Elecciones en Villa Unión: "Cuando empezamos éramos todas mujeres"

"Es mi lugar, amo este barrio", cuenta Mara Ocampo, militante social que un día tomó la decisión de ponerse al frente de un grupo de vecinos.

Córdoba 16/11/2018 Miguel Aponte*
Mara Ocampo by Miguel Aponte
"Lo positivo fue el movimiento de vecinos que generamos, el amor que mucha gente me demostró", contó Ocampo tras las elecciones. Fotos: Miguel Aponte

Mara Ocampo de 38 años es empleada doméstica; sostiene con mucho esfuerzo su casa y habla de sus amores: dos nenas de 9 y 4 años. "Villa Unión es mi lugar, amo este barrio", cuenta a La Nueva Mañana esta mujer militante social que un día tomó la decisión de ponerse al frente de un grupo de vecinos para disputar el Centro Vecinal... y lo ganó.

Los comicios en barrio Villa Unión, en el extremo suroeste de la ciudad fueron este domingo y, tras una intervención de más de un año, se vivió una intensa campaña electoral y cuatro listas disputando la conducción del Centro vecinal. Con adhesiones partidarias divididas entre el peronismo y el radicalismo; los desencuentros políticos también se manifestaron en esta elección.

Ocampo, en un relato sobre la importancia del trabajo colectivo cotidiano para atender a las necesidades barriales, habló con este medio sobre los proyectos para Villa Unión.

 -¿Qué propuesta levantó tu lista?

-Las necesidades del barrio son muchas. Pero nosotros hablamos con la gente de valores, de honestidad y transparencia. El compromiso fue que gestionaríamos mucho para atender todas las demandas. Por ejemplo el tema del Centro de Salud, que no está funcionando como debería.

 -¿Qué instituciones tienen presencia en el barrio?

-El Centro de Jubilados, que funciona en el mismo Centro Vecinal, allí veníamos trabajando desde hace tiempo. También las iglesias, católica y evangélica; y es de destacar el Comedor San Expedito, que lo maneja una vecina muy solidaria del barrio, desde su casa, Liliana Cabanillas, y atiende a más de 30 chicos todos los días. También hay colegio primario, secundario y Cenma.

 -¿Te costó reunir el grupo para lanzarse a trabajar?

-No, no me costó armar la lista, solo tuvimos el inconveniente que no teníamos hombres (se ríe); tuvimos que salir a buscar a los maridos. Se conformó con el 70 por ciento de mujeres; somos en total 19 en la Comisión, 13 mujeres y solo seis hombres.

 -Cuál es el ránking de los reclamos más importantes.

-El Centro de Salud es lo primero. Veníamos haciendo reclamos porque muchas veces no tenemos médico, los horarios son limitados; los vecinos debemos llevar algunas cosas, como agujas, inyecciones u otros elementos que allí no tienen. Es fundamental, porque el hospital más cercano implica transporte y hay vecinos que tienen problemas hasta para pagar el boleto.

Por supuesto aquí hay mucha gente sin trabajo, que la pasa mal; algunos me piden cosas y ahí me siento mal, porque no tengo posibilidad de ayudarlos. En colectivos, por suerte tenemos dos líneas, el 44 y el 67.

Pero preocupa la seguridad, la Comisaría más cercana está en Parque República; la Policía Barrial ayudó un poco, pero se retira a las 8 de la noche y la falta de alumbrado en las calles hace que muchos vecinos no salgan después de esa hora, las paradas de colectivo son un verdadero peligro. Ni qué hablar de los cortes permanentes de luz que tenemos.

 -¿Y el gas natural?

-Tenemos posibilidades de poner  gas natural en los domicilios, pero tenés en una cuadra quizás solo dos vecinos que puedan pagar o acceder a un crédito.

Es importante, pero lo debemos discutir, no es fácil por las dificultades económicas; hay que gestionar alguna ayuda, un subsidio, así podemos traer a cada casa el gas. Ahora nos arreglamos con la garrafa social. Y otra demanda es el asfalto de las calles, cuando llueve no podemos salir a tomar el colectivo, todo se inunda.

