Limia: "El 18 de Marzo forma parte del patrimonio inmaterial de los cordobeses"

El legislador Leonardo Limia afirmó que el 18 de marzo, “Día de la Declaración de la Autonomía de la Provincia de Córdoba”, revela su "sonoro surgimiento en la historia nacional".

Córdoba 18/03/2022
Leonardo Limia
Según Limia, la autonomía se decretó en un contexto de "hegemonía portuaria y centralista" no distante al actual (Foto Gentileza)

El legislador Leonardo Limia afirmó que el “Día de la Declaración de la Autonomía de la Provincia de Córdoba”, que se conmemora cada 18 de marzo, "revela su mito fundacional, su sonoro surgimiento en la historia nacional, en un contexto donde la hegemonía portuaria y centralista no dista mucho de la que se vive en la actualidad".

A través de un comunicado que hizo público, el legislador repasa el proceso de determinación de esta fecha en el calendario de efemérides provinciales desde 2020 y recupera el antecedente histórico de la declaración de autonomía de 1820 y la figura del primer gobernador, Juan Bautista Bustos.

"Este viernes 18 de marzo nuestra provincia conmemora sus 202 años de existencia", introduce Limia su texto, en el que recupera la frase con la que cerró su alocución del 11 de marzo de 2020 en la Legislatura, previo a la sanción de la Ley Provincial 10689: "Sin fecha, no hay historia".

Esta nueva norma establecía “un conjunto de acciones conmemorativas del proceso político, institucional y constitucional liderado por el prócer argentino Brigadier General Juan Bautista Bustos, consolidado entre el 8 de enero de 1820 y el 21 de febrero de 1821”.

En ese acto se instituyó el 18 de marzo como el “Día de la Declaración de la Autonomía de la Provincia de Córdoba”.

Recupera Limia de su intervención de aquel día, también el siguiente párrafo: “Si algo tuvo de histórico ese día para los cordobeses es haber sabido tomar el lugar que nos correspondía; establecer y conmemorar la celebración del 18 de marzo, es volver a rescatar el auténtico espíritu que la autonomía debe tener, como aquel verdadero y único instrumento para que cada provincia, cada territorio, cada institución, sea artífice de su propio destino, en el concierto de una nación cada vez más federal en procura de alcanzar su propia identidad”.

A continuación, se transcribe el resto del comunicado del legislador Limia:

 ¿Qué sucedió el 18 de marzo de 1820 en Córdoba?

El 7 de enero de 1820 se produjo en Arequito (provincia de Santa Fe) la sublevación del ejército que Manuel Belgrano había comandado en el norte, y que Francisco Fernández de la Cruz conducía hacia Buenos Aires, obedeciendo órdenes del Director Supremo Rondeau, para combatir a los autonomistas del litoral. Encabezó el pronunciamiento de Arequito el por entonces Coronel Mayor Juan Bautista Bustos, quien se dirige luego hacia Córdoba, donde el Partido Federalista había ubicado en el gobierno, en reemplazo del mandatario doctor Manuel Antonio de Castro, al coronel José Javier Díaz. 

Aparece así en la escena política de Córdoba, con proyecciones nacionales, una figura de insospechados relieves. El 29 de agosto de 1779 ha nacido en Santa María de Punilla, Juan Bautista Bustos. En plena juventud ingresa en la milicia. Se distingue en la defensa de Buenos Aires contra los invasores ingleses, en 1807, y después en los ejércitos patrios. En 1820 era jefe del Estado Mayor del Ejército de Belgrano.

Cuando en Arequito asumió la responsabilidad del alzamiento, Bustos advierte con claridad la influencia que Córdoba iba a tener en el futuro nacional. EL 12 de enero escribirá, en marcha hacia Córdoba al gobernador de Santa Fe, Brigadier General Estanislao López, afirmando que no deseaba “otra cosa que la felicidad del País, casi arruinado por la guerra civil, que debemos terminar de un modo amistoso”. Más tarde, Bustos explicará al general chileno Bernardo O´Higgins, en carta del 27 de noviembre de 1821, que el fermento insurreccional estaba dominando al ejército desde tiempo antes del movimiento de Arequito, y que lo había encabezado cuando nada podía hacerse para evitar la actitud conspirativa.

En la proclama que el 7 de febrero de 1820 dirigió Bustos a las provincias, aseguró que no había hecho sino escuchar “la voz general de los pueblos”, argumentando asimismo que le había enseñado también “la experiencia, el diferente trato y la diversa correspondencia que merecían los hijos de las Provincias interiores, por más relevantes que fuesen sus servicios, su aptitud y sus talentos”. Calificaba severamente a quienes habían participado de la administración del gobernador doctor Manuel Antonio de Castro, para hacer luego una proposición de reunir en un Congreso Nacional en Córdoba, como un modo eficaz de unificar el país. La aludida reunión, fue la que Bustos trató inútilmente de concretar en 1821.

Bustos se presenta con sus tropas en la capital de la provincia, cuyo Cabildo había aprobado el 17 de enero de 1820 la “Declaración de la Soberanía de Córdoba”. El gesto revelaba la decidida acción que en el ámbito político estaban realizando los autonomistas. El 15 de febrero de 1820, el gobernador interino José Javier Díaz dispuso la reunión de la Sala de Representantes de la Provincia, para entender en tres asuntos principales: “…la elección del primer jefe de la provincia, en cuyo nombramiento debe tener parte toda ella; para la declaración pública y solemne de su independencia provincial; y en consecuencia para el nombramiento de personas de juicio, probidad, y luces que hayan de componer la Legislatura o Asamblea Constituyente de la Provincia, cuya formación es tan necesaria, y aún todo el alma del nuevo sistema de gobierno que se trata de establecer, porque ella es la que nos ha de dar las leyes fundamentales del gobierno económico y particular de la Provincia y todas las demás que abraza y compone a la administración pública”.

