“Somos el campo que sigue trabajando y produce alimentos sanos”

Nuestras Granjas Unidas está conformada por un grupo de familias productoras que desarrollan sus labores dentro de la agricultura familiar campesina en Pocho y San Alberto.

Economía13/08/2021 Mónica Hernández
Nuestras granjas
“Necesitamos que las políticas públicas estén presentes”. Foto: gentileza.

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Este grupo que nació hace unos diez años y que con el paso del tiempo se fueron sumando más vecinos hasta llegar hoy a 11 familias que tienen el compromiso de fomentar el trabajo comunitario como una herramienta para poder solucionar algunos de los problemas del sector, ya sea tanto en lo productivo como en lo relacionado al hábitat, pudiendo así generar una mejor calidad de vida en el campo.

Las producciones son diversas en todas las familias que integran la agrupación y van “desde la ganadería mixta, hortalizas en general, apicultura, valor agregado y de esta manera se busca que cada familia sea autosuficiente y también que puedan comercializar lo producido”, contó a La Nueva Mañana Francisco Bernahola, referente de la asociación vecinal.

Asimismo, el trabajo comunitario, la interacción con entes públicos, además de ayudas de programas de la Provincia de Córdoba y de la Nación son eficientes y de mucha utilidad para poder mejorar los sistemas de producción.

“Necesitamos que las políticas públicas estén presentes”

Como organización han investigado y luchado para conseguir herramientas y tecnología apropiada; tanto herramientas de uso comunitario, que son necesarias para hacer más ameno el trabajo en el campo: picadoras, ensiladoras de forraje, sembradora de sistema neumático de un solo surco, un motocultivador, como logros que tienen mucho valor “para nosotros y sobre todo conseguir que seamos visualizados como el sector que produce alimentos y necesitamos que políticas públicas estén presentes. Hemos realizado muchas jornadas en los campos de las familias agrupadas, desde siembra comunitaria a trabajos en viviendas como levantar paredes, revoques, techos, como también en realizar mejoras en las producciones o corrales, parideras, alambrados, huertas, etcétera. Y un trabajo más reciente que tenemos en el grupo es la construcción de una sala de industrialización”, acotó Francisco. 

En tanto, se han construido cisternas de placa para mejorar el acceso y almacenamiento de agua; tareas grupales solidarias fundamentales para las necesidades de cada familia. 

Como agrupación participan de numerosas capacitaciones que les permiten formarse, crecer como grupo y compartir experiencias como pasantías que realizaban los estudiantes de la UNC antes de la pandemia, constituyendo encuentros muy enriquecedores. 

A su vez, forman parte de un encuentro de agroecología en Traslasierra a nivel nacional y como familias productoras se encuentran en un proceso de transición hacia la agroecología, porque “creemos que es un mejor camino para generar condiciones de vida dignas, sustentables y sostenibles en el tiempo”, analizó el productor rural.

Aportes del CEVE-Conicet y del INTA

Estas familias de la agricultura familiar, organizadas en la Pampa de Pocho, junto al Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE-Conicet) y con el apoyo del INTA-Cruz del Eje comenzaron la construcción de la sala de faena en la Pampa de Pocho. 

Este proyecto es parte del trabajo realizado junto a estas instituciones para mejorar las condiciones de vida y producción en el campo, mediante el aprovechamiento de materiales y la recuperación de técnicas de construcción y saberes locales. 

Asimismo, en el campo de una de las familias del grupo se instaló un boyero solar, como una alternativa productiva para el desarrollo de la agroecología familiar, gracias a la gestión del INTA-Villa Dolores, porque “somos el campo que sigue trabajando y produciendo alimentos sanos”, aseguraron los vecinos. 

Por su parte, el INTA-Deán Funes dictó un taller sobre la construcción de una “cocina económica mejorada”, adaptada a las necesidades de la agricultura familiar, de la cual se pueden observar las imágenes de la jornada y del modelo de cocina hecha con ladrillos y bloques de cemento en la página de la agrupación que compartieron con técnicos/as del CEVE-Conicet y familias de la zona.


Actividades prepandemia

Cocina economica 2
“Creemos que este es un mejor camino para generar condiciones de vida dignas, sustentables y sostenibles en el tiempo”.

Entre las acciones que se pudieron realizar prepandemia se convocó a los vecinos del valle de Traslasierra a colaborar por los daños que produjeron los incendios de 2019, para lo cual se pidió alimento y medicinas para los animales; varillas y postes para reparar los alambrados además de donaciones para las escuelas de la zona, “ante lo cual tanto nosotros como agrupación como la comunidad en general brindó ayuda desinteresada”, sostuvo Francisco.

Por otra parte, con organización colectiva y participativa de agricultores/as familiares (formación y producción en agroecología, trabajos comunitarios, talleres y tecnología aplicada al medio rural) y los/as estudiantes se dio en el marco de un proyecto que tiene como fin brindar herramientas comunicacionales a pequeños productores desde una perspectiva de comunicación popular.

Las tareas consisten en acompañar y guiar los procesos de producción mediante talleres dictados por especialistas, además de participar del Encuentro Construyendo Juventud, cuando se reunieron los Jóvenes del MTE-Rama Rural con los siguientes territorios: Camino a 60 Cuadras, Río Primero, Salsipuedes, El Manzano, San José de la Dormida, Villa Tulumba, Traslasierra, Socavones, etcétera, con un trabajo grupal sobre las temáticas que movilizan a los productores. 

Como complemento, los vecinos agrupados llevaron adelante una jornada de trabajo comunitario para la construcción de una cisterna para almacenamiento de agua en el predio de un compañero, “y como el propio anfitrión dijo, esto no sería posible sin la organización. Es por esto que queremos compartir parte de nuestro trabajo, desde donde buscamos aportar a mejorar las condiciones de vida y trabajo en el campo”, añadió Bernahola.

Respecto de las otras acciones, se desembolsaron los recursos del Proyecto Especial “Cisternas para almacenamiento de agua en comunidades de Pocho y San Alberto” que elaboraron en conjunto con el INTA-Villa Dolores y con el aporte fundamental de los trabajadores, y durante la ejecución del mismo se construyeron 20 cisternas en parajes rurales de los departamentos Pocho y San Alberto, con capacitaciones brindadas por integrantes de Nuestras Granjas Unidas en Ojo de Agua y Villa de Pocho.

“Mediante la organización, el trabajo y la lucha conseguimos proyectos comunitarios para seguir construyendo vida digna en el campo. Compartimos fotos con los compañeros de jornadas de trabajo en las cuales mostramos cómo construimos invernaderos, cisternas e instalamos bombas solares para la extracción de agua y agradecemos al INTA-Villa Dolores por la gestión en el proyecto de cisternas y bombas para que llegue a todos, el líquido vital para el desarrollo”, comentaron con orgullo.

Por último, lamentablemente en estos últimos tiempos se vieron afectados por la pandemia a modo de no poder realizar jornadas de labor comunitaria y cada familia desde su lugar continúa trabajando y luchando para crecer como sector y seguir generando alimentos sanos.    

  

 

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