Facundo Sucatzky: “El básquet se juega más con inteligencia que con altura”

El ex Atenas e Independiente de General Pico, entrena a juveniles para desarrollar fundamentos del básquetbol. Opinó del momento del “Griego”, y recordó las “batallas” en la Liga Nacional.

Ed Impresa04/12/2020Federico JelicFederico Jelic
Facundo Sucatzky00003
"Mi trabajo es de perfeccionamiento y mejoramiento individual, para chicos de 12 años en adelante", cuenta Facundo. Foto: Federico Jelic

chapa_ed_impresa_01

Básicamente, se mueve como si fuera su propia casa. Ingresa temprano antes que nadie, prende las luces, se pone a fregar el parqué con el lampazo sin dejar un milímetro sin lustrar mientras los alumnos entran en precalentamiento. A muchos de ellos los buscar por sus domicilios a modo de transporte escolar, simbolismo que representa su compromiso y, a la vez, un gesto paternal.

Facundo Sucatzky (48 años), base emblema del memorable equipo de Independiente de General Pico campeón de la Liga Nacional de Básquetbol y también miembro del Atenas que levantó el último trofeo internacional en 2004, continúa ligado a la pelota naranja. En este caso, entrenando particularmente a varios juveniles, potenciando y perfeccionando sus fundamentos.

Ya radicado en Córdoba desde hace siete años, encontró espacio para brindar su vocación con la parte puramente técnica; aunque no descarta en un futuro sumarse a algún cuerpo técnico. Es decir, armó su propio centro de rendimiento.

“Estoy muy contento. Después de que me retiré en Atenas, nos quedamos con la familia, mi mujer es de Córdoba, así que me aboqué de lleno a este proyecto personal. Es un trabajo de perfeccionamiento y mejoramiento individual, de chicos de 12 años en adelante, toda mi vida me gustó hacer fundamentos y lo disfruto”, le cuenta a La Nueva Mañana el ex armador, que hoy despunta el vicio con amigos en el mismo lugar donde dicta los entrenamientos, en Espacio Indoor de Calle Rincón, en barrio Pueyrredón.

Sucatzky cuenta con pasos como entrenador de Ciclista Juninense y Atenas de Patagones, y también con el recientemente fallecido DT de Atenas, Osvaldo Arduh, cuando este era DT de Instituto, fue su asistente en su cuerpo técnico en la parte de fundamentos. Allí solidificó la idea de empezar a dictar prácticas para el mejoramiento individual, de modo particular. “Estoy convencido de que la búsqueda del perfeccionamiento impacta en lo deportivo, regla que tuve siempre en cada club. Siempre busqué la forma de darle desarrollo, entonces algunos padres y  amigos me pidieron que les dé una mano con los hijos para entrenarlos, y acá estoy”, relata Sucatzky, quien tuvo a su cargo por ejemplo a Martín Cabrera, de Instituto.

Facundo Sucatzky00009

- Te toca acompañar con fundamentos a un básquet que hoy no es el mismo de tu época, en la forma de jugar 

- Todo se va modernizando, actualizando, y debemos estar preparados. En Estados Unidos y Europa es normal, todavía no impactó del todo en Argentina. Esto es invertir en uno, en aprender más, en crecer de una temporada a otra perfeccionando detalles para el salto competitivo, es como dar un salto para ambas partes. No es un gasto, es una inversión para agregarle conceptos al juego de cada uno.

- ¿Seguís al básquet actual? ¿Qué te parece la Liga? 

- Creo que la cuarentena no fue buena para nadie, a los jugadores le costó desde la motivación, por lo que vi de la “burbuja” vi mucho crecimiento desde lo físico a pesar del tiempo que se estuvo parado. Necesitamos dejar de creer que podemos hacer todo bien, porque como pasó, en vez de “burbuja” fue pelopincho (sic). A esto nos referimos con cuidar al producto, desde lo organizativo.

- ¿Qué crees que sucedió? 

- Algo pasó que hubo brote de Covid 19. O no se respetaron las reglas o no sé bien. Tampoco sé por qué no se llevó a cabo en Córdoba, por lo que conozco de los dirigentes de Instituto, se obró con profesionalismo, invirtieron en esto pero de repente lo dieron de baja, sin saber por qué y nadie sabe explicarlo. 

- ¿Te sorprende el flojo presente de Atenas? 

- No, porque desde que logramos el último título en 2004, se fue bajando en rendimiento, en otros aspectos también. Rubén Magnano logró uno, pero después salvo la campaña de (Nicolás) Casalánguida apenas llegó, nunca más tuvo Atenas ese protagonismo que merece. Porque lo que representa debería estar mejor.


- ¿A qué se debe? 

- Atenas debe replantearse mejorar a corto y a largo plazo, no es gastar plata en dos refuerzos, se puede hacer un buen laburo desde las inferiores. Atenas tiene una camada importante de Sub 15, habría que enfocarse ahí. En esta oportunidad se apostó a jugadores sin mucho apellido para potenciarlos, como parte del plan austero, por eso en parte se entienda que no sea tan protagonista.

- ¿Te acercaste para poder participar? 

