Unidos por el amor a la música: festival serrano en primavera

Favela para habitar, de Güemes, y La Minerita, de Unquillo, se unen para crear la fiesta que se realizará este sábado desde las 15, en las Sierras Chicas.

Cultura26/09/2018 Juan Manuel Pairone
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Sei Nou Mandi. Foto: Loro Shaolin

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En los últimos años, dos espacios culturales han comenzado a ganar cierta mística entre músicos, artistas en general y seguidores de la cultura alternativa, contra hegemónica. Folclore, ritmos latinoamericanos y rock y pop de impronta variada han sido los vehículos, pero el encuentro entre pares y un cada vez más amplio sentido de comunidad han trazado una línea imaginaria que une, en espíritu y convicciones, a Favela para habitar y La Minerita.

El primero es un bar entre tantos otros que se han instalado en Güemes, a pocas cuadras del centro de la capital provincial. Sin embargo, el reducto de Achával Rodríguez es único entre tanta uniformidad: abre de martes a domingo y programa artistas en vivo todas las noches. El segundo, en tanto, está en Unquillo, alguna vez fue una fábrica de cal y hace gala de su rusticidad. Pero desde la humildad y el perfil bajo ha recibido a Raly Barrionuevo, Mariana Baraj, José Luis Aguirre y Amparo Sánchez, entre muchos otros.

En conjunto, ambos espacios apuestan a una fusión de propuestas que tendrá lugar este sábado y será el punto de partida de una comunión artística y de producción cultural que promete florecer con la llegada del verano. Retomando un ciclo iniciado el año pasado en Unquillo, “Amor de primavera” es el título de este primer evento, que se realizará en La Minerita pero puertas afuera, con las Sierras Chicas como contexto inmejorable.
Sobre las tablas, un paseo por el ritmo, la canción y el baile con diferentes anclajes, desde la cumbia hasta la música africana y el jazz. ¿Los responsables? Sabor Canela, Sei Nou Mandi, Fede Flores, Negra Marta, Wongai, Pequeño Detalle, Los de Unquillo y Gaby Beltramino, que tocará con Federico Seimandi y Juan Pablo y Andrés Theaux como banda de acompañamiento.

“Armamos un terraplén, como una especie de teatrino natural”, adelanta Oscar Alonso, propietario del espacio de Unquillo que oficiará como anfitrión. “El escenario va a estar ubicado de una forma en que la gente lo vea desde cualquier lado. Van a poder estar sentados o parados, a 50, 70 metros, o más cerca, y van a ver perfectamente”, comenta Alonso, que aclara que se trabajó sobre el terreno especialmente para la creación de esta suerte de anfiteatro serrano. Allí, donde había una cancha de fútbol y una vieja residencia que formaba parte de la fábrica, habrá una pulpería y un baño reacondicionado para la ocasión. La Minerita, entonces, ya no volverá a ser la misma.

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La unión hace la fuerza

Alonso asegura que el encuentro con Favela llegó, al igual que muchas otras cosas que sucedieron en el espacio cultural unquillense, como aquellas ideas que decantan por la conexión entre personas interesadas en hacer. En este caso, el responsable señalado es el “Pelado” Andrés Fundunklian, periodista de La Voz del Interior y agitador cultural que supo convertir a Unquillo en su lugar en el mundo.

“Con Juan (Huerta, dueño de Favela) nos conocimos porque en algún momento él vino por acá y yo también fui a conocer su espacio. Y tenemos un nexo en común, que es el Pela. Él fue el que estuvo calentando un poco el ambiente y el que empezó a traer un par de eventos como los Toch y Seu Nou Mandi, los domingos. Él me preguntó si podíamos hacer algo juntos y yo no sé decir que no”, recuerda entre risas Alonso, verdaderamente entusiasmado con esta oportunidad.

“Empezamos a hablar para armar un escenario afuera y eso nos fue llevando a una cosa y a otra”, comenta Alonso. “Va a haber lugar para comer, para tomar. Somos un bar así que intentamos también hacer el aguante con nuestros proveedores que se suman a la movida. Con cerveza artesanal, con la comida también. Habrá mucha gente que se sume, como feriantes, como gente que hace algunos talleres en La Minerita y Favela”, comenta a su vez Huerta, que encontró en el espacio de un Unquillo un lugar donde cultivar la filosofía de vida y de trabajo que se generó en el bar de Güemes. Y añade como condimento: “El irse a las sierras te permite bajar un cambio, salirte de tu entorno”.

“La Minerita es uno de esos lugares que faltan, son espacios que generan y dan lugar a muchos artistas”, dice en Huerta en relación a la unión entre ambos emprendimientos. “Nos juntamos con Oscar y los chicos y encontramos un montón de cosas en común, que tocaban muchas bandas en común en los dos lugares. Ellos por ahí son un poco más folklóricos y nosotros vamos por el lado de las raíces pero llegamos también a lo contemporáneo. Somos un poquito más rockeros y más de fiesta. Y buscamos el encuentro. De lugares, de gente, de bandas, de propuestas”, sintetiza.

“Somos amantes de la música y buscamos fomentar lo que se hace en Córdoba, que es increíble. Decidimos salir a mostrar lo que nosotros proponemos, que es hacer llegar la música de una forma más participativa e inclusiva. Queríamos salir de Favela para llegar a otros lados”, explica el productor que también trabaja junto a Los Caligaris y encuentra afinidad e inercia con muchos artistas que pasan por su escenario de lunes a lunes. “Creo que la identidad local está fundada desde el esfuerzo colectivo”, acota.
“Hay una escena que no tiene espacios”, analiza Huerta, al tiempo que sostiene que la clave es el encuentro entre los diferentes nichos de actores dentro del sector, muchas veces divididos por estilos o circuitos culturales de confluencia. “Si no hay lugares, no hay encuentros”, razona el productor, que repite como mantra el concepto de “amor por la música” para explicar las motivaciones detrás de esta aventura serrana de trabajo cooperativo y producción cultural.

Alonso, a su turno, lo toma como una posibilidad de seguir haciendo cosas impensadas. “Los desafíos son lo que más nos gusta. Es lo que te incentiva a hacer más cosas. Lo que te va exigiendo”, aporta. Y casi sin darse cuenta, su patio ya se convirtió en un anfiteatro emplazado en las sierras. “¿Por qué no juntarse para divertirnos y conocernos?”, pregunta Huerta. La respuesta está a la vista: el primer capítulo de un cruce que recién comienza.

El evento

Primer encuentro Favela-La Minerita.
Edición: Amor de Primavera. Sábado 29 de septiembre, desde las 15 en La Minerita (5 de octubre 2100, Unquillo).
Entradas anticipadas: 2 x $300. Se pueden adquirir en los siguientes puntos de venta: Juana Rosa Flores (Av. San Martín 2794, Unquillo), Yerba Buena Tienda Natural (Av. San Martín 4319, Río Ceballos) y Favela para habitar (Achával Rodríguez 267, Córdoba).

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