Encontraron sin vida a Cristina Vázquez, en un departamento de Misiones

Víctima de la (in)justicia patriarcal, Cristina Vázquez permaneció 11 años detenida por un crimen que no cometió. A finales de 2019, fue absuelta y liberada. Hoy, miércoles 26 de agosto, fue encontrada sin vida en un departamento de la ciudad de Posadas donde residía.

La Policía de Misiones confirmó el hallazgo en horas de la tarde y aún desconocen las causas de la muerte de la mujer, y algunos incidios señalan que podría tratarse de un suicidio.

Cristina, de 37 años, había sido condenada junto a Cecilia Rojas por el homicidio de Erselida Lelia Dávalos, de 79 años, quien fue asesinada a golpes en julio de 2001. Tras más de una década, la Corte Suprema ordenó su liberación el año pasado, y argumentó que Justicia de Misiones no había respetado el debido proceso y no había fundamentos para condenarlas. 

La defensa de las dos mujeres logró que el máximo tribunal aceptara un recurso de queja y que anulara la sentencia.  

Los investigadores concluyeron que el crimen había ocurrido durante un robo, y que se habían llevado dinero y joyas, si bien las puertas y ventanas no habían sido violentadas.

La pesquisa llegó a Rojas por una mujer que aseguró haber visto a Ricardo Jara, pareja de la mujer vendiendo pertenencias de Dávalos. A Vázquez la arrestaron por ser amiga de la pareja y vecina de la víctima. Los tres fueron condenados en 2010.

“Me condenaron por ser mujer”

“Me condenaron por ser mujer y pobre, por prejuicios porque fumaba marihuana y tenía materias previas”, sostuvo Cristina en 2017, durante una entrevista a Página 12, cuando aún permanecía detenida en el penal de Ezeiza.

Tras recuperar su libertad, la mujer pidió que su causa sea tenida en cuenta para comprender las injusticias que tienen lugar en todo el país. “Yo quiero que esta causa, que estos 11 años que estuve presa siendo inocente sirvan para que los jueces, la Justicia misionera y la del país cambien, que simplemente hagan lo que tienen que hacer, que cumplan con la ley, con la Constitución y los códigos”, exigió.

Cristina soñaba con ser azafata y estudiar gastronomía, según señalan diferentes entrevistas que brindó a medios misioneros.

“Tuve que esperar 11 años, pero a fin de cuentas valió la pena porque se hizo justicia y era lo que yo esperaba y era lo que yo vengo diciendo desde siempre: que soy inocente”, aseguró el año pasado a El Territorio.