Javier Pretto: “Hacemos foco en lo social por las grandes necesidades que se ven”

El viceintendente dialogó con La Nueva Mañana y reconoció que la crisis económica y las medidas del Gobierno nacional obligaron a discontinuar algunos proyectos. “La quita intempestiva de los fondos al transporte profundizó la inequidad en la distribución de subsidios”, sostuvo.

Política17/03/2024Miguel ApontesMiguel Apontes
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Javier Pretto:Acepté la invitación de Llaryora y Passerini porque no nos pedían que resignáramos ninguna de nuestras banderas ni valores, solo enfocarnos en la gestión. Foto: Javier Imaz LNM


Javier Pretto, 58 años, cuenta con una profusa carrera política: concejal y tres veces intendente de La Carlota; legislador provincial, diputado nacional. Presidía el PRO cuando fue convocado en 2023 para integrar la fórmula para la intendencia de la capital, junto a Daniel Passerini.

Desde el momento que asumió la viceintendencia –y la presidencia del Concejo Deliberante- hasta hoy, muchas cosas cambiaron: si había crisis en el país, se profundizaron los problemas a partir de las políticas del Gobierno nacional que, con el norte puesto en alcanzar el tan mentado “déficit fiscal”, enfriaron la economía, plancharon salarios y jubilaciones y sumieron al país en una profunda recesión.

Córdoba no quedó exenta de “la motosierra”: los recortes en la coparticipación y puntualmente la quita de subsidios al transporte dieron de lleno en las finanzas municipales.

El viceintendente es cauto, aunque reconoce el difícil escenario: “La gestión, por más que sea una continuidad de un mismo equipo, siempre algo cambia. Sostenemos la línea política de Martín Llaryora y Daniel Passerini. Tenemos el compromiso de continuar esa gestión, que venía con muy buen ritmo, y por las medidas que ha tenido que tomar el Gobierno nacional, algunas cosas han tenido que parar un tiempo, suspenderlas hasta ver cómo se resuelve la cuestión económica”, señaló a La Nueva Mañana.

La “adaptación del programa”, como lo llama, llevó al Departamento Ejecutivo a centrarse en aspectos que considera relevantes e ineludibles. “Hacemos foco en los aspectos pilares de la gestión: seguridad, educación, transporte, la cuestión social”.

Esos pilares que plantea se ven atravesados por el creciente deterioro en las condiciones de vida. “Se lanzó la Guardia Urbana, que va a trabajar en colaboración con la Policía provincial y sobre el tema educativo también hacemos foco, al igual que el social, por las grandes necesidades que se ven de alimentos, de falta de trabajo; la inflación que afecta el bolsillo de todos, pero mucho más de los trabajadores, los informales y los que no tienen empleo”.

-¿Cómo afectó la quita de subsidios al transporte?

-Fue el adicional no esperado. Esto de la quita de los fondos de forma intempestiva por parte del Gobierno nacional, aunque se venía hablando, nunca se había previsto que iba a ser de un día para el otro. Pensemos: del 100% de los recursos del Fondo Compensador para el Transporte, el 85% se destinaba al AMBA, y el 15% a todo el interior. Al tomar esta decisión, el 100% se destina al Área Metropolitana, estamos peor que la situación anterior, cuando ya era inequitativa. Eso trajo problemas a la provincia y a las ciudades, y llevó a que se deba aumentar el boleto en dos oportunidades. En una situación de crisis, de parálisis total de la economía, la gente necesita llegar a su trabajo.

-A todo esto, se sumó el retiro de ERSA que cubría más de un tercio del servicio.

- Eso agravó la situación. Transitoriamente se ha creado una comisión para tratar el tema, donde por 90 días los cuatro corredores de ERSA se reasignaron, uno a Tamse y dos a Coniferal. Se sigue trabajando en el pliego para licitar el servicio, pero ahora ya con una concepción del Ente Metropolitano; es decir, se van a incluir también los corredores de las comunidades vecinas que forman parte del ente, de tal modo que se rediseñan las líneas y los corredores con el objetivo de hacerlas más eficientes en el uso de los recursos para que podamos tener un mejor servicio y a un costo que se lo pueda afrontar. Un gran desafío que tiene la gestión de encontrar la solución al rediseño de las líneas, ahora en un ámbito más grande que es el metropolitano. Estamos en esa difícil tarea.

“La quita de los fondos de forma intempestiva por parte del Gobierno nacional, aunque se venía hablando, nunca se había previsto que iba a ser de un día para el otro”.

-¿Y sobre el despido de Gabriel Bermúdez, que estaba al frente de la Dirección de Movilidad Urbana?

-Pero eso fue una cuestión personal, una acción privada. En el Derecho Penal están acciones públicas y acciones privadas, y esto es una acción privada. Al tener una denuncia, el intendente tomó la decisión de apartarlo de la función para facilitar la tarea de la Justicia, y ahora hay que esperar que se expida.

El apoyo a Milei: “Está bien que cierren los números, pero en el medio hay personas”.

Javier Pretto se pronunció públicamente en apoyo a la candidatura del hoy presidente Milei. Insiste en que el planteo es el correcto, aunque pone reparos respecto a los modos y los tiempos del Gobierno.

-A tres meses de gestión, ¿qué evaluación hace de Javier Milei?

-Me manifesté públicamente que iba a elegir como presidente a Milei, no me arrepiento de eso, creo que lo que plantea es lo que necesita la Argentina. En la implementación de sus políticas es donde tenemos diferencia, justamente porque hay cosas que se deben hacer, pero la forma, el modo y los tiempos tienen mucho que ver con las personas. Una cosa es que cierren los números, que cierre el balance, y eso está muy bien, en lo teórico funciona, pero en el medio hay familias, hay niños, hay enfermos, hay gente que trabaja. En el transporte, entendemos que hay que darle una solución, pero si viene siendo subsidiado, el cambio de ese esquema en la organización del servicio y el modo de afrontar los costos es lo que hay que conversar en una mesa, porque así se toman decisiones. De nada sirve que en un país federal le cierre el número a la Nación y no le pueda cerrar a las provincias o a las ciudades. En el medio los que sufren son los argentinos.


“De nada sirve que en un país federal le cierre el número a la Nación y no le pueda cerrar a las provincias o a las ciudades”.

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"Que haya un esfuerzo de gente que pensando distinto puede ponerse de acuerdo en las cosas que hay que hacer para resolver viejos problemas en la ciudad y en la provincia es lo ha acertado para esta época", asegura Pretto. Foto: Javier Imaz LNM


Del PRO a Hacemos Unidos por Córdoba

El viceintendente movió el tablero político el año pasado: abandonó el PRO –que en esos momentos presidía- para integrarse a la coalición oficialista. En la provincia la vice, Myrian Prunotto, saltó desde la Unión Cívica Radical. En la ciudad, al salto de Pretto muchos lo vieron como parte del ensayo del “partido cordobés” que da vueltas en la cabeza de Martín Llaryora.

-¿Puede considerarse su incorporación a Hacemos Unidos por Córdoba un avance en la conformación del “partido cordobés”?

-Fue una decisión personal, le dediqué mucho esfuerzo y tiempo al partido, que en 11 años pasó de junta promotora a partido de distrito, con muy buenos resultados. Trabajamos muchísimo para consolidar el partido, tener todos los órganos constituidos, pero lo político se fue desdibujando, terminó siendo una especie de franquicia, ya que se decidía todo en Buenos Aires. Habíamos sumado a dirigentes de trayectoria, incluso a dirigentes sociales. Me pareció una falta de respeto a esa gente que se involucró en un proyecto en el que creyó y que después terminó funcionando de un modo franquicia.

-¿Cómo fue esa decisión?

-Entendí que mi ciclo había terminado y ahí Martín (Llaryora) me convoca por tercera vez. Y acepté, porque me pareció que era una coalición amplia, donde no nos pedían que resignáramos ninguna de nuestras banderas ni valores, solo enfocarnos en la gestión. Como intendente que fui tengo una visión especial, me gusta hacer las cosas necesarias para cambiar la realidad. La pasión de la política la llevo adentro y entendí que podía contribuir a un proyecto que pueda seguir transformando Córdoba, a partir de la gestión de Llaryora y Passerini, que cambió el rumbo de la ciudad. Me recibieron muy bien, me sentí como en casa, porque empecé en Unión por Córdoba en el año 99 y así fui intendente de mi ciudad, así que fue como volver a mi espacio inicial.

-Usted dijo que la Municipalidad recuperó la administración…

-Venía mal, de gestiones erráticas, y se logró que la administración pase a mano de quien administra y no del sindicato como era antes. Todo el equipo del Gabinete tiene una incidencia directa en las cosas que deben hacerse en la ciudad y también se recuperó el tema económico. La Municipalidad de Córdoba destinaba en un momento el 92% del presupuesto solo para pagar salarios y con 8% no se podía hacer muchas cosas. Hoy, más del 55% del presupuesto se destina a obras y servicios; entonces por eso hay muchas obras, por eso empezó a cambiar la ciudad, por eso se empezaron a revitalizar muchos espacios públicos y por eso hay muchas obras de infraestructura.

-¿Y el partido cordobés?

-El gobernador llama “partido cordobés” a esta pluralidad de ideas, que en el fondo no se diferencian mucho en lo que hay que hacer en la provincia y en la ciudad, más allá de que cada uno tenga su corazoncito, tenga sus principios del partido del que proviene. Que haya un esfuerzo de gente que pensando distinto puede ponerse de acuerdo en las cosas que hay que hacer para resolver viejos problemas en la ciudad y en la provincia. Es lo ha acertado para esta época, a 40 años de democracia; parece que tenemos que aprender a que podemos pensar distinto, pero acordando para encontrar la mejor solución. Así se generan las políticas públicas. La propuesta de Llaryora, del partido cordobés o de esta coalición amplia, tiende a eso y me parece que estamos en el buen camino.


“Hoy, más del 55% del presupuesto se destina a obras y servicios; por eso hay muchas obras, por eso empezó a cambiar la ciudad”.

El año legislativo

El viceintendente rescató la aprobación por parte del cuerpo que preside del Ente de Fiscalización y Control y lo considera como un gran paso en términos de alentar las inversiones, simplificando la habilitación de negocios.


-El Ente de Fiscalización es un proyecto que no estuvo exento de resistencias…

-La creación del Ente, que pese a tener algunas discusiones y distintas miradas y con la oposición del gremio, se logró aprobar. Ahora se avanza en la reglamentación. Desde el punto de vista del objetivo planteado por el intendente hemos podido dar respuesta, con gran parte de la oposición que se sumó: 27 concejales de 31 apoyaron la iniciativa. Va a tener siempre una tarea de control del Concejo Deliberante, está previsto en ordenanza. Con la oposición tenemos un vínculo de mucho respeto, yo soy hombre de diálogo, soy hijo de la democracia y entendí siempre que los consensos se construyen a partir del diálogo. Y con el sindicato (Suoem), hemos tenido reuniones previas a lo del Ente; yo no conocía al secretario general, lo conocí ahí y también hemos discutido con mucha altura y respeto, cada uno sosteniendo su posición. La crítica del sindicato era a la herramienta jurídica que se había adoptado: entendían que no debía ser un ente autárquico; nosotros, que debía ser una secretaría, la decisión política la tomó el intendente que es el que tiene la responsabilidad de administrar. Está probado, fuimos a Buenos Aires a ver cómo funcionaba el tema de la fiscalización y control. Estamos trabajando para que tenga todas las atribuciones para facilitar, promover y ayudar al inversor a que se abran nuevos comercios y se creen fuentes de trabajo genuinas y en blanco, pero al mismo tiempo sin dejar de controlar y fiscalizar.

La increíble novela del edificio del Concejo

El Concejo Deliberante funcionó en distintos lugares desde el retorno de la democracia en 1983. Primero fue en el edificio de Avellaneda 439; después, en Ituzaingó y Derqui, en Nueva Córdoba, estuvo dos años; posteriormente en dos pisos del Garden Shopping (Ituzaingó y Corrientes), funcionó otros diez años, desde 1995 hasta que en 2005 un incendio devoró sus instalaciones.

Provisoriamente, el Concejo pasó a funcionar en el edificio de la Legislatura, hasta que se instaló en su actual enclave de Pasaje Comercio 447.

En 2007 comenzaron los trabajos para una nueva sede en la zona del ex Mercado de Abasto, pero las obras se interrumpieron en 2008 por falta de financiamiento y fallas detectadas en la estructura. Hubo gestiones, que no prosperaron, para la cesión del edificio de la ex Estación General Belgrano del Ferrocarril, en Alta Córdoba.

En octubre de 2016 el viceintendente Felipe Lábaque anunció que se retomaban las obras interrumpidas en el Abasto, con aportes del Tesoro Nacional, pero en marzo de 2018, el intendente Ramón Mestre anunció en la apertura de sesiones que el nuevo Concejo iba a funcionar en terrenos pertenecientes a Forja, en barrio Talleres Este. Los avances allí fueron nulos y todo quedó en un anuncio.

Ahora, todo indica que prontamente se inaugurará la nueva sede.


-¿Este viceintendente será el que por fin inaugure la sede propia del Concejo?

-Es la prueba de que vamos muy bien: aspiramos a inaugurarlo el 6 de julio, el Día de la Ciudad. Es un ejemplo del modo de gestionar de Martín Llaryora y Daniel Passerini. Pasaron muchos años, un problema en la construcción, un juicio difícil de resolver. Se abocaron al tema, encontraron la solución, rescataron a los proyectistas originales para continuar la obra. Se consiguió que la UTE Roggio-Rivas haga su aporte, con las soluciones técnicas a la construcción. Va ser un ícono de la ciudad, aspiramos que sea la casa del pueblo, de puertas abiertas hacia la comunidad, con actividad social y cultural. Y por supuesto donde trabajará este Concejo Deliberante.


100 días

Mito, construcción, relato. Lo cierto es que, en la política argentina, los 100 primeros días de gobierno son muy considerados a la hora de medir el pulso de una gestión. De ahí que, a partir de presentarse transporte y seguridad como aspectos centrales, vale la reflexión sobre qué pasó en esas áreas.

Días atrás fue separado de su cargo el secretario de Movilidad Urbana, Gabriel Bermúdez. “No permitiré ningún hecho que no se corresponda con las leyes ni con afectaciones a las personas”, se expresó, tajante, Daniel Passerini.

Fue por la denuncia contra el funcionario de una mujer empleada del municipio, y se refiere a “acoso sexual”. Estaba al frente de un área clave.

El viceintendente Pretto consideró el hecho como “una cuestión personal, una acción privada”, pero el impacto político de la remoción de Bermúdez no pudo soslayarse.

Posteriormente, y apenas horas después de lanzarse el ambicioso proyecto de Guardia Urbana, un comisario retirado, Walter Luján, también fue despedido. El escándalo, que involucró al responsable de Logística, nació de la compra de indumentaria para los agentes del flamante cuerpo. El hecho se produjo después de esta entrevista.

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