Más de 14.000 cordobeses ya colaboran con Médicos Sin Fronteras

La organización de ayuda humanitaria radicó su primera sede nacional en Córdoba, en 2001. Hoy cuenta con unos 100 mil socios en todo el país, y unos 120 profesionales de Latinoamérica trabajando en sus proyectos, de los cuales el 80% es argentino.

Córdoba31/07/2017 Gabriela Yalangozian
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Médicos Sin Fronteras (MSF), la organización social de ayuda humanitaria internacional con 46 años de experiencia, se radicó por primera vez en Argentina en 2001 por iniciativa de Claudia Ermeninto, una médica cordobesa.
Si bien su sede primaria fue en nuestra provincia, años después, por una cuestión logística, se trasladó a Buenos Aires, sin olvidar sus raíces cordobesas.
Pasaron 16 años y hoy la oficina trabaja de manera regional para toda América Latina de habla hispana, reclutando no sólo profesionales que quieran salir “a terreno” sino que también ejerce la representación institucional de la organización, la comunicación, y la recaudación de fondos por parte de los socios en nuestro país.
En la actualidad, unos 100 mil argentinos colaboran económicamente con la organización: 14.500 son cordobeses. Además, unos 120 profesionales de toda la región (el 80% son argentinos y varios de ellos cordobeses) trabajan en proyectos de la organización alrededor del mundo.

Ayudar y dar testimonio

El periodista Pablo Krause, responsable de prensa en la oficina de MSF en Argentina, ingresó hace cuatro años a esta organización que nació en 1971 en París y que cuenta con 5 millones de socios en todo el mundo.  De visita por Córdoba y en diálogo con LA NUEVA MAÑANA, relató que además de difundir la tarea de asistencia a poblaciones en necesidad, independientemente de su ideología, política, raza o religión, existe un mandato desde el inicio de esta organización que es “dar testimonio sobre esas poblaciones que están en crisis y que se enmarcan en contextos olvidados, de los que mucho no se habla”.

Desde que ingresó a la organización, Pablo viajó en algunas oportunidades a brindar apoyo “en terreno” ante necesidades muy puntuales. “Estuve en 2014 en Colombia, cuando elaboramos un informe sobre la situación en ciertas comunidades previo acuerdo de paz. Fue la primera vez que tomé contacto con los pacientes. Luego entre 2014 y 2015 brindé apoyo de comunicación durante el brote de ébola en África Occidental, en Sierra Leona”, narró.
Además, Krause precisó que las poblaciones asistidas se encuentran en escenarios en conflicto, y otras llevan crisis prolongadas, pero todas ellas tienen necesidades humanitarias muy graves. “Esa es la razón por la que nos definimos como una organización de emergencia”, comentó

Presencia en Argentina

La pregunta se repite y es muy frecuente durante las campañas para captar nuevos socios y aportes económicos. Con tantos colaboradores argentinos, ¿por qué Médicos Sin Fronteras no brinda ayuda sanitaria en nuestro país?
“En este momento, no hay proyectos de ayuda en Argentina, pero sí los ha tenido en otras oportunidades: en la crisis del 2001/2002, se le dio apoyo a hospitales y centros de salud en el Noroeste argentino. También se actuó en las inundaciones de Santa Fe. Pero nuestra misión como organización humanitaria es estar en aquellos lugares donde otros organismos no pueden o no quieren llegar”, precisó Krause.
“También tenemos que ser muy responsables con el dinero que nos dan nuestros socios. Y hacerlo rendir de la manera más eficiente posible para poder llegar a la mayor cantidad de gente. Si bien hay necesidades, no solo en Argentina, sino también en muchos países del mundo donde no está Médicos sin Fronteras, lamentablemente tenemos que priorizar cuáles son las crisis más graves en el mundo y enfocar allí nuestra atención”.

Aportes económicos y voluntariado

MSF se financia a un 96% por aportes individuales de sus socios, personas que deciden hacer un aporte económico voluntario. La colaboración la realizan a través de tarjeta de débito o crédito, y de un CBU. El socio además puede conocer el rendimiento de cuentas y el destino del dinero donado, en las páginas web de la institución.“Ese es el mecanismo que se adopta en todo el mundo, por razones de transparencia y también de continuidad. Hoy en día, estamos en más de 70 países en el mundo, con más de 400 proyectos de ayuda humanitaria. Ese aporte de ciudadanos comunes nos permite poder movernos con independencia, no solamente económica, sino también sin condicionamientos de poderes económico, políticos, militares o religiosos”, aseguró el voluntario de la segunda organización humanitaria más grande del mundo después de la Cruz Roja.
En cuanto a voluntariados, Krause precisó que no sólo se reclutan médicos, sino también responsables de RR.HH., financieros, logistas, psicólogos, bioquímicos, y farmacéuticos, entre otros profesionales.

Aunque MSF se refiere al reclutamiento de profesionales como voluntariado, desde hace años la organización apostó a la “profesionalización” de la ayuda humanitaria. “Se recibe un salario por el trabajo, el cual es modesto al lado de lo que ganaría un cirujano en una clínica en su país”, señaló el comunicador.
“La organización cubre todos los gastos de traslados y se le da al voluntario una módica suma para que al regreso de su misión – se pide una disponibilidad de entre seis meses a un año- cuente con un colchón financiero que le permita reinsertarse en la sociedad, en sus trabajos y en su vida cotidiana”.La forma de inscribirse para ser voluntario o para colaborar económicamente, es comunicarse a través de su página de Internet .

“No hay requisitos para el voluntariado en cuanto a estado civil: pueden ser solteros o tener familia. No hay límite de edad. Hay muchachos jóvenes con un espíritu aventurero, o cirujanos con más de 60 años que han estado operando en Yemen y Afganistán hasta hace seis meses. Mientras la persona se sienta capacitada para cumplir esta tarea humanitaria y tenga la disponibilidad y la entereza para cumplir con esa función, es bienvenido”, concluyó Pablo Krause.

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