La infancia en Alepo, la mayor ciudad de Siria, se enfrenta a una “espantosa atrocidad”, y “la falta de protección a los niños perseguirá a la comunidad internacional durante décadas”, señaló días atrás la directora de Save the Children en la república árabe, Sonia Khush.

“El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) tiene la oportunidad de corregir su error y evitar más sufrimiento”, subrayó Khush en un reporte de la organización no gubernamental (ONG) difundido en su página de Internet.

De acuerdo con Save the Children, los niños constituyen aproximadamente la mitad de las víctimas mortales y de los lesionados en los ataques aéreos el este de la ciudad de Alepo.

Más del 50% de los muertos en los ataques perpetrados contra zonas rebeldes en el este de esa ciudad, puntualizó, son niños y niñas que fallecieron debido a la escasez de medicamentos y equipamiento médico básico.

El médico Abu Rajab, quien trabaja en una de las zonas sitiadas de Alepo, explicó “los hospitales están completamente llenos de heridos y no para de morir la gente, la mayoría son mujeres y niños”, subrayó Rajab, y agregó que muchos pacientes están en el suelo y necesitan oxígeno y respiración asistida.

“Hay una gran escasez de medicamentos y equipamientos, y el personal médico está agotado porque trabaja por encima de sus capacidades”, aseveró el médico sirio al portal mexicano Zócalo.

De acuerdo con personal de la ONG en Siria, al menos 100 mil niños quedaron atrapados en el este de Alepo y otras zonas de la provincia homónima desde junio pasado, cuando el régimen del presidente Bashar al Assad inició la campaña por el control de la zona.

La directora de Save the Children en Siria, Sonia Khush, consideró imperativo establecer un alto el fuego inmediato para permitir que diversas organizaciones puedan llevar alimentos, agua potable y suministros básicos a la población de Alepo.

Desde mediados de 2012, esa provincia está dividida entre regiones bajo control del gobierno en el oeste y control rebelde en el este, lo que ha dejado a miles de personas atrapadas en medio de los enfrentamientos, que se han incrementado en las últimas semanas.

El conflicto armado en Siria inició el 15 de marzo de 2011 con una protesta contra el régimen del presidente Al Assad y se convirtió en una guerra civil que ha dejado al menos 310 mil muertos, más de dos millones de heridos y cerca de 12 millones de refugiados y desplazados internos.