Por el momento, suspenden la operación de Pablo Grillo e intentan controlar el cuadro de hidrocefalia

El fotógrafo Pablo Grillo, que fue herido con un cartucho de gas lacrimógeno en una de las marchas de los jubilados en el Congreso, volvió a la sala de terapia intensiva tras identificarse un cuadro de hidrocefalia.

Médicos detallaron que, “a raíz de que se controlaron las fístulas por las que perdía líquido cefalorraquídeo, se descubrió un cuadro de hidrocefalia consecuencia del traumatismo". 

En un primero momento, estaba prevista una intervención quirúrgica, pero este martes se decidió utilizar otro método menos invasivo para controlar el cuadro médico. En ese marco, desde Justicia por Pablo Grillo, reportaron que este martes continúa en terapia, no lo van a operar por el momento y que le realizarán punciones para intentar controlar la hidrocefalia. 

 “A seguir rezando, enviando todo el amor y las energías positivas para que Pablo continúe luchando”, escribieron sus familiares en una cuenta de X, a pocas horas de conocerse la actualización sobre el estado de salud del reportero gráfico.

El padre del joven, Fabián Grillo, en diálogo con Clarín señaló que Pablo está "de ánimo bajoneado", pero que cuando lo acompañan sus amigos y su hermano “está un poco más animado".

Desde el 13 de marzo, cuando jubilados se manifestaron frente al Congreso, Grillo permanece internado. En la manifestación recibió el disparo de un proyectil de gas en la cabeza mientras fotografiaba la protesta. Gracias a la asistencia de los manifestantes y el SAME pudo ser rápidamente atendido por el personal de salud del Hospital Ramos Mejía.

El proyectil de gas lo impactó de lleno en la cabeza dejándolo iconsciente y provocándole pérdida de masa encefálica.  El violento hecho en medio de la represión policial generó una investigación judicial que intenta establecer responsabilidades.

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