La Iglesia argentina sobre los abusos sexuales: "Parten de un abuso de poder"

La Conferencia Episcopal Argentina inició este lunes unas jornadas de reflexión donde el obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, emitió una homilía a sus pares y denunció que "los abusos sexuales son también abusos de conciencia y siempre parten de un abuso de poder".
En la misa de apertura de la Conferencia Episcopal que Ojea concelebró junto con monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza y monseñor Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de Argentina, el presidente de la Conferencia Episcopal destacó que "la Iglesia toda esta empeñada en recorrer un camino de purificación. El encuentro sobre la protección de los menores en la Iglesia nos puso delante del pecado y del drama de los abusos. Abusos sexuales que son también abusos de conciencia y que siempre parten de un abuso de poder", dijo.
En esta misma línea de autocrítica de la Iglesia, Ojea instó a los obispos de todo el país a no encubrir "ni de lejos" una denuncia que amerite una investigación para proteger a los menores y a los adultos vulnerables. "Esto es importante, esencial y urgente, pero no basta. Estamos llamados a ir más allá", remarcó.
De esta manera, el presidente de la Conferencia Episcopal dijo que con el inicio de la Cuaresma "es necesario hacer un profundo examen de conciencia y reconocer nuestros pecados. Todos somos solidarios en el pecado y hacer un examen de conciencia sobre lo que podemos haber hecho mal, nos ayuda a vivir la virtud de la humildad que asegura la paz interior e ilumina el camino para tomar decisiones concretas a través de conductas claras que certifiquen que estamos en el rumbo del Evangelio".
Al reiterar su condena firme a los abusos sexuales, el obispo fue enfático durante su homilía: "Los abusos de poder en un sentido más amplio, unidos a los abusos sexuales antes mencionados, han contribuido a crear una actitud de rabia y enojo en muchos fieles, lo que, en palabra del Santo Padre, es una expresión de la Ira de Dios".
Así, el presidente de la Conferencia Episcopal destacó: "Tenemos que estar sumamente atentos para que no se creen entre nosotros estas condiciones que son favorecidas claramente por un clericalismo que ama las situaciones de privilegio y por la falta de una autentica austeridad de vida y de transparencia".