomía. 

¿Hace cuánto tiempo que las FF.AA. operan, ininterrumpidamente, con ministros de defensa civiles?

- Desde el advenimiento de la democracia en 1983 hasta el 10 de agosto del corriente año tuvimos 22 ministros de Defensa, todos civiles. En virtud de esto no entiendo por qué algunas voces del área aseguraron años atrás que “nefastos resultados hubo por haber permitido, por décadas, que la conducción de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) hubiera quedado en manos militares”. 

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¿A todas las gestiones las evalúa positivamente?

- Coincido en que con algunas gestiones hubo “nefastos resultados”, pero no atribuibles a manos militares, sino cuando los civiles que ocuparon esa cartera desconocían la máxima -presente en Ética militar de Davenport  M. y Stockdale J.- la cual sentencia que: “La profesión militar carece de la máxima dignidad y jerarquía cuando las decisiones militares se basan en consideraciones puramente políticas e ideológicas”. La falta de atención a dicha máxima ha influido negativamente en la elaboración de planes, directivas, vinculaciones con ejércitos de otros países, adiestramiento, planes de estudio, designaciones en cargos operativos, ascensos y retiros.

¿Cuál es la magnitud estratégica del Ministerio de Defensa? 

¡- La importancia estratégica del Ministerio de Defensa es prioritaria para la gobernabilidad en nuestra Nación. Existen Fuerzas Armadas porque existe el Estado, y este tiene objetivos estratégicos esenciales a proteger, entre otros: una Patagonia vacía y un litoral marítimo de más de 6 mil km de costas -joyas de materias primas- totalmente desprotegidas; también el acuífero Guaraní, tercer reservorio mundial de agua dulce. Ya el Preámbulo de la Constitución Nacional puntualiza: “Proveer a la defensa común”; y   la Ley 23554 establece: “La defensa nacional es la integración y la acción coordinada de todas las fuerzas de la Nación para la solución de aquellos conflictos que requieran el empleo de las Fuerzas Armadas, en forma disuasiva o efectivo, para enfrentar las agresiones de origen externo”. La soberanía es la esencia de la convivencia social. Ningún organismo internacional puede garantizar, de manera confiable, la integridad territorial y la capacidad de autodeterminación de nuestro país.

¿Qué piensa respecto de las idas y vueltas, que desde  2006 modificaron por decreto la Ley de defensa?

- El Poder Ejecutivo Nacional (PEN)  en 2006 modificó la Ley de Defensa agregando a continuación de “agresiones de origen externos”: perpetradas por fuerzas armadas pertenecientes a otro/s Estados/s.  En 2018 anuló lo expresado volviendo al texto original de la Ley. Y por Decreto en 2020 volvió la vigencia del  de 2006. En mi opinión, aprecio que ningún Decreto del PEN puede modificar una ley -eso es inconstitucional- pues vulnera la Pirámide de Hans Kelsen, la voluntad del legislador y el espíritu de la norma. También considero que con ello nos limitamos en el empleo de la legítima defensa. Una peligrosa decisión.

¿Está en el debate político la existencia de FF.AA. argentinas?

- En momentos de la renuncia del ministro de Defensa Agustín Rossi trascendió que algunos funcionarios se habrían preguntado “si el Ministerio de Defensa y las FF.AA. son actualmente necesarios si no existe ninguna posibilidad de conflicto armado”. Ante tan infantil reflexión me permito, respetuosamente, invitarlos a recordar ciertos aspectos ineludibles a la hora de semejante análisis -y una posible sentencia desacertada- :

  • El incierto mundo actual está colmado de conflictos, unos visibles y otros latentes.
  • El conflicto, fenómeno constitutivo ineludible e inseparable de las relaciones humanas y de los pueblos, Se caracteriza por su policausalidad, permanencia, identidad propia y dificultad para vaticinar consecuencias. No constituye una hipótesis de guerra, sino un supuesto teórico de planeamiento para una correcta apreciación de Estrategia Nacional y Estrategia Militar, que contribuirá a determinar el dimensionamiento y capacidad de nuestro Instrumento militar. Ello ha sido ignorado por más de 60 años por la dirigencia política. Solo es rescatable el esfuerzo unilateral realizado por las FF.AA.. Actualmente carecemos de un Sistema Integral de Defensa.
  • El desarme unilateral en el mundo actual es miope y peligroso. Quizás algunos estén influenciados por los 20 países que no tienen fuerzas armadas, entre ellos: Ciudad del Vaticano, Andorra, Haití, Panamá, Samoa, Barbados, Costa Rica e Islandia.
  • El estado actual de desprotección e indefensión es evidente y su recuperación realista y gradual, hasta alcanzar el nivel operativo y logístico de fines del siglo pasado, demandará no menos de 4 o 5 mandatos presidenciales.
  • Creo que algunos desconocen que los miembros actuales de las FF.AA. egresaron de los Institutos Militares en plena democracia, y que a pesar de la desatención que por décadas soportaron respetan en forma irreprochable la esencia republicana. A costa de sacrificios, espíritu de cuerpo, y entusiasmo profesional han evitado su desprofesionalización.
  • Pareciera que se ha olvidado que una diplomacia sin respaldo de fuerzas disuasivas, es como interpretar a Mozart con una murga de carnaval, y esperar que suene como una filarmónica. No se puede negociar si se ha renunciado a ser fuerte.

