La "Gloria" está a la vuelta de la esquina. Quedan 90 minutos. Espera el Monumental de Alta Córdoba. El segundo ascenso a la Primera división resta resolverse. Hay dos equipos que han mostrado virtudes y ganas de llevarse ese premio. Así fue la primera final del Reducido. Instituto y Estudiantes de Caseros hicieron un partidazo... solo faltaron los goles.

La "Gloria" está a la vuelta de la esquina: en Alta Córdoba esperan que sea con fiesta el próximo sábado.

Táctico, de momentos. Con pocos espacios, pocas llegadas a los arcos, pero con muchas emociones y condimentos. En ese marco, la "Gloria" y el "Pincha" igualaron sin goles. ¿Negocio para los de Bovaglio?

Partido muy duro, friccionado, con pocas llegadas en los arcos. La "Gloria" está jugando por la "Gloria". Y está poniendo más amor propio que juego en la primera etapa. El elenco local propuso un juego de mucha batalla, con escasos espacios.

Encima, a los 20 minutos debió salir reemplazado el Vikingo Ezequiel Parnisari. El marcador central sufrió un fuerte dolor en la rodilla y por más que intentó no pudo continuar. Ingreso por él Matías Ferreira. Una baja sensible para el Albirrojo para este compromiso y a la espera de si puede llegar para la revancha en Alta Córdoba de la próxima semana.

A los 26 minutos se produjo la primera llegada. Y fue para el elenco local. Jorge Carranza debió aparecer para tapar un remate cruzado de Enzo Acosta. La salida de Parnisari generaba más preocupación.

El "Pincha" tuvo más ocasiones, atacó por las bandas. Pero los de Lucas Bovaglio estuvieron muy firmes, cuidando cada detalle de la ofensiva local. En el último minuto Pereyra, solo, se perdió una situación clave, sólo frente al arco, tras una grieta en el sector derecho albirrojo. No lo supo aprovechar Estudiantes. Llamado de atención para Instituto.

En el complemento Instituto pareció salir con otra actitud: más ofensivo. Buscó más, apretó más arriba en las líneas.

Tan es así, que a los 5 minutos, Santiago Rodríguez no supo aprovechar el regalo que le dio el arquero Bruera.

Pero a los 8 minutos, Estudiantes tuvo cuatro posibilidades en una misma acción: Carranza, el palo y las ganas, otra vez del "Loco" de sacar todo fueron claves para mantener el arco en cero. Un segundo tiempo vibrante.

Más jugado que en el primer tiempo, con menos roces, con más intenciones. ¡Entretenidísimo! Comenzó a aparecer Graciani, y eso fue importante para el Albirrojo, comenzó a aparecer Pereyra, y eso fue importante para el elenco de Caseros.

Bruera a los 26 minutos demostró porqué es considerado de los mejores arqueros de la divisional. Le atajó un mano a mano espectacular a Patricio Cucchi. Encima, en el rebote Santiago Rodríguez no pudo asegurar. Otra chance desperdiciada por el conjunto de Alta Córdoba.

Tras esa jugada salió Cucchi, que también mostraba gestos de dolor, e ingreso Nicolás Mazzola.

Un partido de muchos momentos. No hubo una sola tendencia, un dominador. La paridad fue exclusiva, pero ambos equipos se hicieron cargo del juego e diversas circunstancias.

Ferreira con el correr de los minutos se hizo importante e hizo olvidar la ausencia de Parnisari. El central supo complementarse bien con Alarcón y sacar cada pelota que pasó por su sector.

No fue un juego con mucho brillo, pero sí bien jugado. Las obligaciones, los nervios, el saber que la temporada está llegando a su fin, las presiones... Una verdadera final fueron los primeros 90 minutos. Queda abierta la llave. El segundo ascenso está a la vuelta de la esquina. Fue una muestra que son dos equipos con muchas virtudes, dignas de la final del Reducido de la Primera Nacional.

La "Gloria" está a la vuelta de la esquina...