Denuncian abandono y falta de recursos en el hospital Florencio Díaz

“Tendrá dos quirófanos, terapia intensiva, áreas para ecografías, mamografías y Papanicolau. También un vacunatorio y nebulizador. Más de 150 mil personas del sudeste de la ciudad tendrán atención médica”, aseguraba el gobernador Juan Schiaretti al diario Día a Día en el 2011, al cortar las cintas del hospital público Florencio Díaz.

Sin embargo, a cinco años de aquella prometedora inauguración, la realidad del hospital de barrio José Ignacio Díaz 2º Sección, es muy diferente.

Trabajadores de la institución aseguraron a La Nueva Mañana que el primer piso del edificio, donde está el quirófano, la terapia para adultos, el sector de neonatología y la sala de partos, se asemeja al de un “hospital fantasma”.

Y si bien su construcción requirió una inversión superior a los 4 millones de pesos, un trabajador que pidió no revelar su identidad dijo a La Nueva Mañana que “en el Florencio Díaz los médicos nunca atendieron un parto, ni se abrieron las puertas del quirófano. Las camas están con los colchones nuevos. Está la estructura pero falta el personal y los insumos para esas áreas”.

En donde debiera haber pacientes, hay un policía impidiendo el paso al primer piso. "No quieren que registremos el vaciamiento y desuso”, agregó el empleado del hospital.

Y mientras el quirófano y el área de neonatología permanecen cerrados, en el hall del primer piso se realizan talleres culturales para pacientes de salud mental. “Ellos son los únicos a los que el guardia deja subir”, señaló la fuente.

Precarización laboral versus salud

Además de denunciar la falta de recursos humanos y de medicamentos que impiden el total funcionamiento del hospital provincial, los trabajadores de salud que allí se desempeñan destacan que lo hacen en condiciones precarias: tienen contratos de tres meses, sufren demoras en el cobro de sus salarios, no perciben horas extras y todos los días deben ingeniárselas de diferentes formas "para ayudar a la gente pobre que llega buscando asistencia”.

Como consecuencia de las malas condiciones laborales y de la falta de personal, los jueves y domingos no hay médicos para realizar diagnósticos por imágenes. Casi todos los pacientes que llegan a la guardia, son estabilizados y luego trasladados a otros establecimientos.

Por otra parte, resulta absurdamente contradictorio que si bien en el primer piso hay camas vacías, en la guardia y en el internado no hay plazas disponibles para quienes necesitan permanecer en observación.

El hospital está enclavado en el cruce de distintas barriadas populares de Córdoba y fue bautizado Florencio Díaz en homenaje al sindicalista y militante peronista asesinado en la dictadura.

Desde su inauguración, en el 2011, está bajo la órbita del Ministerio de Salud de la Provincia. Pese a los reclamos de los empleados, desde aquella fecha ni el gobernador ni las autoridades de Salud  volvieron a hacerse presentes en el lugar.