Con Pichetto, Macri busca reconquistar al electorado cordobés

Desde las Paso del 2015, el Presidente tiene a Córdoba como su territorio predilecto. Hoy vuelve a iniciar un camino para ganar, según el nuevo relato oficial, en primera vuelta.  

Ed Impresa 12/07/2019 César Martín Pucheta César Martín Pucheta
Macri-Pichetto © NA
(Foto: NA)

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Especial para La Nueva Mañana

La algarabía de la noche de Marcos Juarez en el bunker del entonces intendente  electo Pedro Dellarrosa parecía marcar un cambio de época. Desde Buenos Aires, los principales referentes del PRO se arrimaban a un festejo que iban a ensayar por un largo rato en tierras mediterráneas. "Hoy se abre un camino desde Córdoba, la Argentina va a un cambio. Juntos somos imparables" decía el por entonces Jefe de Gobierno porteño que había llegado al sureste cordobés con Gabriela Michetti. Ese día, dicen, comenzó el romance que un año más tarde iba a garantizar a Mauricio Macri su máximo logro político, y lo iba a convertir en Presidente de la Nación.

Aquella primera experiencia victoriosa de septiembre de 2014, protagonizada por el PRO y la UCR, fue tomando forma de alianza con el paso de los meses y las idas y vueltas de la política nacional. El 10 de junio del año 2015, se oficializó en la Justicia Electoral el nacimiento de la alianza Cambiemos. El paso previo al formal había tenido lugar en la Convención de la Unión Cívica Radical de marzo de ese año, cuando el partido centenario había decidido dar el salto definitivo para integrarse a la propuesta que ya integraban el PRO y la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Más tarde se sumaron otros partidos menores como el Partido FE del “Momo” Venegas, el Partido Unión por la Libertad de la hoy ministra Patricia Bullrich, el Partido Conservador Popular y el Partido Demócrata Progresista. En Córdoba, esa alianza sumaba al Frente Cívico liderado por el entonces senador Luis Juez. Así nació Cambiemos.

Primer romance

Las primeras experiencias electorales cordobesas no fueron positivas. Juan Schiaretti venció en las elecciones provinciales de julio del 2015 a la primera formación de Juntos por Córdoba que llevaba de candidato a Oscar Aguad y la experiencia de armado político empezó a tener sus primeros cimbronazos cuando Juez decidió enfrentar a Mestre en la pelea por la intendencia de la capital. El radical dio un respiro al macrismo que había sido duramente derrotado en las primarias en las que arrasó José Manuel De la Sota, con su precandidatura como integrante del frente UNA. Cuando, al ser vencido por Sergio Massa en la interna, el ex gobernador quedó afuera de la pelea, el camino para Macri se allanó de modo definitivo.

El 22 de octubre, Macri cerró su primera campaña presidencial en el Orfeo Superdomo de la capital provincial. “Llegó la hora de que lo hagamos, queremos contarle a nuestros hijos que somos protagonistas del momento histórico de la Argentina, dentro de unas horas con el poder del voto vamos a definir en qué Argentina queremos vivir”, clamó ante una multitud que lo acompañó en su propuesta de hacer “un Cordobazo del crecimiento”. Cuatro días más tarde, Macri obtuvo 1.155.333 votos. Un mes más tarde, en el mano a mano con Daniel Scioli, esa suma se elevaría a los 1.546.831. Es decir, el 71,5% de los sufragios emitidos.

Segundo romance

Desde su asunción, el primer Presidente nacido en Tandil de la historia argentina, referenció a Córdoba como su “provincia preferida”. La visitó una veintena de veces y desde territorio mediterráneo creó una buena parte de su relato histórico. Su buena relación con Juan Schiaretti y sus sucesivas victorias electorales le permitieron crear un faro de referencia al que todos pintan de amarillo a la hora de analizar las coyunturas electorales y hacer especulaciones.

