Familiares y víctimas presuntamente captadas por la organización coercitiva que el psicólogo Marcelo Bazán, actualmente detenido, habría conducido bajo la fachada de la Fundación Dolto realizaron una conferencia de prensa en la que relataron los abusos. 

En la oportunidad contaron que empezaron a organizarse a partir del encuentro con Pablo Salum, de la Red Librementes, una organización de Buenos Aires que se especializa en víctimas de sectas. Vieron un posteo sobre un tema que estaba investigando y decidieron comunicarse con él.

“Nos enteramos que Pablo hacía más de un año estaba trabajando en esta cuestión, estaba investigando a pedido de una familia, de una de las víctimas”, dijo una de las conferenciantes.

“Logramos que viniera a Córdoba, que nos organizara, porque estuvimos muchos años sin saber para dónde arrancar con esta situación. En esa reunión nos dimos cuenta que no estábamos solos, que no estábamos tan locos como muchos creíamos y como nos querían hacer creer que estábamos”, continuó.

“Nos juntamos, compartimos las historias individuales, nos asesoraron desde la Red Librementes. Trazamos la estrategia judicial, las víctimas primarias, los chicos que estuvieron adentro, que lograron salir por voluntad propia o por ser expulsados por no acceder con las exigencias de Marcelo Bazán se animaron a hacer las denuncias”, dijo una de las voceras.

Asimismo, explicó que esas denuncias fueron radicadas en la Fiscalía Federal N°3, que inició una causa diferente a la que está en Río Segundo y que tendría que ver con cuestiones de trata de personas.

Marcelo Bazán está detenido por orden de la fiscal Patricia Baulies de Río Segundo, junto a otras tres personas más, dos de los cuales aparentemente formarían parte del “brazo armado de Dolto”. “Son aquellos que se encargaron de amenazarnos de manera directa”, dijeron en conferencia.

“En cuanto a las víctimas les podemos contar que gracias a Dios varios de los chicos, a través de la información que dieron los medios, se fueron dando cuenta de cómo funcionaba todo esto, fueron cayendo en cuenta de las realidades que vivían, se fueron acercando sus familias, con la intención de colaborar en la causa. Es muy bueno para que esta persona pueda pagar por todo el daño que hizo a los chicos, a las familias”, reclamaron. 

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