Científicos de la UNC sugieren usar azitromicina contra efectos del Covid-19

A partir de una infección espontánea que ocurrió en el Bioterio del Instituto de Biología Celular, tres especialistas médicos investigaron el virus hace más de 30 años. Aquí, sus conclusiones.

Ed Impresa 08/08/2020
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En el invierno de 1987 las ratas del Bioterio del Instituto de Biología Celular de la Universidad Nacional de Córdoba comenzaron a morirse. Ese fue el puntapié de una investigación que reveló la presencia de coronavirus en los roedores y que se extendió durante más de dos décadas. Entre los distintos resultados obtenidos por el equipo médico y científico que llevó adelante el trabajo, se destaca el uso de la azitromicina en el tratamiento contra los efectos del virus de la pandemia que ya suma más de 700 mil víctimas fatales en todo el mundo.

El equipo que llevó adelante la investigación de coronavirus en la UNC hace más de 30 años está integrado por Humberto Cabral, médico infectólogo, actual profesor consulto de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC y ex director del Instituto de Biología Celular; Mónica Glocker, especialista en Anatomía Patológica y ex docente e investigadora de la FCM, UNC; y Juan Carlos Muiño, especialista en inmunología, y ex jefe de Clínica Médica y sección de Alergia e Inmunología del Hospital Misericordia.

“Tenemos algunos datos de nuestra experiencia que quizás pueden ser de utilidad en este tiempo del gran problema por el coronavirus Covid-19. Creemos que los tratamientos médicos que se están haciendo en Argentina, más el aislamiento social obligatorio, por ahora son la mejor y prudente medida. Pero consideramos importante dar a conocer esta investigación", señalan los médicos a La Nueva Mañana.

"El coronavirus lo que hace es abrir, para decirlo gráficamente, la 'tranquera' a los gérmenes que siempre están y aún más en el invierno. Lo que arrojó nuestra investigación, donde utilizamos antibiótico azitromicina en ratas infectadas, es impedir que esos gérmenes que vienen y se reproducen en esos tejidos, lo puedan hacer. En nuestros estudios, el antibiótico no le quitó el coronavirus a los animales pero sí impidió que murieran", explica Cabral.

Este estudio científico fue presentado en el año 2006 en el Congreso de la Academia Americana de Alergia; Asma e Inmunología bajo el título “Lung Features of Infection with Corona Virus in Wistar Rats” by Monica Glocker, Humberto Cabral and Juan Carlos Muiño, Res. 390 in Supplement of J. Allergic and Clinical Immunology”, llevado a cabo en Miami, Estados Unidos.

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Humberto Cabral, Juan Carlos Muiño  y Mónica Glocker investigaron el virus hace más de 30 años, a partir de un brote en las ratas de Bioterio del Instituto de Biología Celular de la UNC.

La detección de coronavirus en la UNC

La infección por coronavirus de la colonia de ratas Wistar del Instituto de Biología Celular de la UNC apareció durante experiencias para la tesis de doctorado de la doctora Mónica Glocker, presentada en 1993.

Ésta consistía en estudiar el efecto de alimentación deficiente en ácidos grasos esenciales en el desarrollo de la placenta de ratas. “Se manifestó un estado de desmedro en los grupos que recibieron dietas deficientes en ácidos grasos esenciales. En la autopsia de las ratas que murieron, se observaron alteraciones microscópicas localizadas principalmente en los aparatos respiratorio y urinario. Así, los pulmones mostraron focos neumónicos, engrosamientos de los septos alveolares, congestión y edema”, explica la anatomopatóloga a este medio.

Fue así que Glocker y Cabral convocaron al inmunólogo Juan Carlos Muiño quien extrajo plasma sanguíneo y detectó que las ratas estaban inmundeprimidas. “Pasaban los años y las ratas se seguían muriendo. Y no solo de fibrosis pulmonar, tenían mal transporte de oxígeno por su hemoglobina. Esto evidenciaba un severo déficit de la inmunidad humoral y celular en esos animales. Posteriormente, enviamos suero sanguíneo obtenido de las ratas enfermas al NEI de Estados Unidos y allí el Dr. J. Sztein diagnosticó títulos altos para Coronavirus y Parvovirus, descartando Hantavirus”, detalla por su parte Cabral.

Luego, en el año 2003, el investigador y ex director del Instituto de Biología Celular realizó experimentos de inmunohistoquímica sobre cortes de tejidos conservados en parafina, de ratas que habían muerto afectadas, logrando demostrar infección por coronavirus en pulmón, timo y varios órganos más en esos roedores. “Habían pasado casi 20 años y seguía habiendo coronavirus en el ratario. Incluso, en el mismo año, habiendo obtenido ratones sanos Balb/c del bioterio del Instituto Roffo de Buenos Aires, al entrar en contacto con las ratas Wistar en el bioterio de nuestro Instituto también enfermaron de coronavirus”, recuerda Cabral.

En relación a la fuente de la infección, los investigadores no descartan un posible contacto de las ratas Wistar con otros roedores salvajes, que podrían haber ingresado a las instalaciones del Bioterio, por una ventana que quedaba abierta para ventilación.

La experimentación con azitromicina y recomendaciones

Para frenar la muerte de las ratas, los científicos decidieron incorporar antibióticos, suministrándolos por vía oral en el agua de la bebida. Primero probaron con Wincef, que no arrojó mayores resultados. Pero luego, al utilizar azitromicina, sobre cuyo efecto en infecciones por coronavirus no existían datos hasta ese momento, se produjeron evidentes mejorías, disminuyendo la enfermedad y la mortandad en los animales.

Los estudios histopatológicos de las ratas tratadas con este antibiótico mostraron que disminuyeron las lesiones pulmonares y mejoraron también los daños de otros órganos.

"Esas son observaciones que hicimos hace ya varios años, y creemos conveniente destacarlas. Esos resultados nuestros, adquieren mayor relevancia frente a datos muy recientes de otros autores. En efecto, se han difundido los resultados de un estudio realizado en Francia con 20 pacientes afectados por Covid-19 que mejoraron con el suministro de azitromicina", contextualizan los investigadores.

“Creemos que el modelo de infección por coronavirus en la rata Wistar podría ser de utilidad actual por cuanto, los daños y síntomas que hallamos en los animales son similares a lo observado actualmente en las infecciones de humanos. En ese marco, consideramos importante, dados los resultados que obtuvimos en nuestra investigación, y frente a la realidad que se nos presenta en este año 2020, recomendar, para el tratamiento de los pacientes diagnosticados positivos para coronavirus y ante los primeros síntomas de enfermedad, la administración vía oral de azitromicina, para mitigar los daños inducidos por dicha afección, suministrándoles el primer día un comprimido de 500 miligramos, luego el segundo día 250 miligramos, hasta el séptimo día de tratamiento. Siempre registrando la evolución clínica de los pacientes a efectos estadísticos de investigación clínica. Cabe recordar que, si bien dicho antibiótico es comercializado por distintos laboratorios en nuestro país, se encuentra disponible también como medicamento genérico en el mercado farmacéutico nacional, a un precio más económico”, completan los científicos.

 

 

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