En la elección de medio término, con Cristina Fernández como principal foco de atención presentándose como candidata a senadora en el Provincia de Buenos Aires, el Presidente volvió a cerrar campaña en tierras cordobesas. Sólo pudo hacerlo en las primarias de agosto, en la Plaza de la Música. En octubre, la aparición del cuerpo sin vida de Santiago Maldonado en el Río Chubut horas antes de las elecciones hizo suspender la actividad proselitista que el Presidente también había decidido encabezar junto a su militancia predilecta. Pese a la crisis que ya afectaba a la mayor parte de los argentinos, Cambiemos obtuvo en Córdoba unos 996.950 votos, asentándole un duro golpe al peronismo provincial que empezó a caminar con las defensas bajas hasta su recuperación de mayo del 2019.

Todos los romances

La llegada de Miguel Ángel Pichetto al universo Cambiemos generó un movimiento al interior del oficialismo, tan impensado tiempo atrás como la propia inclusión del flamante compañero de fórmula de Mauricio Macri. Juntos por el Cambio, tal como se llama la alianza macrista que incluyó al histórico peronista, inaugurará en el territorio mediterráneo un nuevo desafío que se relaciona directamente con el relato inaugurado en la cumbre del miércoles en Parque Norte y que advierte que “se puede ganar en primera vuelta”.

“Ya sabemos que hay que tomar con pinzas lo que dice Durán Barba, pero el planteo no parece descabellado, la polarización es muy grande”, dijo uno de los referentes del PRO en Córdoba al ser consultado por La Nueva Mañana. El partido del balotaje, como supo definirlo alguna vez el analista Enrique Zuleta, se juega todo a un cambio de camiseta. Y Córdoba aparece, una vez más, como lugar neurálgico por dos razones particulares. 

Por un lado, el peso natural del electorado en la sumatoria para la elección general. Por otro, porque la provincia es un territorio en el que el oficialismo sabe que tiene, y que necesita, votos peronistas. Esos que vino a disputar Alberto Fernández con su visita al gobernador el pasado miércoles.

Dos figuras emergerán este viernes como centrales para la estrategia cordobesa. En primera instancia, la de Pichetto, un hombre que pese a la baja estima pública que parece cosechar su imagen es visto cada vez con mayor simpatía por una parte del electorado que exigía a Macri definiciones más tajantes sobre algunas cuestiones de tinte ideológico. 

“No sé qué se habla en estas reuniones pero cuando vino Pichetto, los gritos se escuchaban desde afuera” deslizaron desde el Centro Cívico para describir una situación que poco trascendió tras la visita del rionegrino al panal. Algo parece haberse roto entre los otrora socios fundadores de la extinta Alternativa Federal y, por eso, dicen que Macri ni siquiera se preocupó en pedir una audiencia de la fórmula con Schiaretti, que ayer se fue a España. El Presidente sabe cuándo y cómo es el momento del abrazo con su amigo gobernador.

La otra figura que parece resurgir en la Córdoba electoral es la de Luis Juez, que aparece como escondido en la lista de candidatos a diputados, pero cuyo peso simbólico ocupará una centralidad excluyente en la campaña. De la última elección provincial y local, algunos operadores de la Casa Rosada entienden que el líder del Frente Cívico compartió una parte (mínima) del electorado con Juan Schiaretti y que hacia ese lugar deben apuntarse todos los cañones. El origen peronista de Juez y su verba alejada de los modismos políticamente correctos de una buena parte del PRO provincial también tendrán un eje central en la estrategia que buscará atraer los votos populares lejanos al oficialismo.

Asegurado el voto propio y, garantizada la paz entre las facciones más importantes del radicalismo, Juntos por el Cambio irá por el peronismo cordobés. El primer paso se definirá en la jornada de hoy. Con confirmación al caer, desde el oficialismo ya descuentan que el jueves 8 de agosto, Macri y Pichetto cerrarán su campaña en Córdoba. 

  

 

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