Melano, de delantero a ser un "8" clásico

Belgrano necesitaba reforzarse sobre todo en la necesidad de ser agresivos y llegar al gol, y entonces, Lucas Melano llegó para suplir esa falencia. En su primer ciclo en el club supo responder a esa obligación, que con buen tino le valieron dos transferencias.

Leonardo Madelón precisaba suplirla salida de Mauro Obolo y se apostaron nuevamente las esperanzas en el delantero de Oncativo, quien tuvo una salida no del todo clara en lo deportivo, justificada en los dos millones de dólares que pagó Lanús. Sin mucha continuidad en el fútbol de Estados Unidos, encajaba a la perfección en las falencias de este Belgrano que marcha penúltimo en Primera División. La cuestión es que de acuerdo a los primeros movimientos en las prácticas y los amistosos, Melano se fue moviendo como volante derecho, en un sistema de 4-4-2.

Su velocidad le puede aportar presencia ofensiva por las bandas, y sumarse al ataque con precisión a Matías Suárez y Claudio Bieler, formando una línea de tres atacantes. Hay intrigas con su capacidad de retroceso por ese sector, que le demandará más atención a Federico Lertora y Guillermo Farré, más  necesidad de equilibrar en pos de la liberación del compromiso defensivo a Melano.

El once que utilizó Madelón fue con Germán Montoya; Sebastián Luna, Cristian Lema, Lucas Aveldaño y Esteban Espíndola López; Melano, Guillermo Farré, Federico Lértora y Jorge Velázquez; Bieler y Suárez.