-Acumulaste una invalorable experiencia en este proceso...

Por supuesto, reunimos a un equipo increíble, la campaña permitió que nos conozcamos mucho más y enfrentar los problemas y algunas peleas que se dieron como parte de la campaña; buscamos apartarnos de todo eso, contenernos entre nosotros y evitar responder las agresiones. Imaginate, las reuniones las hacíamos en casa, había que poner plata para los mates, los criollos... todos colaboramos.

 -Un lugar común en los barrios es la violencia que se vive...

 -Veo en la tele cuánta agresión que vivimos, mucha violencia. Estoy en contra de la violencia, debemos dar más amor, la violencia no lleva a ningún lado. Acá se vive también ese clima, el más malo es el que más grita o el que va con un arma... se nota en los jóvenes los efectos de la droga. La violencia de género es un tema preocupante y tenemos que atenderlo, no se hacen denuncias, debemos concientizar a las compañeras. Vamos a buscar desde el Centro Vecinal crear condiciones para que los chicos se sumen, con talleres de folclore y de lo que surja, escuchándolos a todos. Si bien no hay un club en el barrio, los baldíos funcionan como canchitas de fútbol y eso convoca a muchos pibes, todo ayuda para convivir mejor.

 -¿Es un reclamo la ausencia del Estado?

-Falta más presencia, pero nosotros debemos organizarnos para salir a buscarlo. Vamos a  acompañar a los vecinos, dejar de echarle la culpa al otro y salir a golpear puertas sin esperar que el Estado o quien fuera venga. No es una excusa decir 'el Estado no está'. Porque si es muy mala la recolección de residuos de Cotreco, es parte del abandono que tenemos en el barrio en cuanto a  servicios, eso nos debe llevar a reclamar para que se supere, nos debe movilizar para hacernos escuchar.

Mara Ocampo 2 by Miguel Aponte
Un movimiento de vecinos

 La campaña culminó con éxito y Mara rememora con gracia algunas cosas a corregir. "Cometimos errores, en el afiche no pusimos la fecha, fue por falta de experiencia. La gente sabía que debía  votar, pero tuvimos que salir a último momento a buscar a muchos vecinos porque no tenían claro qué domingo; encima ese día llovió muchísimo, el barrio lleno de barro".

Pero también esta militante peronista reconoce cuánto aprendió: "Lo positivo fue el movimiento de vecinos que generamos, el amor que mucha gente me demostró, los llantos de alegría, el equipazo de mujeres que pudimos armar; porque más allá de los resultados, reunimos un equipo increíble de compañeras y compañeros".

 La joven dirigente también aborda el tema de las dificultades burocráticas y que muchas veces desalientan la participación. La regulación de estos procesos electorales que se multiplican en la ciudad corre por cuenta de la Dirección de Asuntos Vecinales de la Municipalidad; la repartición  nombra una Junta Electoral y generó críticas que no facilite los trámites.

"Nos angustiamos muchas veces, porque atendía en horarios limitados, a veces no coincidíamos con nuestros trabajos para hacer correcciones, para seguir el proceso, para responder a citaciones a la lista. No fue fácil, quizás se podría corregir esto, facilitarle todo a los vecinos que quieren participar y no como pasó de solicitarnos cosas de un día para el otro; con otra lista nos juntamos los apoderados pidiendo que la Junta sea más accesible", comentó Ocampo.

 El Centro Vecinal (está en Viedma Recalde esquina Alto Alegre) tiene sede propia, con un salón de uso comunitario que se alquila para fiestas, cumpleaños de quince. "Es hermoso nuestro Centro", dice exultante Mara y se entusiasma cuando desliza algunos proyectos: "Tenemos la idea de hacer peñas, talleres para los abuelos, enseñar folclore a los niños, gimnasia para los abuelos, folclore para los niños; ya pensamos en un taller de primeros auxilios con Defensa Civil".

 Tras los festejos, la lista que encabezó Mara asumirá dentro de sesenta días.

*Colaboración especial para La Nueva Mañana

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