Sofía Ramallo, la "Leoncita dorada"

Sofía Ramallo es una de las cordobesas que logró la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de la Juventud hace algunas semanas. En Córdoba, la jugadora de la U disfruta de lo conseguido, pero también piensa en lo que se viene en su club y también en los seleccionados.

- Pasaron algunas semanas de conseguir la medalla. ¿Ya caíste?
- Tener la medalla dorada es un sueño cumplido, porque no se vive dos veces un Juego de la Juventud y haberlo hecho en Buenos Aires lo hace más lindo. Es un laburo que hicimos todos durante dos años, las chicas que no quedaron y los entrenadores que pasaron. Nosotras nos ocupamos de un objetivo, llegar al podio en un Juego Olímpico y gracias a Dios lo conseguimos, obteniendo la dorada.

- ¿Cómo arranca este camino en el hockey?
- Mis inicios en el hockey fueron a los cinco años, arranqué en mi colegio, en ese momento en piso, es decir cemento. Una entrenadora de mi cole me vio y les dijo a mis papás que me veía con muchas ganas de hacer deporte y que probara en algún club.

- ¿Ahí empezó?
- Mi papá me llevó al Córdoba Athletic, que no es el de hoy, jugué un solo año en ese club porque me quedaba lejos, entre otras cosas. Tuve que cambiarme y me fui a mi actual y querido club que es Universitario. Desde novena, hasta hoy, que estoy en Primera, juego en la U.

- ¿Siempre acompañada de la familia?
- Mi familia está compuesta por mis dos hermanas, mi papá y mi mamá. De ellos siento un apoyo constante desde el día uno con toda esta locura del hockey. El alto rendimiento lleva muchas cuestiones desde lo económico y mental, mis papás me llevaban todos los domingos a la terminal de Córdoba para que yo me pudiera ir a Buenos Aires, volvía el jueves a la noche, jugaba el sábado y el domingo de nuevo me tenía que ir.

- ¿Esa, quizás, era la parte más difícil?
- Eso era un desgaste que llevaba yo y ellos también, porque no era muy lindo que viajara en bondi todos los fines de semana, pero todas esas cuestiones que se van sumando hacen que mi familia sea gran parte de todo esto. Sin ellos, no hubiese podido llegar a donde llegué, por eso se los voy a agradecer toda mi vida.

- ¿Y cómo llevaste eso durante los Juegos?
- Soy una persona muy familiera. Me encanta pasar los domingos en mi casa, levantarme, desayunar con mis papás y mis hermanas. Pasar de eso a levantarme en el Cenard todos los días, con una rutina completamente diferente a la mía, me costó adaptarme.

- Pero valió la pena…
- Con el conjunto de los chicos del interior la pudimos llevar y sacar adelante. Todo lo que se vive en el Cenard es algo único que va a quedar para mis recuerdos y el día de mañana se lo quiero contar a cualquier chica que esté pasando por lo que yo pasé porque es un momento muy lindo.

- Con la chicas del equipo, ¿cómo fue el día a día?
- Somos un grupo de amigas dentro y fuera de la cancha, que nos rompimos el lomo cada una de nosotras por quedar en ese equipo. Esa humildad que representa el hecho de poder seguir en contacto con las chicas que no quedaron hace que seamos un grupo hermoso y eso se demuestra y demostró dentro de la cancha.

- ¿Y las otras cordobesas: Victoria Miranda y Josefina Rubenacker?
- Con las chicas de Córdoba me llevo muy bien. ‘Vicky’ es mi amiga desde siempre, desde que me tocó jugar en los seleccionados de Córdoba, con ella compartí miles de momentos y haber vivido estos Juegos fue algo único. Con ‘Jose’ también compartí muchas selecciones, pero no tanto como con Victoria, pero las quiero a las dos y sé que van a estar para lo que necesite.

- ¿Qué representan para vos estas convocatorias y vivencias?
- Son una manera de aprendizaje y en este momento de mi vida y de mi carrera son oportunidades. Cada concentración que tengo y que tuve fue importante para seguir creciendo en lo personal y en lo profesional y gracias a mi desempeño pude jugar los Juegos Olímpicos.

- ¿A partir de ahora, qué?
- De ahora en adelante nos queda arrancar lo que es el proceso junior para el Mundial Sub 21. No nos han hablado nada de ese tema, pero nos dijeron que teníamos una especie de mini vacaciones con una rutina de mantenimiento para no estar tan paradas. Después comienza el torneo y arrancaremos con un trabajo nuevo, que seguramente durará dos o tres años y posiblemente alguna de nosotras pueda llegar a Tokio 2020.

- ¿Cómo sigue la actividad en Córdoba?
- En lo personal, seguir jugando para las selecciones de Córdoba y poder jugar un Mayor, ya que este año jugué Sub 18 y Sub 21. Calculo que en 2019 podré jugar uno, si Dios quiere, porque sería muy lindo y a nivel club, tratar de mantener bien alta la camiseta de la U y seguir defendiéndola como lo hice siempre.

- ¿Tenés referentes dentro del hockey?
- Luciana Aimar y Rocío Sánchez Moccia, a las dos las veo desde que soy chiquita y amo sus características de juego. Ellas son dos habilidosas, yo soy más rústica, pero me gusta mirarlas.

- ¿Qué se hace cuando estás con la Selección?
- No tengo mucho tiempo, pero estoy con mi familia, me encanta juntarme con mis amigas a tomar mates, a charlar, que me cuenten cómo les fue en la facu y yo contarles sobre mis entrenamientos de la semana. Eso lo disfruto mucho, me gusta escuchar música, veo mucho Netflix, aunque no haya tenido mucho tiempo.

- Disfrutar de los momentos libres…
- Me encanta salir a pasar, salir al patio con mi perra y disfrutar también de la casa de uno. No hago otra actividad, pero me tengo que preparar para la facu, para rendir el cursillo y me gusta disfrutar de todo lo que me está pasando porque es un camino largo el que nos toca recorrer y lo vivo con muchas ganas.

 

 

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