El PRO conversa con “Chiche” Duhalde para las elecciones del 2017

La elección de medio término del año próximo, con bancas en Diputados y el Senado en juego, es el gran desafío que tiene el oficialismo nacional, hoy con desventaja en ambos recintos en el Congreso. Por lo tanto, el mayor inconveniente que atraviesa a toda la dirigencia de Cambiemos radica en la necesidad de sumar cuadros para soportar lo que venga: desde defender esta primera etapa de la gestión hasta poder prenderse en la esgrima dialéctica con que se iniciará el año próximo.

Entonces, con una estructura política que desnuda falencias, y con diferencias internas constantes en el seno del acuerdo, una porción del PRO insiste con abrir el juego. Buscar horizontes que vayan más allá de los límites de la alianza que hoy involucra al radicalismo, la Coalición Cívica y al Frente Cívico.

Y en esa estrategia, los amarillos parecen –o pretenden- tener el mismo pragmatismo que sus antecesores en Casa Rosada. Aunque eso implique un malestar de sus socios actuales, fundamentales para que Mauricio Macri llegara al despacho principal de Balcarce 50 el pasado 10 de diciembre.

Ahora la porción macrista que siempre tuvo roces con la UCR, amaga con ir por más y en las mediciones que piden semanalmente, agregaron en las últimas semanas un nombre: Hilda “Chiche” Duhalde, la esposa del caudillo bonaerense y ex presidente de la Nación entre fines del 2001 y mayo del 2003. A la hora de buscar el origen de la idea, muchos apuntan al ecuatoriano Jaime Durán Barba y al jefe de Gabinete, Marcos Peña; ambos atentos a si CFK decide participar o no de la próxima contienda electoral.  

La obsesión en las próximas semanas seguirá siendo para el Gobierno el control del siempre caliente conurbano bonaerense. Por eso tal vez, a nadie extrañó que en la previa del Día de la Lealtad que los peronistas celebran hoy, se hayan profundizado los contactos entre sectores del PRO y el duhaldismo.

 Nuevo capítulo de un viejo enfrentamiento

Duhalde fue clave para que Néstor Kirchner llegara al gobierno en 2003. Pero a partir de mayo de ese año y con la llegada a la presidencia del santacruceño, las diferencias entre los dos dirigentes del peronismo se hicieron más notables. Y la pelea de semifondo tuvo como protagonistas a las esposas de ambos: “Chiche” y CFK.

Entre los capítulos más ásperos de la relación entre ambas, todos recuerdan cuando en 2004 en pleno Congreso PJ, la por entonces Primera Dama fustigó: “En mi partido se debe dejar de dar lugar a las mujeres portadoras de apellido”. Teniendo esto la inmediata respuesta de González de Duhalde en plena liturgia peronista.

Al año, ambas midieron fuerzas en las elecciones intermedias de 2005 encabezando cada una la boleta de senadores bonaerense. La victoria fue para CFK que en ese momento fue en la lista del Frente para la Victoria; mientras que su rival se quedó con el sello PJ.

 Vidal, hace su juego

Esta estrategia de Peña no tiene el aval de la gobernadora María Eugenia Vidal, la dirigente con mejor imagen en Cambiemos y rival interna del ministro coordinador. La mandataria bonaerense le abre la puerta al peronismo pero no a esta parte. Los vidalistas prefieren tejer lazos con Florencio Randazzo, uno de los dirigentes que concluyó con mejor imagen la gestión kirchnerista y a quien las causas judiciales no alcanzaron de lleno.  

De esta manera, en el tablero ya empezaron a moverse las fichas y el matrimonio Duhalde está haciendo todo el esfuerzo para volver a escena de la mano de un PRO necesitado de dirigentes. Y como ocurre siempre con todo aquello que tiene caja de resonancia a Buenos Aires, en el resto de las provincias los operadores también hacen algunos trazos.