Cultura Adrián Camerano 01/12/2019

Cosquín Rock volvió a la Próspero Molina: un homenaje revisitado

Ocho de las bandas que estuvieron presentes en la primera edición del festival más importante del país se dieron cita para celebrar los 20 años en el escenario donde todo empezó.

Las Pelotas, única banda presente en todas las ediciones del Cosquín Rock, cerraron el homenaje en la Próspero Molina. - Foto: Gentileza Romina Barral

Lo ideal hubiera sido tomar aquella grilla de 2001 y e intentar replicarla, dos décadas después. Tarea difícil: varios de aquellos grupos pioneros del Cosquín Rock no existen más, y los que sí, se guardan para el plato fuerte del 8 y 9 de febrero. Salvo Las Pelotas, que tiene asistencia perfecta y que este sábado 30 cerró una nueva noche de rock en la plaza Próspero Molina. Pero aunque anclado en bandas “revisitadas”, y sin esquivar cierta nostalgia, el homenaje a los 20 años del festival más federal del país mantuvo la esencia de aquel encuentro inaugural de principio de siglo.

Con buenos créditos locales –un acierto, que suele ser déficit en la edición tradicional-, el Cosquín Rock Homenaje tuvo a varios referentes del género reversionando los conjuntos que integraron algunas vez, sin caer en una mala versión de ellos mismos. Así, cuando el sol aflojaba Palo Pandolfo desgranó clásicos de Don Cornelio y la Zona y Los VisitantesElla vendrá y Estaré, entre otros- y el bajista Micky Rodríguez repasó temas de Los Piojos, quizás la última gran banda extinta del rock nuestro.

Integrante original de aquel grupo que marcó el rock argentino de los 90 y 2000, Rodríguez inició su presentación bien arriba, con Cruel/Te diría, Chactuchac, Taxi Boy. Tras un remanso no menos intenso –Luz de Marfil, Fijate, Tan solo-, el cierre fue potente: Fantasmas y El balneario de los doctores crotos, aquel tema icónico que hablaba de despidos, negocios, privatizaciones.

Ahí hubo una clave: así como varias bandas cayeron en el cliché de gritar Aquí Cosquín, al estilo del (mal) recordado Julio Márbiz, no fueron pocas las que destacaron que los viejos temas que sonaban sobre el escenario tenían más vigencia que nunca. “Son canciones que nunca pasan de moda, por la cosas que dicen” explicó sobre el escenario el Mono, de Kapanga, y su secuaz Mikael cerró la idea con un “lamentablemente” que sonó sentido, verdadero.

La banda de Quilmes hizo lo suyo, con más carisma que calidad interpretativa: arrancó su set con su tema-homenaje al género –Rock- y arremetió con clásicos varios: Bisabuelo, Ramón, Motormúsica, Miro de atrás y No me sueltes. “Tuvieron que pasar 19 años para que estuviéramos aquí de nuevo” soltó el Mono antes de cerrar su set con El universal, El mono relojero y un saludo final apoteótico, que incluyó la recordada cortina musical del programa televisivo Feliz Domingo para la Juventud. Faltaba Silvio Soldán, nomás, y cartón lleno.

Rock y gritos

El desaforado Fernando Ruiz Díaz también se subió al tren de las bandas revisitadas, repasando temas de Catupecu Machu. Un set extenso que levantó al público sobre el final y que abundó en reiterados -¡cuatro ocasiones!- agradecimientos a los primeros organizadores del festival. Los puntos más altos de la banda comandada por este arengador profesional estuvieron en En los sueños, A veces vuelvo y Magia veneno, incluyendo el potentísimo Dale! y, en el cierre, Y lo que quiero es que pises sin el suelo.

Hasta que pasadas las 22.30 llegaron Las Pelotas, los ex Sumo –tras la partida de Sokol, sólo Germán Daffunchio- que del reggae inicial han virado a una mezcla de potencia y rock melanco que muy bien les sienta. Número central del evento, arrancaron su enésima presentación en el festival con Qué podés dar y un tema nuevo -Dando vueltas- de su inminente disco. Luego propusieron un momento introspectivo –Víctimas del cielo, Como se curan las heridas y Personalmente-, para continuar con Tormenta en Júpiter y Era, antes del pegadizo Que estés sonriendo.

Un Daffunchio veterano pero en forma y Gustavo Jove descollando en la batería lideraron el repaso por temas antiguos y celebrados, como Solito vas, Si supieras y Será, y otra pieza nueva, que incluyó video: la acusadora Nadie fue. El cierre fue al palo, con Esperando el milagro (más 2001 o 2019, imposible), Capitán América, Shine y El ojo blindado, de Sumo.

Un público satisfecho y variopinto volvió a la Próspero Molina convocado por una grilla mediana, pero que cumplió, y paladeando la edición histórica que se viene, el 8 y 9 de febrero en el Aeródromo de Santa María de Punilla.

Te puede interesar

El Museo Genaro Pérez será sede de la 9ª edición del Festival de Fotografía Impresa en Córdoba

Comenzó ayer viernes y continuará este sábado a partir de las 17:00. Es organizado por el Centro de Estudios Fotográficos, con entrada libre y gratuita, sin inscripción previa.

Cierra el cine Atlas en Cosquín: “Se fue apagando, acompañado por la situación económica del país"

Ubicado en plena avenida San Martín, cerca de la Plaza Próspero Molina, cierra una sala que contenía al público del valle de Punilla. Roberto Abdenur, su dueño, habla con LNM sobre los motivos, el futuro de la industria y reflexiona acerca de los consumos culturales.

El 7 de febrero inicia el Festival de Títeres de Verano

Las funciones se realizaran de miércoles a domingo a las 20:30. Entrada general: $2.500.

El “5to Festival Veraniego" de La Casa del Títere suma dos nuevas funciones

Hasta el 24 de febrero, de jueves a sábados a las 20:00 horas, se podrá disfrutar de una nutrida grilla de actividades. Participarán los siguientes elencos: Chachakun, Astrolabio, Carbón con patas y Los Títeres de Moñito.

Entregaron los Premios Provincial Siripo: todos los ganadores

La celebración de premiación de la provincia fue conducida por el grupo teatral “Sin ánimos de ofender”, ganadores del Siripo a la Mejor obra 2023.

"Por favor bailemos", se presenta en Espacio Cirulaxia el 12, 19 y 26 de abril

La comedia dramática dirigida por Pablo Martella, fue la obra ganadora del Incentivo a la Trayectoria de la Escena Cordobesa 2023 de la Agencia Córdoba Cultura, Subdirección de Artes Escénicas.