El “Ruso” Zielinski ahora conquista América

“– ¿Cómo es el ‘estilo Zielinski’?
– Muy simple, porque no complicamos a los jugadores. Les pedimos dos o tres cosas cuando tenemos la pelota y lo mismo cuando la tiene el rival, y les damos libertad a los futbolistas para que jueguen”.

Esa pregunta le realizaron a Ricardo Zielinski en una entrevista que le realizó la revista El Gráfico en el año 2009, cuando estaba por debutar como director técnico de Chacarita. Han pasado muchos años desde aquella declaración y al día de hoy, siendo un entrenador con mayor pergaminos y experiencia, sus equipos siguen demostrando ese “estilo Zielinski”.

El “Ruso” Zielinski es uno de los mejores técnicos de Argentina... y por paliza, incluso más que varios de los DT que dirigen a los “grandes”.
Pero no vende humo, no hace declaraciones rimbombantes, ni gesticula para las cámaras, no habla difícil, no dice que sus equipos juegan a algo que no hacen... es un tipo sincero. Sin casette. Por eso, tal vez lo grandes medios nacionales no le dan el valor que semejante orientador táctico merece. Lo han calificado de “defensivo”, como si fuera una mala palabra, aunque sus equipos no sean tan así. Un DT pragmático, que se sabe adecuar a los jugadores que tiene en el plantel, que potencia a algunos miembros para que sean útiles al colectivo.
Ricardo Zielinski está haciendo historia con Atlético Tucumán. Puso al “Decano” entre los ocho mejores equipos de América del Sur, y se medirá en cuartos de final de la Copa Libertadores con el reinante campeón Gremio.
Uno de sus maestros fue Carlos Salvador Bilardo. ¿Cómo? Sí, luego del subcampeonato de la Selección argentina en la Copa del Mundo de Italia, en 1990, Bilardo abrió unas escuelitas de fútbol por todo el país y allí fue Zielinski para aprender. “Era muy enriquecedor hablar con Carlos, yo me considero de su escuela, aunque no por eso dejo de valorar a Menotti. No estoy de acuerdo con esa línea de pensamiento de uno u otro. Igual, al que más admiro es a Bianchi. En esta profesión hay que tratar de ser lo más simple posible, y no tengo dudas de que una de las mayores virtudes de Bianchi es la simpleza. Y la otra: sacarle lo mejor a cada jugador”, supo contar el “Ruso”.
Y aprendió. En Belgrano hizo historia de la grande: lo sacó del fondo de la tabla de la B Nacional, le descontó 20 puntos a los primeros, se adueñó del último cupo de una Promoción, donde le tocó, nada más y nada menos, que a River, le ganó, logró el ascenso más sorprendente del fútbol argentino, ya en Primera división, en el primer torneo, sumó 31 puntos, el equipo se mantuvo, al año siguiente le ganó a los cinco grandes y peleó el torneo hasta el final...por citar sólo el inicio de páginas increíbles que escribió Zielinski en el club de Alberdi, ah, al que también clasificó en dos ocasiones a copas internacionales.
“Por la experiencia que tengo en la profesión, venir a trabajar en una provincia que respira fútbol es una satisfacción, por la pasión con que se vive el fútbol. Esperemos estar a la altura de las circunstancias y hacer las cosas mejor posibles...”
Esto declaró el “Ruso” cuando llegó en junio de 2017 al “Decano” tucumano. Y así como se anotó en los libros de historia del club cordobés, también lo está haciendo en Tucumán. Quizás no tiene el ruido de otros entrenadores, pero él fiel a su estilo continúa conquistando, con equipos que saben interpretar las urgencias del club en el que está. En el horizonte aparece Gremio, y Zielinski sabe de qué se trata cuando hay que derribar a Goliath. ¿Lo volverá a hacer? Quizás, lo importante es que lo intenta.

Estilo “Ruso”

“Los entrenadores no somos ofensivos ni defensivos, tratamos de interpretar a los jugadores que tenemos y armamos un esquema en base a eso”.

“Con recursos es fácil, pero muchos equipos no tienen para elegir. A nosotros nos tocó siempre dirigir desde la austeridad, no desde la abundancia, y es fácil criticar desde la abundancia”.

“Yo no me persigo con ninguna etiqueta, porque sé qué clase de entrenador soy, y trato de aprender todos los días. Obviamente que sin nombres es más difícil, somos muchos los entrenadores que no hemos tenido la suerte de trascender como futbolistas y arrancamos de cero y todo nos cuesta más, y nos vamos ganando un lugar a partir del resultado”.

“La verdad absoluta no la tiene nadie, por lo tanto, la única verdad la tienen los jugadores. A partir de tener mejores jugadores, vas a ser mejor entrenador; y los sistemas son importantes, pero no son definitorios”.

“En Argentina hay buenos entrenadores: Menotti, Bilardo, Bianchi, Bielsa, Simeone... Los entrenadores argentinos están entre los mejores del mundo. Se aprende de todos. Parecería que si me gusta uno, te casás con su sistema. Y en el fútbol también hay una grieta. Yo me paro en el medio. Me gusta Mourinho, pero también Menotti. De todos me quedo con Ancelotti, un tipo que es equilibrado”.

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