Cuando la ciencia toma forma en las aulas

Guardapolvos blancos y camisetas de un sin fin de colores se divisan a lo lejos. Afiches, cartulinas y soportes agregan otros condimentos a una jornada gris de mediados de octubre. Mientras algunos niños caminan de la mano junto a sus maestras, otros deciden recorrer por última vez cada uno de los rincones del Complejo Ferial, que les abrió sus puertas a lo largo de tres días. Algunos la jugaron de locales; otros trasladaron sus mochilas desde lejos. Pero todos quisieron estar en las bodas de oro de la Feria de Ciencias y Tecnología que desde este año lleva el nombre del científico Alberto Pascual Maiztegui, uno de sus mentores.

Un grupo de jóvenes del nivel medio se abren paso entre los pasillos y corren a reencontrarse con aquellos compañeros del stand vecino de Villa Dolores; es que difícilmente puedan dejar atrás las risas que se apoderaron de cada uno de los almuerzos.

Los docentes no son ajenos a ese clima de despedida. Entre ellos también se saludan y se felicitan por la tarea cumplida con esmero, en otro ciclo que termina. Saben que en esta oportunidad lo aprendido va más allá de un programa académico. Saben que las vivencias de esos cientos de alumnos de todos los niveles educativos se volverán parte de un valioso imaginario que quedará registrado en selfies y cuadernos.

Proyectos que nacen en el cole

La emoción se percibe en el aire, en las miradas y en los aplausos de quienes comienzan a guardar las piezas del proyecto que pusieron en el mostrador. No importa la decisión de los evaluadores, importa haber dejado huella en otros. Y esa tarea fue más que cumplida en esta edición especial, según comenta Juan Manuel Araoz, profesor del Ipetym 73 de La Calera.

“Es el cuarto año consecutivo que venimos a este fabuloso encuentro. Los chicos se acercan a otras perspectivas del conocimiento, a otra forma de hacer”, relata entusiasmado ante el micrófono de La Nueva Mañana, mientras comienza a recolectar los folletos y carpetas del stand 23 que sirvieron de respaldo durante la presentación de “LCD: Lombri Composta Digital”. Recuerda además que preocupados por el alarmante porcentaje de desechos orgánicos que se arrojan diariamente a la basura, los alumnos de sexto año decidieron darse a la tarea de investigar acerca del impacto que esa nociva práctica tiene en el medioambiente.

Mientras ‘el profe’ brinda una interesante lección, el público cautivo que se da cita en cada uno de los puestos que aún siguen en pie se suma a la escucha: “Nuestra propuesta fue crear un sistema de lombricultura automatizado para que todo aquel que desee adquirirlo, pueda hacerlo de forma simple. El mecanismo electrónico que desarrollamos permite producir abono y reemplazar los fertilizantes químicos, por medio de un material de alta calidad que se deposita en un recipiente adaptado a las necesidades del procedimiento”, detalla orgulloso en compañía del grupo de cuatro alumnos -dos chicas y dos chicos- que se suman con intrepidez a la exposición.

“Acá presentamos el modelo beta, pero estamos desarrollando un equipo que nos permitirá aplicar el sistema a gran escala en nuestra localidad. Esto nos posibilitará colaborar con el bienestar de la comunidad”, agregan Elisabet y Fernanda ante la pregunta curiosa de un miembro de la platea improvisada que se forjó en instantes.

Una foto y el recorrido de los visitantes continúa, al ritmo que marcan las agujas del reloj. Las láminas y los prototipos dejan de formar parte del horizonte para transformarse en equipaje.

“Nuestros chicos buscan convertirse en protagonistas de la sociedad”

Cada uno de los espacios de Ferial retorna poco a poco al vacío normal de sus paredes, mientras los protagonistas de la escena culminan su repertorio. En ese marco, Esther Galina toma nota con lápiz y papel del desafío que significó para estos niños y jóvenes cordobeses abrazar la ciencia desde otra mirada. La secretaria de Gestión de Ciencia y Tecnología provincial afirma con total admiración que la curiosidad fue el motor de cada una de las propuestas: “Vimos diversidad de temáticas y preocupaciones reflejadas en cada una de las más de 280 investigaciones. Es loable como nuestros chicos se interesan por el hoy, y buscan convertirse en verdaderos protagonistas de la sociedad del mañana”.

Palabra tras palabra, Esther acentúa con fuerza la necesidad de seguir avanzando en la estimulación del interés de los cordobeses en la ciencia. “Cada uno de los que participó de esta feria tenía una historia que contar con responsabilidad y seriedad. Fue una ventana hacia las aulas de Córdoba, a través de la cual pudimos observar de lo que son capaces estos pioneros junto a sus docentes”, expresa.

Visitantes, profesores, alumnos y autoridades concluyen su andar en el corazón del Complejo que abre paso a palabras de despedida. Los micros esperan pacientemente en los ingresos principales del predio. Paralelamente, uno a uno de los proyectos son mencionados en el escenario montado en el domo central. El parpadeo de las luces y los acordes de la banda de turno dejan entrever que la fiesta de ‘las ciencias y las tecnologías’ está llegando a su fin como lo hizo -casi ininterrumpidamente- año tras año por más de cinco décadas. Las hipótesis y presupuestos pasan a segundo plano. El nuevo desafío es reinventar la ciencia entre todos.

•50° Feria de Ciencias y Tecnologías de Córdoba. Se expusieron más de 280 trabajos de estudiantes cordobeses de todos los niveles procedentes de diversas localidades de la provincia. Durante los tres días mostraron producciones realizadas en las aulas a lo largo del 2018. En esta edición organizada en c onjunto por el Ministerio de Ciencia y la cartera de Educación provinciales, tuvo lugar entre el 17 de octubre y el 19 del mismo mes en el Complejo Ferial de la Capital.

•Sin ganadores ni perdedores. Todos los proyectos fueron distinguidos. Asimismo, 47 de ellos representarán a Córdoba en la instancia nacional. La lista completa de los convocados se hará pública en la última semana de octubre.

•Maiztegui, por decreto. El gobernador Juan Schiaretti estableció por decreto que la Feria llevará el nombre de “Dr. Alberto Pascual Maiztegui”, científico fundador del primer evento de su tipo que se realizó en la provincia desde 1966.

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