El consumo de artículos de primera necesidad sigue en caída a pesar de la inflación a la baja

En supermercados cayó 5% en mayo respecto al año pasado. En tanto, en los comercios de barrio la caída de ventas fue del 19% en igual período. “Desde diciembre hacia ahora no ha habido recuperación”, aseguró Vanesa Ruiz, gerenta del Centro de Almaceneros de Córdoba, en diálogo con LNM.

Economía14/06/2025 Facundo Piai
Centro de Almaceneros
LA PLATA NO ALCANZA.Vanesa Ruiz, gerenta del Centro de Almaceneros de Córdoba, comentó en diálogo con LNM que los comercios de cercanía están vendiendo un 19% menos que hace un año atrás. Foto archivo.

Las últimas noticias económicas han sido más que positivas para el presidente y su principal ministro, Luis Caputo. Por el flanco financiero, lograron dos objetivos que se proponían en el corto plazo. Por un lado, cerraron un préstamo con bancos internacionales por u$s2.000 millones de dólares para seguir interviniendo sobre el dólar. Asimismo, los bonos que colocan para pagar vencimientos de deuda con más deuda son aceptados por el mercado. El modelo, en los términos del Gobierno, funciona sobre ruedas. 

Además, como broche de oro, la inflación de mayo logró finalmente romper el piso de 2 por ciento mensual. Para encontrarnos con un promedio de aumento mensual de 1,5%, como el de mayo último, tenemos que retrotraernos a junio del año 2020. Más a favor del Gobierno actual, si queremos comparar este último nivel de inflación con un año que no esté signado por la particularidad de la pandemia y el encierro, entonces hay que irse hasta el 2017.

El último informe de Indec sobre los aumentos de precios muestra también que la inflación núcleo, aquella que quita del análisis los precios estacionales, bajó a la par. Esto puede anticipar una tendencia de los precios a la baja o en torno a los valores actuales, siempre y cuando se repitan algunos de los factores que inciden fuertemente en esta baja: postergación de aumento de tarifas, limite a la recomposición salarial y dólar pisado. De cualquier manera, el Gobierno está cumpliendo una de las metas que se trazó. 

El consumo en estado contractivo comparándolo con un año recesivo 

Sin embargo, a contramano del sentido común, esta desaceleración de la inflación no se traduce en un incremento de los niveles de consumo. Diferentes consultoras que miden los niveles de demanda en distintos comercios concluyen que se venden menos artículos de primera necesidad respecto a un año atrás. Una de ellas es Focus Market que señala que el consumo masivo se contrajo en grandes superficies poco más de 3 puntos en mayo respecto a abril. Mientras que en la comparación interanual, en relación a mayo del 2024, la caída del consumo fue de casi 1%.

Por su parte, de acuerdo a los relevamientos de las cadenas de supermercados nacionales y autoservicios, el volumen de ventas de bienes de consumo fue negativo en 5% en comparación con mayo del año pasado. El presidente de la federación de supermercados (FASA), Víctor Palpacelli, comentó a La Nueva Mañana que “si bien la baja de la inflación nos anima a pensar en positivo, todavía no podemos decir que esto ha generado una recuperación del consumo”.

En el sector destacan que el porcentaje en que han caído las ventas es apenas menor de lo que venía mostrando en el mes de abril. Con lo cual, en un escenario adverso para el mercado interno valoran que la contracción de mayo sea menor que la del mes anterior. “Esto no quiere decir que hemos recuperado todo y que hay una reactivación plena del consumo, pero hay un leve indicativo a esa posibilidad”, señaló Palpacelli.

La compleja situación de los comercios

En donde más se desplomaron las ventas fue en los comercios de cercanía. Vanesa Ruiz, gerenta del Centro de Almaceneros de Córdoba, comentó en diálogo con LNM que los comercios están vendiendo un 19% menos que hace un año atrás. “Desde diciembre hacia ahora no ha habido recuperación”. Este andar de la demanda obedece, señaló, a que por un lado “hay un alivio en cuanto a lo que es el comportamiento de la canasta básica alimentaria”, pero las subas de “servicios, tarifas, impuestos y la caída del ingreso” llevan a las familias a destinar más dinero para gastos fijos. 

Por su parte, los comerciantes deben lidiar con los dos factores negativos: subas de gastos fijos y, además, pérdida de clientes. Esto genera “pérdida de fuentes laborales”, señaló Ruiz. “El aumento de la estructura de costos de los comercios, hizo que, lamentablemente, se hayan tenido que desprender de algún empleado”. Al momento, por la crisis sectorial, muchos comercios optan por dejar las avenidas, en donde los alquileres son más costosos, “pero de seguir esta realidad, lo último que queda es cerrar el negocio”.

Achicamiento de la cantidad de asalariados

En efecto, la desaceleración de la inflación no se traduce en un incremento de la actividad económica ni en más demanda. Es decir, la inflación cae, pero el ingreso rinde menos. Lo primero a destacar tiene que ver con la cantidad de trabajadores registrados a la fecha. Según relevamientos oficiales, hay 71 mil asalariados menos que hace un año atrás y, desde la asunción de la nueva administración, son 241 mil las bajas. 

A este achicamiento de la cantidad de asalariados del sector público y privado hay que sumarle la caída de los salarios y jubilaciones. En efecto, hay menos asalariados y además los ingresos no logran recuperarse ni aún a los niveles de noviembre del 2023. Consecuentemente, el Gobierno está eligiendo menos inflación a costa de los salarios y la recomposición de la demanda. 

En su horizonte está una reactivación del consumo de la mano del crédito en un escenario de inflación baja, pero aún así, sin un programa que busque resolver la caída del empleo la recuperación robusta de la demanda quedará en el debe. 

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