- Atenas me dio mucho, llegué con 30 años, fuimos campeones, la verdad tengo mucho cariño con el club. Mis hijos juegan allí, voy a verlos y a alentarlos pero no me involucro, eso implica opinar, querer cambiar cosas y Atenas siempre se manejó de una misma manera, no es fácil. Yo estoy con mi proyecto personal pero me encantaría poder aportar, de todas maneras hay muchos ex jugadores del club que pueden dar más cosas que Sucatzky; y hoy no están cerca de la entidad.

Zucatzky 11 © ligateunafoto
"Atenas siempre se manejó de una misma manera, no es fácil." Foto: ligateunafoto



-Se vivían duelos tremendos con Atenas e Independiente, por Córdoba primero te insultaban y después cuando llegaste de refuerzo, te aplaudían… 

- Así es el básquet. Se vivían como clásicos. La rivalidad era grande, los jugadores se quedaban varias temporadas en los equipos y eso marcaba una identificación especial. Era muy importante ganar, al punto que no nos saludábamos antes del partido y en épocas de play off, ni nos hablábamos. Había identidad, se jugaba con el (polideportivo) Cerutti lleno siempre. Encima había por lo menos 500 pampeanos que estudiaban en la Universidad de Córdoba que venían a alentar a Independiente, era espectacular. Hoy eso ya no se ve. Había jugadorazos: Milanesio, Campana, Osella, Zulberti, De La Fuente, Melvin Johnson…

- ¿Qué aprendiste del paso por Brasil? 

- Yo jugué en Belo Horizonte, en Minas Tennis Clube, club que fue impulsor para armar una liga porque antes había una fuerte disputa entre San Pablo y Río de Janeiro. Deben existir en Brasil más de 30 estadios como el Orfeo o el Cerutti. Tienen más infraestructura y pagan mejor, de hecho siempre el jugador argentino es codiciado. Fue una gran etapa.

- ¿Por qué el argentino es muy buscado en otros mercados? 

- Por la personalidad fuerte, por la mentalidad ganadora, por todo eso. Como es el caso de Facundo Campazzo, que, escalón por escalón, llegó a la NBA. Así somos. El argentino se fortalece en las adversidades, saca algo del corazón y del alma que lo recompone como pasó por ejemplo con la Selección Argentina, que después de la Generación Dorada hubo dudas con la renovación y sin embargo con mucho esfuerzo hoy es subcampeona del mundo. 

- Y en el caso de Campazzo sobre todo, sin tener una altura dominante, sino lo contrario… 

- Es que el básquet se juega con más inteligencia que altura. El básquet es para el audaz, el caradura, el que tiene cabeza fuerte. Todas estas características sirven para poder jugar en Europa a pesar de la diferencia de altura con otros países, compensando en actitud la carencia de un gran tamaño físico. . Campazzo lo supo aprovechar bien, todo lo que decían de su baja estatura lo fue potenciando, en realidad hasta lo fue incentivando para demostrar de lo que es capaz. Estuvo capacitado, mejoró, creció,  fue a Real Madrid y rindió, y ahora dio el gran salto a Denver Nuggets. Merecido. 

- ¿Tuviste que vencer esos prejuicios también? (NdR: Sucatzky mide 1,78 metros)

- Jamás se habló de mi altura en mi carrera y tampoco pensé en eso como condicionante. Sabía de entrada que tenía que fortalecer primero mi tiro de lejos y buscar diferencias con mi velocidad para desnivelar a los defensores. Me fui perfeccionando en eso. No tenía tamaño para pelearla a la par de otros con más altura, así que fortalecí otros aspectos. Primero entonces tiraba desde ocho metros, después le agregué tiro de carrera de tres puntos, siempre buscando la manera de potenciar mi juego para ser productivo, y jugué hasta los 42 años.

- ¿Conforme con tu carrera o te quedó algo pendiente? 

- Me hubiese gustado haber jugado en Europa, era un desafío personal demostrarme que podía estar a la altura, pero en mi época no era tan fácil conseguir la ciudadanía, en mi caso, la de Polonia. No me salió el pasaporte y quedó eso pendiente. Pero soy un agradecido a la vida y al básquet, cumplí sueños, salí campeón, conocí otros países, me di el gusto de jugar internacionalmente y con la Selección Argentina y sobre todo les puedo contar a mis hijos lo que es ser profesional. Estoy feliz.

 

Su relación con Marcelo 

“Marcelo fue siempre así, es especial, siempre en lo suyo, con su idea, pasa que el mundo del básquet le dio un alto perfil por todo lo que ganó, pero siempre fue así”, describe Facundo Sucatzky a su colega y por varios años adversario, Marcelo Milanesio, con quien hoy comparte una gran amistad a partir del básquet. Hoy Milanesio figura lejos de los portales de noticias y rara vez sale a escena, salvo a la hora de recordar alguna efeméride deportiva.

“Hoy Marcelo está en otra, solemos juntarnos a charlar eventualmente, estamos en contacto. Disfruta de otras cosas. Y por eso, a pesar de su idolatría, se pone en un lugar de no opinar ni participar, eso habla de su humildad”, afirmó; y agregó: “Marcelo tendría que tener lugar en algún espacio del básquet, sea en Atenas o donde sea, la Asociación, la Selección... Quizás para entrenar chicos, asesorar o lo que sea, pero me encantaría que reaparezca en el básquet”. 

LNM - Edición Impresa

Seguí el desarrollo de esta noticia y otras más 
en la edición impresa de La Nueva Mañana
 
Todos los viernes en tu kiosco ]


Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto