Ed Impresa Por: Adrián Camerano 30/12/2022

“Que la mujer rompa el pensamiento de que ciertos trabajos son para hombres”

Gloria Sequeira, trabajadora del volante, contó a La Nueva Mañana el derrotero que la llevó a ser la única choferesa en el sistema provincial de transporte interurbano.

Gloria Sequeira: “Nadie me regaló absolutamente nada: es el esfuerzo, la conducta y la perseverancia”. - Foto: Gobierno de Córdoba

  

 

La meta clara, una decisión a prueba de balas, las convicciones bien puestas. Ese es el mérito central de Gloria Sequeira, la mujer que pasados los 40 se animó a dar pelea para conseguir un empleo formal, y no sólo: en un ámbito laboral machista y tradicionalmente masculino. No es la primera pero sí la única choferesa en el sistema provincial de transporte urbano de pasajeros; en la charla con La Nueva Mañana relató su derrotero, pidió la flexibilización de algunas normas por demás restrictivas y abogó por la eliminación de la brecha de género.  

- Gloria, ¿cómo fueron tus primeros pasos al volante?

- Yo había intentado con distintos negocios, y en la búsqueda de un empleo formal, ya de grande, a los 41 años aprendí a manejar con el objetivo de que eso fuera una herramienta de trabajo y buscando estabilidad laboral. Mi pareja Cristian era taxista y me inició en el tema del manejo; él tuvo la voluntad de haberme querido enseñar a manejar y ciertas particularidades del transporte de pasajeros, tanto colectivos como taxis. Lo destaco porque no todas las mujeres tienen la suerte que tuve yo: generalmente el hombre no le quiere enseñar a la mujer a manejar, siendo que la mujer tiene sobrada capacidad, pero en ocasiones no se le da la oportunidad. Él tenía un taxi, empecé a hacer un par de horas con él para ver cómo era el sistema, después me dio la oportunidad de comprar un auto en cuotas y ahí empiezo a trabajar haciendo remis. Hacer muchos kilómetros por día me fue dando la práctica en el manejo.

- Y de ahí al sistema de transporte interurbano, ¿cómo fue el camino?

- En ese proceso fui haciendo los carnets de conducir con la idea de presentar en las empresas de Córdoba; yo no había manejado colectivos pero a esa altura tenía mucha práctica. Saqué el carnet urbano, me presenté en las empresas de Córdoba y es un tema la edad, no el género: toman hasta 35 años. Iba a cada presentación, a las empresas, pedía audiencias y me recibían funcionarios, pero no podían solucionar el tema de la edad. Yo les planteaba solo una oportunidad de trabajo: no la tuve, me cansé de presentar cartas, de ir y pedir, de escribir por las redes. Hasta me llamaron de la Tamse, pero cuando dije que tenía 43 años en ese momento me dijeron que no se podía; de Coniferal también, hasta tuve las entrevistas, pero pasó lo mismo.

- ¿Y entonces?

- Al no haber tenido respuestas, dije ´en el interurbano no hay mujeres, no pierdo nada con preguntar´. Un día fui a llevar al trabajo a mi pareja, justo estaba el dueño, me bajé, me presenté, me preguntó para qué función yo le pedía trabajo y cuando le dije para chofer de colectivo quedó sorprendido. Me dijo que sí, empecé a practicar para hacer el urbano de Carlos Paz y obtuve de la empresa toda la predisposición. Me dejaron manejar desde un principio y pude aprender de cada compañero.

- En el interurbano la situación difiere del sistema urbano, ¿no?

- En la ciudad de Córdoba es muy normal ver a las mujeres manejando, en Carlos Paz no. La sorpresa era de los pasajeros, ver a las mujeres manejando, y la verdad es que la gente está muy contenta, sobre todo las mujeres, y los hombres también. Yo no participo de esa competencia entre el hombre y la mujer; quiero decir que ningún hombre me puso ninguna traba, incluso en este ambiente que se sabe es súper machista, un ámbito netamente de hombres. A veces ellos se suben con curiosidad y con mucho respeto, y al bajarse me felicitan.

- ¿A qué atribuís tanta preponderancia masculina en el rubro, y qué te parece que podría hacerse para cambiar eso?

- Es un oficio que siempre ha sido de los hombres, y nosotras los necesitamos para que nos enseñen; no es una competencia. Culturalmente los remis y colectivos son lugares masculinos, e históricamente los trabajos de hombres han sido bien pagos, no los de la mujer.

- En el remis estuviste un año y medio, ¿hay experiencias a transpolar al interurbano, o anécdotas que contar?

- De ahí saqué muchas cosas que puedo aplicar en el transporte, como tener la cintura para sortear ciertas situaciones, como de acoso o de falta de respeto. Una anécdota linda que recuerdo es una vez que llevé al Neonatal a una mujer a punto de parir; la senté adelante, le iba dando charla, respirábamos juntas y la fui asistiendo y acompañando mientras manejaba. La dejé y el bebé nació a los cinco minutos; después tuve la suerte de llevarla nuevamente y me agradeció mucho.

- Volviendo al transporte de colectivos, ¿qué dificultades específicas se presentan para las mujeres?

- Si bien las del trole están hace muchos años, el trabajo de mujeres en los colectivos es un tema nuevo, y el límite de edad nos deja afuera a muchas; es como que nos piden experiencia pero no nos dan oportunidad para trabajar. Me encantaría que hubiera más mujeres, en Car Cor me dijeron que ellos nunca habían tomado mujeres porque no se habían presentado para ese trabajo; yo les digo que hoy se animen a sacar los carnets y que se animen a presentarse en las empresas, a romper el pensamiento de que ciertos trabajos son para hombres. Desde mi lugar me gustaría promover que se amplíe el cupo, que más mujeres puedan insertarse en las empresas y sacar los límites de edad tanto para la mujer como para el hombre, más allá del género. Si bien hay razones contributivas, de los aportes, pienso que las autoridades debieran ver la forma de arreglar para abrir oportunidades en este tipo de trabajo.

  

 


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