Mestre: “Los dirigentes de la UCR que se corran de los preceptos del radicalismo deberían buscar otro partido”

La Nueva Mañana dialogó en exclusiva con el ex intendente cordobés Ramón Javier Mestre, quien se refirió a la controvertida relación de un sector del radicalismo con la LLA. "Que un representante del pueblo sea elegido como opositor y se transforme en oficialista es corrupción”, aseguró.

Política29/12/2024 flavio colazo
Ramón Mestre en acto de la UCR by UCR Córdoba
RAMÓN MESTRE.“Los radicales no somos oficialistas del cambio y no tenemos nada que ver con las políticas de ajuste brutal del Gobierno”, dijo el ex intendente en diálogo con LNM. Foto archivo.

Durante los últimos días de la semana que concluyó, la foto de la visita del jefe del bloque de la UCR -Rodrigo De Loredo-, acompañado por un grupo de radicales  afines a su línea de comportamiento político de alineación con el gobierno de Milei, en la Casa Rosada -junto al Presidente-, desató una furibunda reacción de varios dirigentes del tradicional partido que incluyeron expresiones tan subidas de tono que dieron la impresión –a muchos propios y otros tantos extraños- de estar frente a una ruptura total y definitiva de las huestes dirigenciales del radicalismo. Con el fin de aclarar este panorama, y el de obtener algunas reflexiones acerca del particular momento político que atraviesa el país,  LNM dialogó en exclusivo con un más que reconocido representante de la UCR cordobesa,  el ex intendente -por dos periodos consecutivos-, Ramón Javier Mestre.  

En tanto dirigente con peso y trayectoria dentro la UCR, ¿cómo evalúa los diversos episodios que tuvieron lugar el jueves 26 y el viernes 27 dentro del seno del partido radical?

-Creo que los episodios que cita son la demostración de que la estructura partidaria de la UCR está en un momento complejo, pero creo también  que lo mejor que podemos hacer -en tiempos así-, es refugiarnos en los valores y las ideas que representó históricamente el radicalismo. Algunos correligionarios hoy están un poco confundidos, otros se hacen los confundidos y otros no vamos a vender nuestras ideas nunca. El radicalismo no se compra ni se vende; es un partido que defiende la democracia, la libertad, el trabajo, al campo, a las Pymes, y que lucha por la salud y la educación pública. Y quien se mueva de ahí, tal vez debería buscar otro partido que lo represente.

Luego de la foto en la Rosada del jueves varios dirigentes radicales -Pablo Juliano, Agustín Rombolá, Fernando Carbajal, y otros- salieron a expresar su descontento con la misma. ¿Cuál es la gravedad que representan este tipo de expresiones? ¿Podrían marcar el inicio de una posible fractura definitiva dentro del partido y su representación parlamentaria?

-Al radicalismo mil veces lo dieron por quebrado y por muerto; y los más de 130 años que tiene nuestro partido demuestran que eso es una falacia; por eso no creo que se dé un proceso de fractura definitiva. Indudablemente, hay dos modelos de partido: uno que sabe muy bien lo que representa el radicalismo, y otro que va detrás de las encuestas. El primero tiene vocación de poder y el segundo se siente un perro faldero del poder. En cuanto a esa foto en Casa Rosada con el Presidente, los diputados que asistieron deberían haber consultado al Comité Nacional, porque sus bancas son del partido. Deberían respetar la organicidad interna: no estamos en alianza con La Libertad Avanza y no tenemos nada que ver. No somos oficialistas del cambio, ni tenemos nada que ver con las políticas de ajuste brutal del Gobierno. Evidentemente, hacía falta un ajuste ordenado y equilibrado, pero no cortar el hilo por lo más fino, con los jubilados, la educación pública y la salud.

milei y radicales web

La foto de Milei con un sector del radicalismo que genera controversia filas adentro del centenario partido: los cordobeses Rodrigo de Loredo (al lado de Karina Milei), Luis Picat y Soledad Carrizo. Foto: gentileza

Desde su decisión personal, ¿por cuáles de las posturas se siente representado y/o contenido en cuanto dirigente radical? ¿Cuál sería su posicionamiento dentro de los sectores en pugna dentro de la UCR nacional?

-Yo me siento representado por los valores y las ideas que históricamente representó el radicalismo -claramente, aggiornadas por los nuevos tiempos que corren y las demandas de la ciudadanía-. Creo que en un radicalismo de a pie, en un radicalismo de barrio, con presencia real en territorio y no a través de las cámaras de televisión. Por eso es que nunca dejé de recorrer la Capital, ni la provincia. Hoy hay una grieta dentro de la UCR que de manera transversal nos divide. Yo me quedo de este lado; del lado de los que defienden la educación y la salud pública, a los jubilados, al campo, a las Pymes y a los trabajadores. 

En tanto dirigente político cordobés, ¿en qué cree que perjudican o benefician los acontecimientos de la semana pasada a la UCR provincial y a la provincia de Córdoba en general? 

-La UCR de Córdoba, evidentemente que no puede aislarse de todo lo que pasa a nivel nacional. Acá también hay dos posturas bien distintas y marcadas. Yo lo vengo diciendo con mucha firmeza: no aceptamos la invitación del Partido Cordobés de Martín Llaryora, ni la de La Libertad Avanza. Ninguna de las dos nos representan, porque son dos formas de populismo. No compartimos las decisiones del gobernador, que ahoga al sector productivo, que agiganta el Estado cuando la ciudadanía pide a gritos que deje de ser su botín político; que no está a favor del control ni de la transparencia; que dilapida todo en propaganda. Tampoco estamos de acuerdo con el ajuste brutal del Presidente de la Nación; no nos gusta el odio que proclama cuando debería dar el ejemplo. En ese panorama, somos muchos los radicales que nos vamos a quedar defendiendo las banderas de la UCR. 

¿Cuáles considera que son los hechos más trascendentes que han ocurrido dentro del ámbito parlamentario cordobés en los últimos días?

-En tal sentido, quiero destacar que el viernes 27 de diciembre se debatió y aprobó Ficha Limpia en la Legislatura de Córdoba. Me parece un gran avance. Celebro que, aunque tardíamente, se impida a los condenados en dos instancias ser candidatos a cargos públicos electivos. También pienso que este avance necesita complementarse con reglas que hagan más transparente la Democracia. Yo creo que sería oportuno incorporar a la Ley de Partidos Políticos un artículo que exprese que “todo ciudadano que resulte elegido por un partido político o alianza, deberá actuar a nombre de aquellas y mantener su calidad de miembro, hasta la terminación del mandato constitucional para el que resultó electo". Si eso no ocurre, la persona que ocupe la banca debería ser sancionada con la pérdida de la banca asignada o cargo respectivo. Que un representante del pueblo sea elegido como opositor y se transforme en oficialista o semi-oficialista también es corrupción. Y la UCR no es oficialista del cambio.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto