Instituto no pudo mantener su racha y dejó pasar una gran chance de comprometerse de lleno con el ascenso. Le costó asimilar el gol recibido y de esa forma, se fue cayendo hasta decantar, más allá de que había mostrado una mejor imagen que el rival.

Fue derrota en Mendoza ante Gimnasia por 2 a 0, por la fecha 26° de la Primera Nacional, y vuelve a caer luego de siete partidos; aunque lo mismo continúa como escolta. Pero el sabor amargo de boca es porque cuando tuvo sus oportunidades no llegó a facturar y terminó resignando los puntos en juego que lo podían acercar más a la cima. 

Y eso que en el primer tiempo fue mucho más claro con la pelota el elenco de Alta Córdoba. Con los retornos de Leonardo Monje y sobre todo de Gabriel Graciani , el DT Lucas Bovaglio contaba con la mayoría de sus elementos para armar algo parecido al equipo ideal, más allá de los recursos disponibles que cada vez son más. En esa etapa generó más peligro y tuvo espacios para buscar el golpe, con un activo Franco Watson y un Patricio Cucchi que tuvo la más clara antes del descanso, con un remate defectuoso que pasó cerca del palo.

De hecho el propio Cucchi había anotado un tanto que fue invalidado por off side, un tanto dudoso.

Parecía que el gol era cuestión de esperar, ya que el dominio era claro.Pero nunca pudo reponerse del golpazo del gol luego del vestuario del local. Antes del minuto en la reanudación Oscar Garrido mandó un zapatazo desde afuera del área al ángulo, imposible de atajar para Jorge Carranza. Fue un impacto anímico difícil de sobrellevar, la actitud fue otra y la pelota pasó a ser con tenencia compartida, pero con un Gimnasia mucho más agrandado, que incluso de contra tuvo algunas corridas que no llegaron a la red por falta de precisión.

Bovaglio mandó a la cancha a Santiago Rodríguez y a Catriel Sánchez, en busca de profundidad, algo que consiguió en cuenta en cuentagotas, pero ya la fragilidad era palpable, al punto que en un nuevo error defensivo, el recién ingresado Mario Galeano corrió 20 metros con la pelota y definió con claridad ante la salida de Carranza, para sellar el destino del partido.

Ni siquiera el remate del final de Catriel Sánchez en el palo pudo torcer la fortuna que a esa altura parecía escrita.

La derrota duele por la posibilidad perdida de seguir descontando puntos al líder Belgrano, por caer ante un rival directo que ahora acecha pero se rescata la actitud del final, donde mereció descontar, pero entre los apuntes pendientes queda la falta de contundencia en una etapa favorable y la escasa capacidad de reacción ante el gol recibido.

No es dramática la situación, continúa segundo (con 47 puntos y un partido más que San Martín de Tucumán) pero igual regresa a Alta Córdoba con una sensación amarga.