“Disfrutar de nuestras aves sin escapar de la ciudad”

Desde la protección de las especies autóctonas de la provincia y sus ambientes, la fundación Mil Aves propone salidas para valorar los ecosistemas a partir de las observaciones.

Ed Impresa 19/05/2023 Mónica Hernández
Cardenal comun
Para más información sobre cómo colaborar, visitar la página de la Fundación Mil Aves. Foto: gentileza.

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La Fundación Mil Aves empezó hace 6 años a reunirse y aprender gracias al deseo en común de sus integrantes de realizar acciones concretas en torno a la protección de las aves y sus ambientes. Este equipo multidisciplinario de trabajo puso su vocación para permitir que la asociación llegara hasta hasta el día de hoy y lograr todo lo que hizo a pulmón.

"Estamos enfrentando grandes consecuencias provocadas por la manera en que nos vinculamos con nuestro planeta. Es por esto que queremos seguir trabajando y concretando acciones para la conservación, educación e investigación sobre las aves y, a través de ellas, entender y valorar nuestros ecosistemas enteros. Para poder continuar con nuestras metas nos preparamos para dar un paso gigantesco en Mil Aves”, cuenta Guillermo Galliano.

Con esfuerzo y perseverancia lograron habilitar un sistema de débito automático seguro para recibir donaciones, de que quienes deseen y puedan contribuir con las acciones que realizan y sean partícipes claves en la causa.

Después de trabajar duro y gracias al apoyo recibido, ya sea por redes o acompañando en diversas propuestas, en este momento pueden proyectar acciones a futuro para seguir construyendo sus tres pilares: educación ambiental, conservación e investigación, que para lograr sostener los proyectos de esta ONG cordobesa.

Carpintero Campestre

Avistaje sustentable y en familia

Para realizar una linda actividad, desde Mil Aves Guillermo invita a “disfrutar de nuestras aves sin escapar de la ciudad, para ello organizamos una caminata por la Reserva Natural Urbana San Martín, acompañados por guías expertos. Lo mejor de todo es que este tipo de actividades son gratuitas y aptas para toda la familia”.

En la jornada llevada a cabo hace unas semanas, compartieron el recorrido por la reserva “para aprender juntos acerca de las hermosas aves que habitan en este lugar, sumándose a la oportunidad de aprovechar un día para conectar con la naturaleza en este gran pulmón verde de la ciudad de Córdoba”, añadió.

Con respecto a las loritas verdes que se ven en grandes cantidades en diferentes barrios de la ciudad, dijo: “Estas no son plaga; lo que pasó es que hubo una explosión pues se han colocado muchas plantas exóticas, como por ejemplo los eucaliptus, y un montón de otras plataformas que las loras utilizan para hacer sus nidos. Por lo cual no están más al alcance de sus depredadores. Con lo que, por ejemplo, una comadreja, un roedor o una serpiente no pueden llegar a ese nido. Además que le hemos dado vivienda segura y alimento a estas aves con los frutales que se colocan en los patios de las casas”, agregó el fotógrafo.  

Para más información sobre cómo colaborar, visitar la página de la Fundación Mil Aves. Para participar no importa si se es principiante o experto en la observación de aves. La próxima actividad de avistaje se realizará en el Parque Sarmiento, con fecha a determinar.


Jote cabeza negra

El jote cabeza negra, un reciclador natural

Es común ver a estas aves revoloteando por la zona de Nueva Córdoba o del centro. 

El jote negro de la foto semanas atrás se posó en las estructuras que sostienen los acondicionadores de aire del edificio de AFIP de Bv. San Juan y la imagen fue tomada por dos estudiantes que viven en un departamento contiguo. 

“Esta especie se observa cada vez con más frecuencia en las grandes ciudades. Se trata de un ave grande, de una envergadura alar de aproximadamente 1,50 m. y su color general es negro, con leve brillo metalizado. La cabeza y el cuello sin plumas, la piel es de color negro también. Al volar, coloca las alas en posición horizontal, observándose las puntas de las alas blancas por debajo”, contaron desde Mil Aves. 

Por otra parte, el vuelo es un planeo pasivo con aleteos rápidos de vez en cuando. Se elevan siguiendo las corrientes de aire caliente ascendente, así alcanzan grandes alturas desde donde podrán localizar su alimento y para lograrlo debe mantener sus plumas bien limpias y en perfecto estado. Esta técnica les permite volar por largos períodos de tiempo, ya que consume muy poca energía.

Mientras, Galliano sostuvo: “Los jotes son carroñeros, prefiriendo carne de cadáveres frescos; si no lo encuentran en dicho estado, recurrirán a carne más descompuesta. Con esta acción limpian de cadáveres los suelos y así evitan la propagación de enfermedades”, espacialmente así se los puede ver cazar pichones de otras aves como los de paloma, lo cual podría ser relevante considerando que estas aves son focos de infección para las personas.

Son aves monógamas, es decir, “tienen la misma pareja reproductiva hasta que uno de ellos muere y colocan uno o dos huevos por temporada, siendo los mismos blancos con pintas rojizas, marrones o lilas. Nidifican en huecos de árboles, sobre matorrales, sobre el suelo, en cavidades rocosas o cuevas. En las ciudades es común que aniden en chimeneas o en las bases de tanques de agua de edificios y casas. Más allá de toda la información aquí disponible, no nos olvidemos de la sensación de libertad que nos invade cuando vemos en lo alto su vuelo majestuoso”, finalizó Galliano.

 

  

Edición Impresa Nro.: 311

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