Ed Impresa Facundo Piai 05/11/2021

La industria se consolida: una alimenticia aumenta su capacidad productiva

UIA, Indec y consultoras coinciden en que las alimenticias recuperan su performance a niveles prepandémicos. Dos firmas argentinas de quedan con parte de la multinacional PepsiCo.

La empresa radicada en Río Segundo proyecta una facturación bruta de $8.000 millones para este año, y utilizó ese dinero para aumentar su producción y adquirir las marcas Toddy y Zucoa.

 

 

Especial para La Nueva Mañana

PESE A LA ALTA INFLACIÓN

La economía continúa arrojando signos diversos. Si le hiciésemos una radiografía (o resonancia, para mayor precisión) nos encontraríamos con una economía de doble velocidad. Por un lado, el sector externo viene mostrando una dinámica ascendente, acumulando en nueve meses un saldo comercial mayor a 12 mil millones de dólares. Se espera que la performance de octubre continúe por esa senda; el complejo oleaginoso y cerealero (que representa el 48% de las exportaciones del país) mostró una liquidación record el mes pasado. Asimismo, muchos sectores manufactureros se recuperaron del quebranto 2020 y algunos, inclusive, muestran un nivel de actividad símil al del 2017 (último año sin recesión). Consecuentemente, las proyecciones de recuperación del PBI se fueron elevando hasta ubicarse dos puntos y medio por arriba del 5,5% presente en el presupuesto 2021.

Sin embargo, por otro lado, los indicadores socioeconómicos continúan en niveles preocupantes; a cifras altas de desempleo y pobreza se le suma la disparada de la inflación que fagocita la recuperación de los ingresos y pone un techo a la expansión de la economía. Además el proceso de destrucción de poder adquisitivo de los ingresos consolida otro malestar a la ya inestable economía nacional: la dolarización de las carteras. En efecto, la demanda de verdes siempre presiona la cotización del dólar al alza, frente a un BCRA con reservas internacionales escasas. Este maridaje, más un déficit fiscal alto, lleva a no pocos analistas a sentenciar la inviabilidad de la Argentina.    

Casi como desoyendo esas sentencias una empresa alimenticia cordobesa con presencia en el mercado de las golosinas anunció recientemente que se expandirá. Se trata de Georgalos, radicada en Río Segundo, que avanza tras la restructuración de Pepsico Argentina quedándose con las marcas Toddy y Zucoa, más una planta de producción que la multinacional tenía en La Rioja. La compañía continúa expandiéndose en el rubro alimentos, tras incursionar en el segmento cereales para el desayuno en el 2014 con la adquisición de General Cereals a la multinacional Kerry.  “Esto es el resultado de un trabajo que se viene haciendo durante muchísimo tiempo”, señaló a LNM Katia Gounaridis, gerente de Relaciones Institucionales de la empresa. 

“Buena calidad, buen precio”

“Un plan de gestión muy intenso” es clave para que la alta inflación y la volatilidad económica permanente no afecten las proyecciones. Para la compañía, la crisis del 2001 fue fatídica ya que, para poder mantenerse operativos, tuvieron que desprenderse de Mantecol. En aquel entonces su marca emblema pasó a manos de la británica Cadbury. Gounaridis señala que la crisis “te hace aprender”, para lo cual hoy cuentan con un “piloto de tormentas” con un perfil financiero como Guillermo Rimoldi. Para evitar los vaivenes hay que contar con información correcta en tiempo real, “eso te hace ver cuándo levantar el pie del acelerador y cuándo poder ir en el ritmo que te demanda el consumo”, explica.

