“Abriendo la cancha” lleva su taller de fútbol a la cárcel de mujeres

Tras una prueba piloto el año pasado, la organización feminista reiniciará en septiembre las clases que impartirán a las internas del Establecimiento Penitenciario N°3 de Córdoba.

Ed Impresa 18/08/2023 Marcos Villalobo
abriendo la cancha
“Nuestra idea de máxima con Flor y Pato es formar un equipo de fútbol femenino y poder tener encuentros con otras penitenciarias y otros equipos. ¡Ojalá lo logremos!”, expresó Nana.

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Especial para La Nueva Mañana

Un destello semanal donde se acaricia la felicidad: la libertad de jugar. Una pelota de fútbol, amiga fiel y encantadora, que provoca esa sensación. Un instante de olvido, un instante de juego, un día bendecido por el destino, especialmente para ellas. Esas sensaciones y mucho más se viven en el Establecimiento Penitenciario N°3 cuando Nana, Flor y Pato las visitan los miércoles, a las 15, con la pelota, el abrazo, el oído y una puerta a la esperanza con el taller de fútbol.

Allá por el 2019, Mariana Magliano, talentosa futbolista de nuestras tierras, oriunda de Laboulaye, vio un posteo del colectivo La Nuestra, donde habían ido a jugar un partido a un penal femenino en Buenos Aires. A “Nana” no le fue indiferente; y se dijo: yo también quiero hacer eso. Pero no se quería quedar solo en el partido, quería generar un espacio más abarcativo en una cárcel cordobesa. Les compartió la inquietud a sus compañeras de “Abriendo la cancha”, tuvo una gran recepción y comenzaron a gestionar e investigar para llevarlo adelante. No fue sólo un deseo: fue deseo y acción. Armaron el proyecto y justo llegó la pandemia. Se frenó, pero no se olvidó.

“Tuvimos muy buena respuesta”

Flor, Pato y Nana Las tres chicas que van a dar el taller. esa foto se la sacaron a la salida del estabecimiento penitenciario
Flor, Pato y Nana a la salida del Estabecimiento Penitenciario.

“En el 2022 nos convocaron desde el Ministerio de Justicia, porque ya habíamos tenidos algunas conversaciones con el entonces ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julián López. La reunión fue junto a la secretaria de Organización y Gestión del Servicio Penitenciario, Cecilia Lanzarotti, donde les expusimos el proyecto. Hubo una serie de reuniones, el proyecto les había gustado y consideraban necesaria la práctica deportiva en el EP3 -Establecimiento Penitenciario N°3-, donde están las mujeres. Si bien ellas tenían distintos talleres, no tenían ningún taller que fuera de deportes. Y en junio de ese año comenzamos los miércoles con el taller de fútbol”, le cuenta Magliano a La Nueva Mañana. Una idea que se gestó con un deseo y se materializó en este espacio recreativo y de aprendizaje, que son una oportunidad de reconciliarse con el juego.

La convocatoria la realizan las personas de la penitenciaria, las chicas se inscriben en el taller. “Tuvimos una muy buena respuesta, porque se inscribieron 50 chicas. Solo pudimos y podemos trabajar con 20. Nos encantaría trabajar con las 50, pero por una cuestión reglamentaria de la penitenciaria, solo trabajamos con 20 chicas”, explica “Nana”, que junto a Florencia Bracco y Patricia Ruiz llevan adelante este proyecto, acompañadas por el colectivo “Abriendo la Cancha”, la Asociación Civil y Deportiva que preside “Betu” Ballari y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Córdoba, que encabeza Laura Echenique.

Cuatro clases mensuales

El año pasado tuvieron la prueba piloto y recientemente se firmó el convenio para que este año, durante septiembre, octubre y noviembre, con cuatro clases por mes, se lleve adelante el taller. “Pedro Yanzi Aspell, director de Políticas Penitenciarias, le puso mucho empeño al convenio para que saliera”, quiso destacar Magliano. Es intención este año ponerle nombre al equipo, darle una identidad con unas camisetas, pensar y diseñar la camiseta, con colores que los identifique, un logo. Ir por más. “Aparte del entrenamiento deportivo basado en el fútbol, donde hacemos también entrada en calor, algún juego, ejercicios de técnica, cerramos con alguna charla para que nos cuenten cómo se sintieron en el entrenamiento, interactuamos mucho con ellas, nos importa mucho lo que ellas nos devuelven en cada clase”, cuenta “Nana”, al tiempo que explica: “Hay pibas que han jugado en clubes de barrio o en centros vecinales, otras que no tienen experiencia, pero les interesa participar, porque es una forma de estar en el patio, estar al aire libre. Se formó un lindo grupo con las chicas, porque tenemos una base de doce, catorce jugadoras que van desde el día uno. Las otras por ahí van, vienen, se van renovando”.

La importancia de hacer ejercicios en estos espacios

Mientras tanto, “Pato” Ruiz, que es profe de educación física, describe: “Es muy importante el desarrollo del fútbol para las personas que están allí, porque participan de un espacio para pensar en salud, generar nuevas propuestas en el desarrollo de actividades que hacen a la integridad de la persona, desarrollan capacidades, autoestima. Es importante hacer ejercicios en estos espacios, porque también el estrés nos predispone diferente, genera cambios de humor y puede ayudar a la prevención de enfermedades, y mejorar la calidad de vida”.

Qué es “Abriendo la cancha”

“Abriendo la cancha” es una agrupación feminista compuesta por mujeres que provienen de diferentes espacios sociocomunitarios, con profesionales de las ciencias sociales, que se inició en el 2016, con la intención de promover el fútbol femenino. “Nana”, “Pato” y “Flor” son miembros de este colectivo, que el año pasado visitó el penal, jugaron dos partidos en distintas ocasiones y compartieron meriendas. Todas atrás del proyecto. Porque jugar a la pelota es una excusa. Hay una acción social: tejer una red para que haya una reinserción real.


 “Un desafío para vaciarme de prejuicios”

na foto de la bandera del colectivo Abriendo la cancha.

Mariana Magliano hizo una gran carrera en fútbol sala, jugando para torneos para la UNC. Incluso en el 2008 representó al país con la Selección argentina en el Mundial de España de la categoría, donde compartió equipo con la estelar Estefanía Banini. Pero no sólo jugó (y juega) al fútbol, también jugo al hockey sobre césped. Siempre tuvo una conciencia social activa: dio clases de hockey en un centro comunitario en Villa Cornú, formó parte del proyecto del fútbol adaptado para chicos de talla baja en el Kempes, entre otras actividades.

- ¿Qué te motivó a generar esta actividad?

- Siempre digo el deporte a mí me ayudó mucho, en todas las etapas de mi vida, como persona y como jugadora. En este caso la práctica de fútbol es un medio no un fin en sí mismo, porque a través de este deporte se trasmiten valores, ayuda a tener una vida saludable, genera vínculos, empoderamiento.  Mi motivación personal es llegar con el deporte a personas que están en estado de vulnerabilidad social (discapacidad, situación de pobreza, privación de la libertad). El taller de Fútbol en el EP3 es un gran desafío para vaciarme de prejuicios y desarrollar aún más la empatía. Se que no voy a cambiarle la realidad a las mujeres que están ahí, pero sí ser un granito de arena para contribuir a la reinserción social, y esa hora y media que estoy con ellas “sacarlas de la diaria”.

Edición Impresa Nro.: 323

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