La Municipalidad sumó a la fundación del padre Oberlín a la red de cuidados en salud mental y adicciones

Daniel Passerini firmó un convenio marco de cooperación con la Fundación Moviendo Montañas, que incorpora al Centro de Acompañamiento Comunitario “Héctor Oberlín”, un espacio de referencia territorial para los vecinos de barrio Maldonado y alrededores.

Córdoba11/02/2025Redacción La Nueva MañanaRedacción La Nueva Mañana
Convenio de la Municipalidad con la Fundación Moviendo Montañas (Municipalidad de Córdoba)
"Es una alegría poder firmar este acuerdo de colaboración mutua", expresó Mariano Oberlín.Foto: Municipalidad de Córdoba

Para continuar con la promoción del abordaje integral y comunitario de las problemáticas asociadas a la salud mental y a los consumos problemáticos, el intendente Daniel Passerini firmó un convenio marco de cooperación con representantes de la Fundación Moviendo Montañas, que incorpora al Centro de Acompañamiento Comunitario “Héctor Oberlin”, un espacio de referencia territorial para los vecinos de barrio Maldonado y alrededores.

"El enfoque busca conectar, integrar y humanizar a las instituciones de la sociedad en su trabajo junto al Estado", manifestaron desde la Municipalidad y destacaron que el Centro de Acompañamiento Comunitario “Héctor Guillermo Oberlín” se sumó para seguir integrando y expandiendo este entramado de espacios comunitarios, especializados en la orientación y acompañamiento de la Salud Mental y los Consumos Problemáticos.

“Es una alegría poder firmar este acuerdo de colaboración mutua con la Municipalidad de Córdoba, con quien venimos trabajando hace varios años, compartiendo la misma mirada. Esto incluye la puesta en valor del edificio para poder brindar una mejor atención, lo que nos pone muy felices”, expresó el padre Mariano Oberlín.

Por su parte, el subsecretario de Salud Mental y Adicciones, Lucas Torrice, manifesto: “Cuando el Estado se alía con estos dispositivos, recibe mucho más en términos de asistencia, cobertura y por la capacidad de acompañamiento comunitario que las organizaciones territoriales tienen en estás problemáticas, en lugares de la ciudad donde el Estado solo no alcanza”.

Impulsado por el religioso, líder y referente de esta obra desde la Parroquia Crucifixión del Señor, el Centro de Acompañamiento Comunitario (CAC) tiene un largo camino recorrido acompañando a los jóvenes y adolescentes inmersos en la problemática del consumo de sustancias.

Este espacio es además el lugar donde el intendente municipal ejerce cada sábado y desde hace nueve años su rol de médico, prestando voluntariamente su servicio, atendiendo a aquellos vecinos que se encuentran atravesando momentos difíciles.

El trabajo llevado a cabo por el padre Oberlin en este primer centro, fue el referente que inspiró la realización de varios espacios municipales dedicados a la salud mental y a las adicciones.

A partir de la firma del convenio se podrán estrechar lazos de cooperación recíproca y vínculos de carácter permanente, a los efectos de posibilitar el acceso a la salud de manera íntegra, estableciendo un espacio que sea una referencia territorial de proximidad.

De este modo, la fundación se articula en una red conformada por todas las organizaciones de la sociedad civil, públicas o privadas, las universidades, los distintos niveles del Estado (provincial, nacional y municipal) y que son parte del Consejo Municipal de Políticas Integrales en Salud Mental y Consumos Problemáticos (COPIPRED).

La firma de este convenio otorgará al centro no solo la incorporación y la atención de nuevos recursos humanos, sino que también dará la posibilidad de implementar la Historia Clínica Única Digital. La herramienta facilitará el acceso a la información de cada paciente, como también el acceso a turnos, colocándolo en un nivel de igualdad con el resto de los centros de atención municipales.

Durante el acto también se anunció el apoyo para la realización mejoras al actual edificio de la Fundación.

El centro hace hincapié en la promoción humana, social y laboral, desde una perspectiva humanística y cristiana, de adolescentes y jóvenes, especialmente de aquellos que se encuentren en situaciones de riesgo y vulnerabilidad social.

La intervención contempla distintas herramientas como el deporte, destacándose el futbol, la gimnasia y actividades artísticas como la orquesta sinfónica, además de talleres de oficios, herrería, carpintería, cocina y construcción, entre otros.

Forma parte del proyecto de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR), además de ser el primero en llevar el nombre de Centro de Acompañamiento Comunitario. Bajo esa concepción une lo institucional y lo territorial comunitario, a través de la contención y otorgando herramientas necesarias para que los jóvenes puedan desenvolverse dentro de la sociedad.

De ese modo, dotó de mayor alcance al trabajo preventivo y asistencial vinculado al cuidado de la salud mental y adicciones de la población atendida.

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