El niño, de 9 años, está internado en terapia intensiva en el Hospital Privado desde este miércoles. Previamente había sido asistido por profesores de la institución educativa a la que asiste y donde ocurrió el accidente, y posteriormente trasladado al Hospital Ferreyra.

La gravedad del cuadro se debe a que la golosina, un chupetín, se le introdujo en la garganta al caer el niño al suelo y le obturó la zona que une las vías respiratorias aéreas con el estómago y los pulmones superiores. El accidente ocurrió mientras se encontraba en un recreo de su actividad educativa. 

Según una crónica de Canal 10, en la misma escuela se le realizaron unas primeras maniobras de reanimación y en el Hospital Ferreyra se lo trató, pero complicaciones cardiorrespiratorias graves obligaron a que se lo trasladara al Hospital Privado, donde está internado.

José Revigliono, director médico de este nosocomio, consultado por el noticiero de dicho canal, destacó que las primeras 24 a 48 horas son "esenciales y vitales en el manejo y estabilización de sus signos vitales".

Adelantó que a partir de allí, se irá "evaluando cómo continúa", con estudios que se le realizarán para observar su actividad neurológica. "Está dormido, con asistencia respiratoria mecánica y una sedación profunda que permite llevar oxigenación a sus órganos", concluyó.