La otra "Joya" de Instituto

Santiago Bruera, tiene 2.05 metros y 19 años, y acaba de volver del Mundial U19 de Básquet, donde fue figura destacada del seleccionado. Hasta hace tres años jugaba al rugby y antes al fútbol. Como Dybala, pero en el básquet, Bruera es la otra joya de Instituto.

Deportes 18/07/2017 Gustavo Scarpetta
BRUERA (4)

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Santiago Bruera, es jugador de Instituto, y ya ha debutado en la Liga Nacional de Basket. Su historia es especial, ya que hasta hace tres años jugaba al rugby en La Tablada, pero su mamá Inés influyó para que cambiara de deporte. Su papá Javier, fanático del futbol, hincha de Boca y de Belgrano, poco conocía de básquet, pero ahora es experto en rebotes y asistencias.

Santiago comenzó jugando al futbol, en la posición de centrodelantero, pero cuentan los papás que era malo, y a veces lloraba cuando no lo ponían. Hasta que un DT lo cambió de puesto, lo puso al arco, y por su tamaño y reflejos fue figura, y campeón. Aunque por esa contextura física, cuando tenía 12 años, los papás contrarios le gritaban “que el arquero tenía carnet de conducir”.

Y cambió al básquet; y ese cambio le asentó muy bien. Hoy forma parte de los seleccionados juveniles. Bruera ya había participado de un Sudamericano y ahora en el Mundial U19, el equipo se vio más consolidado, y junto a otros cordobeses como Chiarini y Lema -ambos de Atenas- representaron a la provincia. Además, este grupo conformó la selección formativa más alta de la historia de la Confederación Argentina de Basquetbol.
“Fue altamente positivo participar del Mundial” afirma Santi. El equipo al igual que Bruera sufrió el debut ante Francia. Pero luego vino la levantada. “Creo que mi mejor partido fue contra Lituania, porque finalice con 10 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias, 2 recuperos y una tapa. Estuve presente en todos los rubros”, se alegró Santiago. Al recordar esos días en diálogo con LA NUEVA MAÑANA.

- ¿Qué balance haces del Mundial?
- Una experiencia única que nunca me la voy a olvidar. Fueron momentos vividos increíbles, estar con mis compañeros, con el cuerpo técnico y rodeado de bestias del básquet mundial te hace sentir muy especial.

Por su tamaño, cuando era chico, sus papás llevaban su DNI todo el tiempo para confirmar su edad.

- ¿Cómo estuvo el grupo? ¿Fueron mejorando con los partidos?
- El grupo siempre fue muy unido y solidario dentro y fuera de la cancha. Al principio no tuvimos un arranque como lo esperábamos pero con el transcurso de los partidos nos hicimos más fuertes, fuimos mejorando y le terminamos jugando de igual a igual a las potencias como España, Lituania y Francia.

 - ¿Cómo te sentiste con tantos halagos de la prensa a tus partidos?
- Muy feliz, contento y orgulloso por haber cumplido con mi tarea y poder vestir la celeste y blanca otra vez.

- ¿Te ves en la selección mayor?
- ¡Qué pregunta! Sería un sueño. ¿A quién no le gustaría jugar con los mejores y representar a Argentina? El tiempo dirá si estoy o no para ese nivel pero obviamente tengo todas las ganas y mucha ilusión.

- ¿Cuáles son los objeticos para este año con Instituto?
- Seguir trabajando, mejorando día a día y poder llevar a la “Gloria” a clasificar y después soñar.

- ¿El rugby quedó atrás?
- Si, fue una linda experiencia, pero amo el básquet y no hay retorno (risas).

- ¿Tuviste ofertas para ir a Ferro u otro equipo? El técnico Rearte te conoce...
- La verdad no me enteré y no me llegó ninguna oferta de ningún club eso lo maneja mi representante. Rearte sí me conoce, es un excelente técnico que me ayudó mucho en mi aprendizaje, al igual que Gustavo Peirone y Mati Barzaletti.

- ¿Cuál es tu principal virtud y en qué querés mejorar?
- Creo que mi altura, la entrega y el sacrificio con el equipo, me gusta ser solidario con mis compañeros y siempre quiero jugar. Para mejorar hay mucho todavía pero principalmente la técnica individual.

- Por último, se fue Bertone, aun no definieron los extranjeros, ¿Te ilusionas con más minutos en la LNB?
- Tengo muchas esperanzas de jugar más minutos porque eso es fundamental para crecer y agarrar confianza. Cuando tuve que entrar entiendo que lo hice bastante bien (se ríe).

Santiago y su hermana, de muy niños, le robaron unas monedas al padre y jugaron a la quiniela. Apostaron al “12”. Que es el número que hoy usa Santi en su espalda.

Pablo Bruna*: “Tiene las ganas de seguir aprendiendo y de escuchar”

La verdad es que lo de Santiago es una grata sorpresa. Recuerdo cuando llegó al club hace dos años y medio, literalmente no sabía agarrar la pelota, no sabía hacer los pasos para una bandeja. Que hoy esté integrando las selecciones nacionales, no sólo porque mide más de dos metros, sino también porque ha evolucionado mucho y cada vez va entendiendo más lo que es el básquetbol, habla muy bien de él primero y del trabajo que hizo el cuerpo técnico del club.
El último año ha hecho un cambio gigante, avanzó muchísimo y se ha notado a lo largo de la temporada.
Se ha ganado minutos en la Liga Nacional, que no es poco, así que estoy muy contento por él y lo más importante es que tiene las ganas de seguir aprendiendo y de escuchar a los que lo rodean, que lo quieren ayudar.
Es por eso que no queda más que felicitarlo por el presente que está teniendo y espero que siga por el camino que está transitando, que es el de escuchar y aprender todos los días.
 
*compañero de Santiago en Instituto.

“El máximo responsable es él mismo”

Córdoba siempre se ha nutrido de grandes proyectos básquetbolísticos en las categorías formativas y ha sido una cantera inagotable de jugadores para las ligas del mundo a lo largo de la historia. De hecho, hoy lo sigue siendo y continúa marcando el camino para muchos en el resto del país.
El caso de Santiago Bruera habla de eso y con el plus para el jugador de saber adaptarse y de tener la capacidad de aprender y de querer mejorar, viniendo de otro palo, totalmente distinto, como es el rugby.
Gran parte de los méritos los tienen los cuerpos técnicos que han trabajado junto a él, pero sin lugar a dudas, el máximo responsable es él mismo, por su entrega y ganas de lograr pasos largos pero seguros en su carrera deportiva.
Al margen de lo que pueda decirse, sólo él debe saber lo que significa esta actualidad, si analiza la línea de tiempo desde que se inclinó por el básquetbol.
Jugar Liga Nacional no es para nada sencillo, llegar a la selección, ni hablar. Todo es parte del trabajo incansable de un jugador que se está haciendo y creciendo. Sin creer que ya se las sabe todas, sino que entiende que seguramente, siguiendo por esa línea, lo mejor llegará pronto.

Juan Pablo Casas.

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