Comienza este jueves el juicio por el femicidio de Natalia Padilla

Ocurrió el 12 de octubre de 2016, ese año hubo 23 femicidios en Córdoba. Walter Sánchez está acusado de “homicidio doblemente calificado por el vínculo y por violencia de género”.

Córdoba18/10/2018Florencia GordilloFlorencia Gordillo
Natalia Padilla
Este jueves 18 de octubre comenzará el juicio por el femicidio de Natalia en la Cámara en lo Criminal y Correccional de 7º Nominación.Foto: archivo

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Natalia Padilla iba todas las noches alrededor de la una de la mañana a buscar a Walter Sánchez, su pareja, al final del recorrido de la empresa de autobuses Ersa en barrio Artigas. Él era colectivero de la línea 71 y ahora está preso porque está acusado de apuñalar con un cuchillo a Natalia en el interior del automóvil donde ella lo esperaba cada vez que él salía de trabajar. Fue el 12 de octubre del 2016, ese año hubo 327 femicidios en el país, 23 fueron en Córdoba.

Un día después encontraron el cuchillo dentro de una lata de aceite utilizada como basurero en el predio de Ersa y fue la prueba que condujo hasta el autor del femicidio. En la investigación "se logró determinar que pertenecía a Sánchez porque en su casa se secuestraron otros del mismo juego”, precisó el fiscal Sergio Ruiz Moreno en diálogo con La Nueva Mañana. En el velatorio de Natalia, cuando sus siete hijos estaban reunidos para despedirla, Sánchez fue detenido.

Este jueves 18 de octubre comenzará el juicio por el femicidio de Natalia en la Cámara en lo Criminal y Correccional de 7º Nominación. Sánchez es el único acusado: está imputado por homicidio doblemente calificado por el vínculo, porque la víctima era su pareja, y por violencia de género, porque el disparador para matarla habrían sido los celos que sentía hacia Padilla. Sergio Ruiz Moreno es el fiscal a cargo de la causa.

En el juicio es fundamental determinar si hubo o no premeditación, lo que puede inferirse del ordenamiento de conductas y una es proveerse de un arma, aunque no es el único elemento de prueba para pensar que ya puede haber estado planeando el crimen”, explicó el fiscal.

Además, precisó que de la causa se desprende que existieron conductas celotípicas por parte de Sánchez, a partir de las cuales puede inferirse que había comportamientos preordenados, lo que agrava la situación procesal. También es un agravante que inmediatamente después de ocurrido el femicidio se tratara de encubrir el hecho (al esconder el cuchillo) para lograr la impunidad.

Único acusado

Walter Sánchez llega al juicio como único acusado. En la etapa instructora, solo se limitó a negar el hecho. Si se acredita que es el autor del femicidio, la única pena prevista por el artículo 80 inciso 1 y 11, que contemplan los dos agravantes, es la de prisión perpetua.

Walter Sanchez

En el marco de la investigación, muchos testigos hicieron referencia al perfil celotípico del acusado y mencionaron hechos puntuales que podrían haber desencadenado el femicidio.

Los celos fueron un motivo impulsor, una excusa que se repite como desencadenante de los femicidios, lo que demuestra el carácter sociopolítico, resultado de las relaciones estructurales de poder, dominación y privilegio entre los hombres y las mujeres en la sociedad. Muchas veces se naturalizan en las relaciones que responden a un ideal de “amor romántico” pero en realidad configuran una expresión de violencia y dominación.

“En las situaciones de crisis en las parejas empieza a haber una pluralidad de hechos que son de acoso, violencia psicológica, cercenamiento o actitudes controladoras que se van multiplicando y aumentando como parte de un espiral ascendente hasta llegar a la comisión del femicidio”, explicó el fiscal Ruiz Moreno.

Las mujeres mueren más en manos de conocidos que de extraños

La violencia de género es muchas veces más peligrosa dentro de la propia casa, cuando el femicida es la persona con quien se comparte la mesa, la cama y los hijos.

La Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) analizó 54 sentencias entre 2014 y 2017 para determinar qué lugar tiene la figura del femicidio en la Justicia. Según el análisis, en el 94 por ciento de los casos el victimario conocía a la víctima; y en el 85 por ciento de las sentencias existía un vínculo de pareja, ex pareja o noviazgo.

Más de 3.000 niños perdieron a su mamá por un femicidio

Alejandro tiene 27 años y es el más grande de los hijos de Natalia. Desde que perdió a su mamá, pide la guarda de su hermana menor, la única hija en común que la mujer tenía con Sánchez, el imputado por el femicidio.

De 2008 hasta este año casi 3.500 hijos e hijas se quedaron sin sus madres porque fueron asesinadas, según cifras del Observatorio de Femicidios de la organización civil La Casa del Encuentro. Fue en ese sentido que este año la Cámara de Diputados aprobó la “Ley Brisa” que contempla la reparación para las niñas y niños que son víctimas colaterales de los femicidios. “Tuvimos muchos inconvenientes en Tribunales de Familia, porque no la podíamos inscribir en la escuela ni en la obra social”, explicó Alejandro en diálogo con La Nueva Mañana. Por eso es que pide la guarda, para poder ocuparse del cuidado de su hermana.

Alejandro recuerda que la noche en que ocurrió el femicidio, su mamá había pasado por su departamento a saludarlo. “No noté ningún inconveniente en ese momento puntual. Se fue de acá para saludar a mis abuelos y a mi hermana. Después fue a buscar a su pareja. Nunca pensamos que había sido él puntualmente. Ahora esperamos que se haga justicia y que cumpla con la condena”, sostiene.

Esa última vez que se vieron Alejandro y Natalia hablaron de un festejo. Tres días antes del femicidio, ella había cumplido 42 años.

   

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