Talleres estuvo cerca de ganar pero San Lorenzo le igualó en el final

Hubiera sido algo heroico para Talleres ganar de esa forma en el nuevo Gasómetro, pero no supo resistir los embates de San Lorenzo y por eso terminó igualando 1 a 1, resultado que también se celebra, de acuerdo a cómo se fue desarrollando el partido.
Con un hombre menos, con un arbitraje permisivo, y varios fantasmas a cuestas, la "T" se trajo un punto que suma mucho para el conjunto de Pedro Caixinha, que le cuesta salir del fondo de la tabla de la Liga Profesional.
El partido tuvo todo tipo de emociones, desde festejos hasta suspenso, impotencia, sensaciones de injusticia y de justicia también, que en parte marca el proceso actual por el que atraviesa el conjunto albiazul: entre dos frentes y un ambiente un tanto convulsionado, de a poco Talleres amaga con acomodarse en la tabla.
El empate final termina graficando lo mejor de la T en la cancha, más allá de lo cerca que estuvo de la hazaña.
El gol albiazul fue tempranero, con el cabezazo de Matías Catalán en el corazón del área tras un centro de Rodrigo Garro, dejó sin respuestas a Torrico. Todo parecía tomar un cauce natural en barrio Jardín, buscando despegar del fondo de la tabla y también, mantener la mínima racha que le permita ganar confianza, algo que no sobraba en el vestuario.
Sin embargo el dueño de casa acechaba y cerca estuvo de empatar. De la mano de Bareiro, la velocidad de Cerutti y las apariciones de Giay, el conjunto de Pedro Caixinha sufrió un dolor de cabeza permanente.
De hecho, llegó la jugada puntual que pudo ser un lastre: penal por falta a Bareiro (inteligentemente se dejó caer ante el mínimo contacto), expulsión de Enzo Díaz y ponerse a 12 pasos de la igualdad. Pero la fortuna acompañó a Guido Herrera ya que el remate de Bareiro fue afuera, pasando al lado del palo derecho.
A reacomodar piezas y tablero para Caixinha. Fue Malatini de central, salió Garro, entró Pizzini por un extenuado Matías Godoy, de gran primer tiempo, al punto que le sirvió el gol a Federico Girotti antes del gol de Catalán, aunque el toque del ex River fue débil ante Torrico.
Y llegó la otra acción desafortunada que terminó siendo salvadora. Gol de Federico Gattoni tras un rebote pero luego del festejo general, esta vez el VAR estuvo del lado de Talleres, ya que percibió el árbitro Patricio Loustau la falta de Bareiro sobre Herrera y todo volvió a foja cero. Pero estaba claro que el control y la propuesta era completamente del local, ya que el albiazul comenzaba a renunciar paulatinamente al arco contrario.
Ingresaron Esquivel (¿No estaba desgarrado?) para tener la pelota, Julio Buffarini para aportar experiencia, ya que a pesar de estar lejos de su mejor forma física siempre aporta experiencia y aplomo, entonces los minutos se fueron consumiendo hasta que llegó el zapatazo de Barrios que puso paridad y justicia en el marcador.
El resultado deja conforme a Talleres aunque lo mismo mastica la bronca de que pudo haber tenido mucho más, algo que ya se volvió habitual en este proceso.
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