El colectivo no paró porque iba lleno y un usuario se colgó del retrovisor hasta romperlo: “¡Abrí la puerta!"
Ocurrió este jueves en Duarte Quirós al 2.100. El hombre esperaba el colectivo junto a su hija para ir a la escuela. Al no frenar el bus, se paró en medio de la calle reclamando que el chofer abriera la puerta. Finalmente se abalanzó sobre uno de los espejos hasta torcerlo.