¡Qué equipo raro es Instituto! Pasa por distintos estados de ánimo en pocos minutos. Capaz de generar jugadas ofensivas cargadas de valor, eficacia y hasta cierta belleza, pero al tiempo poseer improlijidades en el mediocampo y debilidades defensivas, que las tuvo que resolver Jorge Carranza para que el juego por la cuarta fecha de la Primera Nacional se resolviera con victoria 3-2 ante Santamarina de Tandil, en el Mario Alberto Kempes.

Un triunfo que pone a la Gloria escolta en el Grupo B de la Zona Reválida. Un triunfo motivador para que los hinchas gloriosos celebren una Navidad en paz.

El primer tiempo se jugó al ritmo de Damián Arce. El talentoso mediocampista manejó los tiempos y el juego. Se destacó, la pidió, jugó, hizo jugar; y con él como abanderado se vio lo mejor del equipo de Fernando Quiroz.

El gol de Instituto llegó rápido. Y fue justamente Damián Arce, que aprovechó un rebote en el área, y marcó para los de Alta Córdoba.

A los 12 minutos remate de Arce, que el arquero Tomás Casas tuvo que realizar una volada espectacular para evitar el segundo tanto albirrojo.

A los 38 minutos sucedió algo increíble. Pino tuvo para ampliar la diferencia con una jugada clara. Encaró mano a mano a Casas, lo superó sólo con el arco libre. Y se tomó un segundo para empujar la pelota en la el red. Y un segundo es una eternidad en el fútbol profesional. Ese segundo le permitió a un defensor visitante llegar y ahogarle el grito a la Gloria.

El complemento arrancó a puro vértigo.

A los 6 minutos Damián Arce dibujó un golazo de tiro libre. Una belleza de precisión. Se clavó en el ángulo derecho de Casas. Tremendo.

Pero rápido, Santamarina descontó. Un minuto después del golazón de Arce, Valentín Depietri marcó a la salida de un tiro de esquina.

La Gloria no se quedó lamentando y aprovechó las falencias gigantes de la defensa visitante y a los 11 Villarroel convirtió el tercero de los de Teté.

Sin embargo la tranquilidad no es una palabra acorde para Instituto, ya que también al minuto volvió a marcar en elenco de Tandil. La defensa albirroja también tiene serías grietas y Mariano González se las mostró con el segundo para Santamarina.

Luego el partido “se achanchó”. Santamarina le fue ganando terreno y le llevó peligro a Jorge Carranza, que tuvo que aparecer en varias ocasiones, como el atajadón a los 43. El Loco salvó a Instituto.

Y ganó la Gloria en el Kempes. Esta Navidad podrá brindar con ilusiones, siendo escolta de Almagro.

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