Los Túneles de Taninga: un paseo entre precipicios y cóndores

En el oeste provincial se encuentra esta maravilla artificial que se conjuga con la belleza natural de un área protegida, que resguarda parte del escaso y valioso monte nativo.

Turismo 09/09/2022 Vanina Boco
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Ubicados en el valle de Traslasierra, en el oeste cordobés, este circuito fue creado en la década del 30. Foto: Vanina Bocco.

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Especial para La Nueva Mañana

Córdoba está hecha de ciudades y pueblos que son atractivos turísticos por excelencia, pero también hay caminos que son un paseo en sí mismo. Ideales para una escapada de un día, para cambiar de aire y dejarse sorprender por la diversidad de paisajes de nuestra provincia.

Uno de esos paseos recomendados son los Túneles de Taninga. Ubicados en el valle de Traslasierra, en el oeste cordobés, este circuito fue creado en la década del 30 para unir a las provincias de Córdoba y La Rioja. Y, hace apenas unas semanas, terminó de ser pavimentado, completando el recorrido total de los cinco túneles situados sobre la Ruta Provincial N°28.

La obra fue inaugurada por tramos y este último comprende un recorrido que atraviesa Taninga, Las Palmas y Los Altos (Puesto del Águila), con una extensión total de 36,5 kilómetros.

Cómo llegar

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Para hacer este paseo, desde Córdoba hay que dirigirse hacia Mina Clavero por la Ruta Provincial N°34, y desde allí continuar por la 15. Es prácticamente una recta con un paisaje completamente llano y rural, muy distinto a lo que conocemos del valle de Traslasierra.

Esta recta nos deposita justo en la localidad de Taninga, donde el paisaje vuelve a cambiar y sorprende con una gran población de palmeras caranday.

En la rotonda, hay una oficina de Turismo donde te asesoran sobre los atractivos de la zona, el estado del camino en los distintos lugares que se quiere visitar, dónde comer y dónde alojarse. Vale la pena detenerse para interiorizarse más sobre los distintos lugares que conforman la región oeste. 

Desde allí, hay que doblar a la izquierda por la ya mencionada y recién inaugurada Ruta Provincial N°28. La primera imagen que se tiene en esa dirección es un cono casi perfecto que sobresale de la geografía del lugar. Se trata del Volcán Ciénaga que forma parte del sistema de volcanes de Pocho y cuenta con aproximadamente unos 1200 metros sobre el nivel del mar. Al verlo más de cerca, se nota que en realidad son dos cumbres que en, cierta perspectiva, se ve como solo una.

Pero, para llegar al circuito de los túneles hay que seguir andando. En el camino hay comedores donde se puede probar el plato estrella de la zona: el chivito. También hay otras comidas típicas que se ofrecen en los distintos poblados por los que pasa la ruta.

Los túneles

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El camino va serpenteando y tomando altura, lo que regala postales increíbles. Como una señal de llegada a destino, un grupo de cóndores vuela pacíficamente en un punto preciso de la ruta: justo donde se ubica el primer túnel.

Allí, hay un puesto de información en remodelación y un cartel que indica el comienzo del Parque Natural Provincial y Reserva Forestal Natural Chancaní. También hay un mirador que vale la pena visitar porque ofrece una vista privilegiada de los cóndores, claro, si la suerte acompaña y ellos se dejan ver.

De todas maneras, esta es una parada obligada porque permite admirar la magnitud de la Quebrada de la Mermela, lugar predilecto de estas aves y hogar de una vegetación frondosa.

El impacto de la creación de estas áreas protegidas de la zona de Chancaní se notan claramente: hasta el horizonte se ve un monte tupido, rebosante de vida. 

Apenas abandonamos el mirador, entramos al primer túnel que es uno de los más largos. El recorrido continúa zigzagueante y en la salida de cada uno de los túneles sorprende con paisajes al borde del precipicio y con quebradas impresionantes.

Depende el día y la hora, la zona puede presentarse más concurrida. Por ejemplo, puede pasar (como me pasó) que no haya lugar para detenerse en alguno de los miradores ya que todos quieren tener la mejor foto del lugar o quedarse contemplando, tomando unos mates y respirando ese aire fresco. En temporada de lluvias, también es posible ver distintos saltos de agua con varios metros de longitud. En esta época no pude apreciar ninguno, sí se nota la marca que dejan las cascadas en las sierras.

Los túneles son un paseo maravilloso, pero también son el portal de entrada a una de las áreas protegidas más importantes de la provincia y eso es parte de lo que se puede constatar en el paisaje. Miles de hectáreas de monte nativo que Chancaní ha logrado preservar debido a la aridez de la zona y que hoy arman una continuidad de preservación junto a la Reserva provincial y al recién inaugurado (en fase experimental) Parque Nacional Traslasierra. 

La Nueva Mañana - Edición Impresa 275

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