Capítulo cumple un año. Aunó a más de treinta editores cordobeses en una feria autogestiva, asamblearia y horizontal. En agosto pasado tuvo una segunda edición ampliada con actividades, talleres, charlas y lecturas con casi sesenta sellos de toda la provincia y ahora repite el formato de diciembre pasado para cerrar el año en Casa 13 (Pasaje Revol 19). Serán casi cuarenta sellos, los editores ofrecerán descuentos para librerías y bibliotecas y tendrán a disposición sus novedades. La cita será el sábado 8 de diciembre desde las 18hs.

Carolina Montachini, editora de los libros de tela Garbanzos Peligrosos tuvo su primera feria en Capítulo: “Sin entender mucho del mundo editorial me lancé. Un mundo desconocido se abrió ante mi sorpresa. Hay mucha energía haciendo funcionar el circuito de las editoriales independientes, Capítulo fue de gran felicidad, como quien descubre un juego nuevo, y además le encanta”.

Los editores de Prebanda, otro sello nuevo que nació en 2018 lo explican así: “Queda claro, y sobre todos en contextos de crisis como este, que no se puede trabajar solos”.

Hernán González desde Buen Gusto lo sintetiza con claridad: “Es imprescindible ir ganando y manteniendo espacios como este que permiten mostrar y comercializar las obras. Son lugares de resistencia, de intercambio, de encuentro”.

Ramiro Iraola, el editor de Babel profundiza: “Contribuyen a confirmar y conformar una identidad como editores independientes, para dar a nuestros libros y a nuestros autores la posibilidad de un espacio de diálogo directo con el público”. A lo que María Eugenia Romero, editora de Letranómada, agrega: “es una oportunidad única para mostrar y vender libros, así como de dar a conocer sus fortalezas y los problemas del sector. Lo bueno es que no sólo los editores nos encontramos con el público sino que podemos hablar entre nosotros, aun teniendo miradas distintas”.

Editar hoy

Ante la pregunta de cómo están atravesando la crisis, la paleta de respuestas pintó un escenario oscuro, aunque no exento de empuje y crecimiento, a la par de estrategias de todo tipo para sostenerse en el escenario cordobés. “La situación del taller es complicada”, dice Alejandro Reynoso editor de Taller Perronautas: “los costos de hacer un libro (y los de simplemente vivir) se elevaron demasiado, sumado a que no hay mucha plata dando vueltas entre la gente. Eso significa que uno no puede trasladar a los precios de tapa de un libro todo el trabajo que conlleva hacerlo porque sería invendible”.

Matías Zanetti, el editor de Holograma, coincide y agrega: “Se hace necesario ajustar para sobrevivir, ya sea reduciendo la tirada de los libros o los costos de impresión. Ahora más que nunca, el contacto directo con los lectores en ferias y eventos es a lo que estoy apostando”.

El sello Vilnius, por ejemplo, dice que “la clave está en trabajar con tiradas chicas y ocuparse personalmente de la distribución en las librerías amigas”.

Buen Gusto admite que este año es uno de los que más editaron. Su modo implica constantemente ir mutando y mejorando el accionar editorial; en su caso apoya su confianza en el género al que se dedican: “Creemos firmemente en que las historietas son una herramienta muy poderosa de contracultura”.

María Eugenia Romero, editora en Letranómada, apuesta por la producción de libros argentinos: “Bajamos el número de ediciones -de hecho este año no hemos publicado nada- y nos hemos concentrado en promover los títulos que ya teníamos”.

Desde Moss Garden la hipótesis arriesga otro tipo de problemática: “Leer no es como antes, ahora uno lee por celular, o la compu. Estamos creando una generación que no tiene amor por leer, los obligan y no hay nada peor que eso. Lo lindo es empezar a leer por curiosidad. Actualmente veo gente que no tiene libros en las casas y eso aleja muchísimo a los más jóvenes”.

Cada sello que conforma Capítulo es diferente, tiene sus propios modos de publicar y de resistir, la diversidad -tanto en temáticas, formatos, géneros, formas de producción y maneras de insertarse en el mundo editorial- es amplia. Pero hay una clave que se percibe claramente en todo el arco de editores cordobeses.

Juan Premat, editor de Galáctico Flâneur lo dice de este modo: “En los momentos de crisis siempre hay algo que decir, que declamar, y eso nos mantiene en movimiento, inquietos por seguir trabajando, produciendo, escribiendo y publicando, como una necesidad de buscar esos espacios en donde tomar aire, para seguir trabajando y no perder la alegría”.

Un fin de año lleno de novedades

HOLOGRAMA: Camino Real #4: Hembra - Guión y rotulado: Matías Zanetti - Dibujo y color: Nicolás Brondo - Ilustración de portada: Hugo Emmanuel Figueroa.

VILNIUS: “Todo lo que se hunde”, el segundo libro de poesía de Diego Brando.

GALÁCTICO FLANEUR: “Girasol” de Marline Gousse y “La Tercera del Arte” de José Manuel Rodríguez Amieva que se presenta el 14 de diciembre en Casona Dadá.

BUEN GUSTO: “Trabajar para S brevivir” de Tyler Landry (Canadá) y “Mr Zip - it” de Fran Fantino (Buenos Aires).

BABEL: “Diálogo mudo”, de Julio Castellanos y “Tren”, de Roberto Videla, que se presenta el martes 4 de diciembre a las 19,30 hs en el España Córdoba.

LETRANÓMADA: “Poesías de Safo”, edición bilingüe griego-español con ilustraciones de Remo Bianchedi, (colección Philophrosyne).

MOSS GARDEN: “Historia de cómo llegó el Yizas a la cocina de la Gorda”, de Leticia Panc, una foto novela gráfica ilustrada bizarra y divertida.

TALLER PERRONAUTAS: “El busto de Chiara”, de Augusto Munaro. “Bicicentrismo. Tratado especular”, de Diego Alfaro Palma, y un libro que recopila dedicatorias compilado por Ana Caruso.

PREBANDA: “La Rosca profunda y otros ensayos”, del escritor y punki marplatense, Matías Moscardi (colección de ensayos Don electrón).

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