Para la empresa fue clave financiarse mediante la emisión de Obligaciones Negociables; una posibilidad que tienen las Pymes para captar fondos de inversores privados en el mercado de capitales que le permitió hacerse de $500 millones. La compañía, que proyecta una facturación bruta de $8.000 millones para este año, utilizó ese dinero para aumentar la capacidad instalada en sus diferentes plantas y también para realizar esta última adquisición. La estrategia de inversión permitió a los realizadores de los caramelos Flynn Paff potenciar “un sistema de distribución que generó una explosión en positivo para la compañía”, señaló la gerente. Además, al contar con “una tipología de producto para cada consumidor y estar siempre vinculada al consumo inteligente (a muy buena calidad, muy buen precio)”, es la “ecuación” que mejor se adapta a los contextos de crisis.

“Entender la necesidad del consumidor” en ese momento en particular fue una de las fortalezas que permitieron sortear la pandemia, destacó. Pero lo más importante, sostiene, es la planificación. El año 2019 no fue bueno para los balances de la compañía, con mucha inestabilidad en las principales variables macroeconómicas. Pero la pandemia los encontró con un plan en marcha “de expansión en distribución, crecimiento y mayor rotación de las marcas principales de la compañía”. “Fue un gran desafío cumplirlo en el 2020, pero fue lo que hicimos. Estamos contentos porque creemos que vamos a terminar bien gracias a una buena gestión interna”, señaló la nieta del fundador de la empresa. Este año, el volumen de producción del grupo acompaña el ritmo de crecimiento del sector señalado más arriba. “El 2021 vamos a cerrar sin duda mejor”, señaló quien está a cargo de las relaciones institucionales de la empresa. 

Desde la compañía fundada en 1939 hace meses que vienen acondicionando la estructura operativa y logística para la expansión anunciada esta semana. Aspiran a ampliar el uso de la capacidad instalada llevándola del 40% a más de la mitad en el corto plazo. Desde la compañía que produce Nucrem, Namur, Full Maní y Tokke, entre otras, no sólo buscan posicionar más a las marcas Toddy y Zucoa en el mercado interno; también apuestan a la exportación de los productos de estas marcas “buscando un socio estratégico en cada país que se pueda”. 
Actualmente la compañía cuenta con una gran diversidad de destinos a donde exporta, representando los despachos al exterior un 12% de las ventas. Si bien el portafolio de productos de las nuevas marcas puede incidir en el perfil exportador, la crisis global de los fletes marítimos genera condicionantes. Por tanto, ponen el foco en los países limítrofes.

Tía Maruca se inserta en el mercado de galletas

El segmento galletitas en el que incursionará Georgalos viene de experimentar cambios producto de la crisis económica. El sitio especializado Trade y Retail subraya que la presencia de los grandes jugadores se debilita frente a los bolsillos flacos de los consumidores. Es decir, el consumo avanzó motorizado por segundas marcas, en donde se advirtió una contracción de las “Premium”, “al igual que en otros sectores”. En este segmento, Tía Maruca es una de las compañías que mejor aprovechó la oportunidad aumentando su cuota de mercado. Según explicó el dueño de la fábrica de galletitas Alejandro Ripani a un medio especializado, esperan cerrar el año con una facturación de $2.000 millones. Es decir, un 66% arriba de la facturación del 2019. Este crecimiento se basa en una expansión real de la producción más que por incrementos en el precio, explicó el empresario.

Si bien la pandemia afectó seriamente a los almacenes y kioscos, principales puntos de venta de la marca emblema de la empresa, la compañía suplió esa merma con otros productos. Esta firma tambiÉn aprovechó la retirada de la multinacional norteamericana. Así, desde la fábrica emplazada en San Juan, comprada a PepsiCo por Alejandro Ripani, en donde fabrican las marcas Argentitas, Pindy y Dale, revirtieron una ecuación que se presentaba adversa. Actualmente con una duplicación del volumen producido de esas marcas están elaborando alrededor de 1.800 toneladas al mes. Aún sin la fabricación de la línea Maruca que representa el 30% de la producción.  De esta manera, apostando a una estrategia más masiva, lograron como compañía llegar al segmento crackers, llegando a potenciar la marca Argentinitas.

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