El Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil dará a conocer mañana los datos del intercambio comercial del país vecino correspondientes a junio, con los que se podrá evaluar si hubo o no un impacto positivo de la depreciación del peso en las exportaciones argentinas, así como una reducción del déficit en la balanza bilateral.

Los datos de junio son aguardados con especial interés por los analistas, luego de la caída del intercambio entre los dos países en mayo como consecuencia del prolongado paro de camioneros en Brasil, que se tradujo en una caída del 12,7% en las exportaciones argentinas al principal socio del Mercosur, pero también del 19,3% en las importaciones, que derivó en una mejora del 28,9% en el déficit de la balanza bilateral.

Las previsiones sobre el comercio argentino-brasileño formuladas a principios de año debieron ser revisadas a raíz de las alteraciones económicas en los dos países: en el caso de Brasil, se especulaba con un importante crecimiento económico que acarrearía un incremento de la demanda interna y en consecuencia de las importaciones, pero esas proyecciones se fueron moderando con el transcurso de los meses.

Por su parte, la sequía, la devaluación del peso y la decisión del gobierno de Mauricio Macri de reducir el déficit fiscal más allá de los anuncios iniciales también impactaron en el comercio exterior.

De todos modos, las posibles ventajas que representaría la devaluación del peso al comercio exterior argentino deben ser conpensadas por la depreciación del real, que cerró junio a una paridad de 3,87 por dólar,  con un aumento de la cotización de la moneda estadounidense del 17% en el segundo trimestre.

Pese al retroceso de mayo, en el acumulado de los primeros cinco meses de 2018 las exportaciones argentinas a Brasil se incrementaron en un 9,5% y las importaciones un 8%.

No obstante, la balanza comercial bilateral viene siendo desfavorable para la Argentina en los últimos años y en 2017 el déficit fue de US$ 7.400 millones.

Fuente: ANP