El ministro de Servicios Públicos provincial, Fabián López, detalló a LNM cómo funciona el nuevo sistema de la planta cloacal que se inauguró esta semana.
Ed Impresa 21/04/2023
Gabriela Yalangozian
Esta semana, el gobernador Juan Schiaretti y el intendente Martín Llaryora dejaron habilitado el novedoso sistema en la planta de Bajo Grande que genera gas biometano del tratamiento de los líquidos cloacales de la ciudad Capital, en un cambio de paradigma encuadrado en el concepto de Economía Circular.
Esta bioenergía será convertida en electricidad para abastecer al 100% de la flota de trolebuses de la Tamse, la carga de vehículos eléctricos y el remanente podría ser vendido e integrar el Sistema Interconectado Nacional administrado por Cammesa. Así lo aseguró el ministro de Servicios Públicos de Córdoba, Fabián López, en diálogo con La Nueva Mañana tras el acto realizado el lunes pasado.
“Más allá de que tecnológicamente la Planta de Bajo Grande es de primer nivel, cuenta con una torre de control en el sexto piso y todo un sistema de monitoreo y automatismo con características que la hacen única en el interior del país; lo que la destaca es que su funcionamiento logró un verdadero cambio de paradigma”, subrayó López.
Según explicó, el mecanismo que tiene cualquier planta de cloacas inicia con el ingreso de una mezcla de líquidos y sólidos, que son separados. “La fase líquida se libera de contaminantes y es restituida al río. La parte sólida se decanta en distintas unidades de sedimentación para convertirse en barros espesados. Los mismos pasan a biodigestores que los vuelven inactivos desde el punto de vista biológico. En todo ese proceso intervienen un conjunto de bacterias que ´digieren´ ese barro y hacen que se generen gases”.
Si bien comentó que esos gases históricamente fueron considerados residuo o desecho, con la nueva concepción de Economía Circular vigente en el mundo, ahora se transforman en subproductos que vuelven a formar parte de “un círculo virtuoso productivo”.
“Con la misma concepción que se tiene con los residuos sólidos urbanos en la ciudad, en la planta de Bajo Grande se busca que ese gas que antes se quemaba, ahora sea transformado en un biocombustible gaseoso, que hasta el momento la provincia no había utilizado”, señaló el ministro.
“Hay países que inclusive inyectan este biogás dentro de su red de gasoductos. En Córdoba, luego de algunos estudios, vimos que los gases emitidos tienen una tremenda potencialidad. Es así que los capturamos y mejoramos su calidad. Por un lado, a través de un cooler se le quita la humedad y, para poder generar energía, se lo pasa por un filtro de carbono activado que le quita el sulfuro de hidrógeno. Así se obtiene un biogás de alta concentración con cerca del 60 o 70% de biometano. Éste, a diferencia del metano de origen fósil, tiene un origen biológico”, detalló López.
Es este biometano el que al entrar en un motor genera energía eléctrica. “Hicimos todo ese proceso, lo probamos, y anduvo fantástico. Tiene el poder calorífico suficiente y buena calidad como para generar hoy cerca de un megavatio de potencia”, precisó el funcionario.
Este megavatio de potencia energética que genera el biometano en la Planta de Baja Grande tendrá tres destinos diferentes. Uno de ellos es abastecer la totalidad de la flota de los trolebuses eléctricos de la ciudad de Córdoba que pertenecen a la Tamse. También va a alimentar todos los puntos de carga para los vehículos eléctricos de la provincia. “Y con el remanente que queda, tenemos previsto presentarnos en una licitación que hizo la Secretaría de Energía de la Nación para inyectar esa ´energía limpia´ en el sistema interconectado nacional a través de un contrato con Cammesa”, comentó López.
El ministro López dijo que como el caudal de líquidos que ingresa a la planta es bastante estable, debido a que está diseñada para receptar 10.000 metros cúbicos por hora, se puede calcular la cantidad de bioenergía que la misma generará. Además, enfatizó que cuando se comenzó con la modernización de la planta, también se fueron construyendo colectores cloacales en toda la ciudad de Córdoba.
“Cuando empezamos con la obra había 23 kilómetros de colectores cloacales y hoy ya están en ejecución y proyectados 100 kilómetros más. Con lo cual, obviamente la proyección es que cada vez se conecte más gente, cada vez llegue más líquido, y esto produzca más barros y más biogás. Por lo tanto, ese megavatio que calculamos hoy seguramente será el piso para a futuro generar más energía eléctrica sustentable”, aseguró el ministro.
Si bien en términos cuantitativos un megavatio no es una gran cantidad, sí marca un camino para transitar haciendo inversiones sustentables con vistas a una transición energética. “Yo soy uno de los convencidos de que hay que dejar de motorizar nuestra economía nacional con combustibles fósiles y apostar por la energía sustentable, que tiene innumerables beneficios”, manifestó.
Si bien López señaló que existen distintos tipos de plantas de líquidos cloacales en el mundo que realizan algún tipo de aprovechamiento energético, también aseguró que “no hay antecedentes en el país de la generación de energía eléctrica a partir de lodos cloacales, que tengan por destino abastecer el transporte público de una ciudad”.
De esta forma, Córdoba incorpora su tercer biocombustible en la provincia, el biometano. El mismo se suma al bioetanol y el biodiésel. “Ese es el horizonte de transición energética al cual debemos tender: el que produce bajas emisiones, el que tiene menor huella de carbono y el que genera un menor impacto en el cambio climático. Esa es la nueva economía que el mundo empieza a demandar”, aseguró el ministro de Servicios Públicos de la Provincia.
Y anticipó: “Los mercados internacionales con los que nosotros intercambiamos bienes y servicios van a empezar cada vez más a prestar atención a aquellas propuestas que generen el menor impacto en términos ambientales. Ya sea mitigando la huella de carbono o consumiendo menos energía contaminante”.
El mundo está cambiando y el futuro tiende a ponderar la energía sustentable. A través de obras como la que se realizó en Bajo Grande – planta que por años fue símbolo de la contaminación del río Suquía y objeto de variadas demandas judiciales-, Córdoba comienza a adaptarse a las nuevas condiciones en términos de competitividad que exige cada vez más el mercado internacional.
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