Suplementos - Ed Impresa Mónica Hernández 20/03/2020

Río Suquía: un valioso patrimonio afectado por la acción humana

Un estudio de la UNC expone que las plantas de tratamiento de líquidos cloacales no están preparadas para eliminar los microcontaminantes, afectando el curso del río Suquía.

Fotos: Javier Imaz / LNM





 
 
Como parte de una tesis doctoral, Rocío Bonansea y Eugenia Valdez, del Departamento de Química Orgánica de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba, realizaron un relevamiento de las partículas contaminantes a lo largo del curso de agua que atraviesa la ciudad de Córdoba.  


Ante la necesidad de contar con marcadores de fuentes de contaminación, las especialistas tomaron muestras en diferentes puntos del río Suquía, lo cual arrojó gran cantidad de microcontaminantes que, si bien están en muy bajas concentraciones, producen contaminación. Tenían interés en estudiar la cuenca del Suquía, río que nace en el lago San Roque y desemboca en el Mar de Ansenuza, para evaluar los efectos toxicológicos sobre la biota (conjunto de organismos vivos) acuática. En la parte alta del cauce es un río de montaña y, además de atravesar varias localidades, cruza toda la ciudad de Córdoba, siendo este el asentamiento más grande la cuenca, con aproximadamente 1.600.000 habitantes. 

Aguas abajo de la gran urbe, el Suquía ya se convierte en un río de llanura atravesando campos sembrados y recibe los efluentes de la planta depuradora de aguas residuales. Al formar parte de una cuenca endorreica el curso de agua no tiene salida al mar y resulta muy importante estudiarlo porque atraviesa gran parte del territorio cordobés. 

“La misión de este trabajo es difundir que los microcontaminantes pueden ser sustancias orgánicas o inorgánicas, que por su toxicidad, persistencia y bioacumulación pueden inducir a un efecto negativo. A su vez, pueden ser inorgánicas, como por ejemplo, metales pesados u orgánicos que es en lo que nos centramos, o sea en los plaguicidas y en los fármacos”, comenzaron diciendo las especialistas. 

Rocío Bonansea y Eugenia Valdez, del Departamento de Química Orgánica de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba, realizaron un relevamiento de las partículas contaminantes a lo largo del curso de agua que atraviesa la ciudad de Córdoba.

¿Por qué estudiar al Suquía? 

Si bien existen muchos antecedentes previos de estudios de contaminación del Suquía, ya que previamente se investigó la presencia de cianotoxinas en el  lago San Roque, luego hidrocarburos disociados, clorobenceno, metales pesados, previo y posterior a la ciudad de Córdoba, y también la presencia de algunos plaguicidas órganoclorados y bacterias coliformes, el objetivo de este trabajo de investigación fue verificar plaguicidas de uso actual presentes en distintas matrices ambientales del curso de agua y, posteriormente, identificar fármacos en las mismas, estudiando la variación espacial y temporal.

Restos de plaguicidas

“Yo -expresó Rocío- para la identificación realicé monitoreo durante un año (2010-2011) sobre cuatro muestreos, los cuales se realizaron en cinco sitios: en La Calera (previo a la ciudad de Córdoba), Corazón de María, Río Primero, Villa Santa Rosa y La Para, siendo estos últimos tres los principales centro agrícolas de la cuenca. Los mismos se realizaron en alta y baja aplicación de plaguicidas, se recolectó el agua y se filtró. Este procedimiento fue concretamente para saber qué plaguicidas buscar, pues en ese momento se publicaron los diez plaguicidas más usados. Entonces de allí se seleccionaron distintos plaguicidas por su uso, los cuales fueron tres herbicidas que son ampliamente utilizados que son AMPA, alfa-cipermetrina, endosulfán, atrazina y dos metabolitos, uno de ellos del glifosato”. 

Por otra parte, “de los resultados del trabajo lo primero que observé fue que, de 140 muestras analizadas (sedimento y agua), el 40% resultaron muestras positivas o sea que eso habla de la alta probabilidad de encontrar plaguicidas en el Suquía. Todos los sitios monitoreados tuvieron contaminación e incluso en La Calera, pero se observaron variaciones espaciales pero no temporales”.  Esto se debe a que los plaguicidas, si bien son de uso actual no son persistentes, aunque tarden en degradarse semanas o meses e ingresan constantemente al ecosistema se habla de una seudopersistencia. 

La mayor concentración hallada fue en Corazón de María, que es un sitio donde se utilizan los plaguicidas porque es parte del cinturón verde de Córdoba y también con la particularidad de que el río en esa zona tiene una alta cantidad de materia orgánica y poco oxígeno, lo cual habla de una menor capacidad de curación del río. Los sitios que seguían en nivel de contaminación fueron: La Para, Río Primero y Villa Santa Rosa, que era lo esperado pues son centros agrícolas y en La Calera se observó contaminación de dos plaguicidas solamente en agua, lo cual es una contaminación puntual al momento de tomar las muestras pues no se encontró en los sedimentos. 

Fármacos de uso humano 

Si bien no es tanto el riesgo para la biota acuática por las concentraciones de fármacos encontradas, las investigadoras se centraron en un monitoreo en 2011-2012. “Nos fuimos hasta Yuspe para buscar un lugar donde no haya asentamientos alrededor, después La Calera y Chacras de la Merced, Corazón de María, y Capilla de los Remedios hasta Río Primero. En el muestreo se analizaron aguas y peces, aunque en Chacras de la Merced y Corazón de María ya no hay peces. Al ver la lista de fármacos que usamos son muchísimos los que podrían llegar al río, pero la selección fue en base a la capacidad analítica que teníamos en ese momento y de acuerdo a lo que se usa”, comentó Eugenia.

“Se trata de medicamentos arrojados al río o consumidos, los cuales se metabolizan. Lo que pasa es que hay una pequeña proporción de los fármacos que no se metaboliza tanto y se elimina como tal, y el gran problema que tiene es que las plantas de tratamiento no están preparadas para eliminar estos contaminantes, con lo cual hay un porcentaje que pasa y se descarga. Esto pasa en todo el mundo, en concentraciones bajas pero de ingreso continuo”, arrojó el estudio. 

Entre las drogas encontradas, se pueden mencionar: psiquiátricas (diazepam, clonazepam, etcétera), antiinflamatorios (diclofenac), metabloqueantes, anticoagulantes y diuréticos, entre otros. Cabe aclarar que la presencia de estos fármacos se vio en el cauce pasando la ciudad de Córdoba, e incluso hasta 60 kilómetros aguas abajo se detectó la acumulación en peces.

  

  


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