A nueves meses del hecho, la fiscalía federal de Río Cuarto imputó a cuatro personas por el caso de Solange Musse. Se trata de la joven que falleció el año pasado por una enfermedad terminal y cuyo padre no pudo darle el último adiós, ya que le fue impedido el ingreso a la provincia de Córdoba en el marco de las restricciones por la pandemia de coronavirus.

Ahora, la fiscal Alicia Cena imputó a un agente de la Policía Caminera, dos médicos del COE y una trabajadora social, todos involucrados en el caso. A los acusados les adjudica la supuesta comisión del delito de “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

Pablo Musse, el padre de Solange, había viajado desde Neuquén pero no pudo ingresar a la provincia de Córdoba pese a la repercusión nacional del caso y al grave estado de salud de su hija. Al mismo tiempo, la joven difundió una carta en la que expresaba: “Hasta mi último suspiro tengo derechos”. Poco después falleció, y recién en ese momento, desconsolados, su padre y otros familiares fueron autorizados a ingresar a la provincia, para el sepelio.

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