¿Percibió cambios trascendentes en la vinculación de las FF.AA. merced a las suplantaciones de los ministros de Defensa? ¿Puede expresarse sobre ejemplos puntuales al respecto? 

- Cambios trascendentes no hubo, pero sí algunos rescatables, entre ellos durante la gestión del presidente Carlos Menem y el ministro Humberto Romero tuvo lugar el último alzamiento -el 3 de diciembre de 1990- (7 focos insurrectos sofocados en menos de 16 horas). Dicho sofocamiento significó la subordinación definitiva de las FF.AA. al orden Constitucional.  Menem y Romero no influyeron. Por lo contrario, se respaldó desde el inicio, y sin interferencia alguna, las decisiones de los altos mandos del Ejército. Posteriormente, entre 1992 y 1996, el Ejército y la Fuerza Aérea concretaron, durante la gestión del ministro de turno (Oscar Camilión), el más significativo  equipamiento desde el advenimiento de la democracia hasta el presente. También, por impulso de las fuerzas, se logró la más importante presencia en misiones de Mantenimiento de la Paz en el mundo, en el marco de las Naciones Unidas (más de 12 mil. hombres). Por otra parte, Camilión y Horacio Jaunarena fueron los únicos ministros de Defensa que se pronunciaron en forma pública y positiva sobre el Mensaje Institucional del Ejército del 25 de abril de 1995, conocido mediáticamente como “autocrítica”. Otro momento a destacar es el actual. En 2020/21, durante la gestión del actual presidente y del ministro Agustín Rossi, se materializó una atrasada y justa recomposición salarial para las FF.AA.. La concreción de los Operativos BELGRANO l Y BELGRANO ll en apoyo de nuestra comunidad ante el flagelo del Covid-19, es el despliegue más importante realizado en las últimas décadas por las FF.AA. (ver LNM 29/05/2020) También se sancionó la ley conocida como FONDEF para equipamiento de las fuerzas; y el 14 de junio del presente año se dispuso el primer y único  desagravio a los Veteranos de la Guerra de Malvinas, con motivo del ingrato y humillante recibimiento que, principalmente en el Ejército, recibieron en 1982. Jura Taiana

Usted fue quien, en 1993, propuso  la eliminación del SMO (servicio militar obligatorio) -finalmente abolido  en 1994-. ¿Cuál es su mirada respecto a una nueva implementación de dicho sistema de reclutamiento?  

- El SMO contribuyó en pasado a la alfabetización con las escuelas primarias que funcionaban en los cuarteles; inició a muchos jóvenes en hábitos de disciplina, orden e higiene; logró serios relevamientos médicos y rompió barreras sociales permitiendo el fraternal encuentro entre todas las clases sociales. Además, unió bajo una misma y a veces desconocida bandera e hizo cantar un himno común al hijo del inmigrante con el nativo de nuestro suelo. La ley del SMO fue un agente homogeneizador  de nuestra sociedad, pero cumplió su ciclo. 

El SMV(servicio militar voluntario) lo reemplazó exitosamente, logrando que mantenga la igualdad y la equidad de género; facilitando a acceder a estudios secundarios y universitarios fuera del horario de actividades; otorgando antigüedad y aportes en términos jubilatorios; proporcionando una retribución mensual superior al salario mínimo; y, al finalizar el servicio, obteniendo prioridad para la incorporación a la administración pública; también  otorga facilidad para créditos de vivienda a la vez que logra un alto rendimiento operativo y una sensible mayor capacitación para desempeñarse en el sistema de defensa nacional; ha permitido constituir reservas capacitadas y facilitado un mayor rendimiento al poder permanecer hasta ocho años en la fuerza; también logró un mayor entusiasmo profesional en los oficiales y suboficiales al tratar y ejercitarse con personal altamente instruido y capacitado para operar en los mayores niveles de comando, evitó la incorporación de jóvenes sin vocación ni interés. La predisposición anímica y no compulsiva para la vida militar fue determinante para el objetivo impuesto.

 

 

LNM - Edición Impresa

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