El 18 de marzo quedó instalada la Sala de Representantes, integrada por cuatro diputados de la Capital, uno de Villa del Rosario, uno de La Carlota y uno de Río Cuarto, así como uno por cada uno de los siguientes curatos: Río Tercero Abajo, Río Tercero Arriba, Pocho, Tulumba, Río Seco, Santa Rosa, Calamuchita, Ischilín, San Javier y Anejos. Empero, ni La Carlota ni San Javier tuvieron finalmente representación.

A partir de ese día se convertiría a la Intendencia de Córdoba en Provincia, declarando la “independencia federativa de Córdoba” y designando primer gobernador de la Provincia al Brigadier General Juan Bautista

 Declaración de la Autonomía Provincial

La reunión fue inicialmente presidida por el gobernador interino, Coronel José Javier Díaz, quien explicó que en su documento de convocatoria había simplemente indicado los principales objetivos que podrían considerarse. Lo aclaró ante la reticencia formulada por uno de los representantes, en el sentido de si “los poderes debían considerarse ceñidos por las órdenes del Gobernador a que se refieren o en la plenitud para cuanto ocurriere en la provincia en absoluta independencia y restauración de su soberanía”.

Elegidas las autoridades de la Sala de Representantes, no sin antes plantearse otras cuestiones reveladoras de la lucha política entre las dos fracciones federalistas integrantes de la asamblea, fue designado presidente don Carlos del Signo, que era entonces Alcalde de Primer Voto en Córdoba, y Secretario el doctor Juan Antonio de Saráchaga.

Ese mismo día se dio una declaración que aludía a la sublevación del ejército en Arequito, comandado por Bustos, y declaraba en su parte final:

“Nos, los Representantes de la Provincia, usando de la plenitud de nuestros poderes, la aprobamos y sancionamos (referíase a la proclamación de la soberanía de Córdoba hecha por el Cabildo el 17 de enero de 1820) declarando en la forma más solemne: que la soberanía de esta Provincia reside en ella misma y por su representación en esta Asamblea, entre tanto se arregla su constitución que como tal Provincia libre y soberana no reconoce dependencia, ni debe subordinación a otra, que mira como uno de sus principales deberes la fraternidad y unión con todas, y las más estrechas relaciones de amistad con ella, entre tanto reunidas en Congreso General, ajustan los tratados de una verdadera federación, en paz y en guerra, que aspira, de conformidad con los demás; que concurrirá con todos sus esfuerzos y cuanto prenda de sus recursos a la guerra del enemigo de la libertad común, aún cuando se haya organizado la federación de Provincias, sirviéndole de bastante pacto obligatorio a sostenerlas por su parte, el honor de toda la América, el suyo propio, la fraternidad y más íntima unión que profesa a las Provincias hermanas”.

El sentido de la “autonomía” y el caso en otras provincias

Reconocernos como una provincia autónoma del poder central no fue una tarea fácil para los primeros asambleístas que sesionaron aquel 18 de marzo de 1820; ser el primer gobernador de la Provincia de Córdoba, tampoco debió ser fácil para el Brigadier Gral. Juan Bautista Bustos.

Pero tal vez y seguramente sin saberlo, constituyeron e instituyeron la piedra fundacional de la idiosincrasia de un pueblo, que luchó siempre y trabajó para crecer, transformando a Córdoba en una de las provincias más importantes de nuestra nación, teniendo un rol activo en las grandes conquistas sociales, transformándose en un polo industrial, educativo, cultural y social.

Simbolismo y representación de contar con una fecha histórica

El “18 de Marzo” ya forma parte del patrimonio inmaterial de los cordobeses y revela su mito fundacional, su sonoro surgimiento en la historia nacional, en un contexto donde la hegemonía portuaria y centralista no dista mucho de la que se vive en la actualidad.

Conmemorar nuestra primera fecha provincial, la de todos los cordobeses, debe estar por encima de todo antagonismo ideológico o político, ya que de ella depende la calidad de los vínculos, de las representaciones colectivas, de la naturaleza de la comunidad, de las relaciones entre los actores sociales presentes.
Es por ello, que rescatar una fecha histórica constituye también un acto de reivindicación de nuestra identidad provincial, de la conciencia de pertenencia, del lugar de la memoria.

Pero el significado de este pasado no se puede captar fuera de su relación con el presente y el futuro. Si el pasado ya no existe, eso no significa que sea sin consistencia, sin importancia, sin impacto en el presente. Además, el presente no existe sin el pasado. Es una emanación de él. El pasado es lo que estructura el presente. 

Por tanto, una fecha histórica es una “escenificación”, un “significado” y una “configuración” de la relación con el pasado. Resalta la fuerza, la vitalidad y el dinamismo  de nuestra historia y sus hombres, cuya esencia sigue imprimiendo su huella en el presente. Esta fecha histórica, la del “18 de Marzo”, revela así el sentimiento de pertenencia a una comunidad como la de Córdoba, cuyo significado le proporciona la conciencia histórica, común y continua que nos definió, define y seguirá definiendo como cordobeses.

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