Versiones: Birmingham "La ciudad del metal "

Birmingham, una ciudad transformada por la revolución industrial, fraguada junto al acero y marcada por las crisis obreras, dio origen a un estilo musical fiel a esa impronta.

Cultura17/08/2017 Martín Brizio
Sabbath
Ilustración: Pito Campos

La segunda ciudad más importante de Inglaterra, fue el epicentro de la llamada “Revolución Industrial” del siglo XIX. La capital mundial del acero o la ferretería del mundo, como se la denominaba. Karl Marx, en su obra cumbre, “El Capital”, manifestaba que en esa ciudad se producían 500 tipos de martillos. La “banda de sonido” era justamente ésa, un rechinar metálico permanente en un entorno que se mantuvo durante gran parte del siglo XX: ambiente 100% industrial, humo que provenía de las chimeneas y que hacía del aire algo denso y oscuro, olor a acero en sus calles y una casi absoluta ausencia de vegetación y espacios verdes.

¿Es casualidad entonces que un género como el heavy metal (metal pesado) haya nacido justamente ahí? Por supuesto que no. Eran épocas de la posguerra, década del ´60, había que levantar al país después del desastre que significó la Segunda Guerra Mundial, y la ciudad se encontraba en pleno proceso de recuperación, al igual que todo Inglaterra. El rock inglés de la mano de los Beatles y posteriormente los Rolling Stones, The Who y demás, estaba conquistando los Estados Unidos, y por consiguiente el mundo occidental. Y los principales culpables de que este género surja fueron cuatro muchachos que provenían de la más representativa clase trabajadora y que a fines de la década del ´60, contemporáneos a Led Zeppelin y Deep Purple, queriendo emular a sus ídolo de Cream (la banda de Eric Clapton) y a un moreno proveniente de los EEUU llamado Jimi Hendrix, se esmeraban en tocar un blues muy eléctrico y pesado, pero no les salía…

Uno de ellos, el verdadero padre de la criatura, era un guitarrista zurdo llamado Tony Iommi, que había sufrido un accidente con la prensa en la fábrica donde trabajaba, perdiendo la punta de sus dedos anular y medio de la mano derecha. Para recuperar la función de los mismos, adoptó una prótesis de goma y se vio obligado a bajar la afinación de su instrumento para que las cuerdas quedaran menos tensas y no le doliera tanto al ejecutarlas. Y fue de esta manera que le dio el sonido característico a lo que después se conoció como heavy metal, amén de haber compuesto los mayores y más pesados “riff” de guitarras. El otro miembro que más resaltaba, John Michael Osbourne, era hijo de un empleado de General Electric y de una operaria fabril.
Abandonó la escuela a edad muy temprana, fue plomero, fabricante de herramientas, empleado de un matadero y principalmente delincuente juvenil. Por su dislexia al hablar fue apodado “Ozzy”, y tras seis semanas en la cárcel, las opciones para su futuro eran dos: o pasaba el resto de sus días tras las rejas, o se convertía en estrella de rock. La banda cambió el nombre de “Earth” a “Black Sabbath” por sugerencia del bajista Geezer Butler, quien lo había tomado de una película de terror que proyectaban en el cine frente de la sala de ensayo, y fueron los primeros en incorporar a sus letras temáticas sobre el ocultismo y una densa oscuridad a su propuesta.

En realidad, la primera vez que se conoce dicho término es con el himno rutero por excelencia “Born to be wild” (Nacido para ser salvaje), de la banda canadiense Steppenwolf, del año 1968, donde se habla de un “heavy metal thunder” (trueno de metal pesado) que sirvió como banda de sonido para ese ícono del cine “road movie” que fue “Esay Rider”. Pero a mediados/fines de la década del ’70 se comienza ya hablar de “metal” como tal, y es justamente otra agrupación de Birmingham, de origen bien proletario, la que ya consolida el género y se convierte (junto con Iron Maiden) en la bandera de lo que se llamó la “New Wave of British Heavy Metal” (Nueva Ola del Heavy Metal Británico). Su nombre era Judas Priest, y ellos sí ya imponen la estética del cuero y las tachas que sería el sello distintivo del género, haciendo que el metal brille por afuera y por adentro.

Los álbumes claves en esta primera etapa, Stained Class (Clase Mancillada, 1978), Killing Machine (Máquina de matar, 1978) y principalmente British Steel (Acero Británico, 1980) no hacían más que subrayar el origen de la banda, la temática bien proletaria y el énfasis en reflejar la crisis industrial y metalúrgica que sufría Inglaterra en los setenta y cómo repercutía en la juventud de una ciudad 100% fabril como Birmingham.

Pero no sólo heavy metal alumbró Birmingham como polo artístico musical. Jeff Lyne es otro hijo pródigo, creador y líder de la maravillosa Electric Light Orchestra (ELO). Los Moody Blues también tienen su origen en Birmingham, y cuando fue la explosión de la “New Wave” inglesa de principios de los ‘80, uno de sus principales exponentes surge de allí: Duran Duran. Y la más trascendente agrupación del reggae inglés viene de la ciudad del metal: UB40. ¿De dónde toman el nombre? Del formulario de petición de subsidio de desempleo (“Unemployment Benefit Form 40”). Eran tiempos del “No Future” (el eslogan utilizado por el punk rock inglés) y los ocho integrantes eran desocupados que sufrieron en carne propia la crisis industrial de la década del 70. Un poco más acá, en los ‘80, desde la “capital del acero” aparece la banda Napalm Death, considerada la creadora del grindcore, un subgénero más extremo del heavy metal.
En este plano las coincidencias no existen, y dicen que en los momentos de mayor crisis aflora lo más visceral y genuino del arte. Birmingham es el mayor ejemplo.

Otra versión:

gruaVersiones: Birmingham "Brilla la belleza metálica"
Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto