Preocupa a los industriales locales la importación de maquinaria agrícola (nueva y usada)

La apertura importadora es una característica del modelo económico de este gobierno. Junto al dólar barato, la baja de aranceles para comprar afuera y las facilidades burocráticas para importar son aspectos que destacan a la administración anarcolibertaria. Esto incrementa las compras al exterior en sectores de la economía que ya contaban con balanza históricamente deficitaria. Es el caso de la maquinaria agrícola cuyo déficit es liderado por cosechadoras y tractores.

Si bien la performance del agro, junto al valor internacional de los commodities agropecuarios son variables claves para el sector, también incide la accesibilidad al crédito como la política exterior. Actualmente, cierto es que la demanda de maquinaria se recupera al interior del país en comparación a un año 2024 con poco movimiento (del pelotón de los años con menores ventas de los últimos 10 años), pero esto no termina de despejar las dudas de los empresarios nacionales frente a la apertura importadora.

A la apertura importadora se le suma una novedad: la importación de usados

Una de las medidas que más resistencia genera en los industriales locales (distribuidos entre Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires) es la desregulación del mercado para equipos usados. Pues, desde abril se eliminaron las restricciones al ingreso de maquinaria usada importada vigentes desde 1994, desprotegiendo así a un sector productivo que explica más de 10 mil puestos de trabajo registrado. 

“Si en la actualidad ya es todo un desafío competir con la maquinaria nueva importada por las distorsiones estructurales que tiene la Argentina, más aún va ser la maquinaria usada”. Quien lo dijo es el presidente de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola, Gustavo Piccioni, que además destacó que el uso de capacidad instalada del sector viene en recuperación al estar 13% arriba en el primer trimestre, pero encontrará en la apertura comercial una de las barreras para continuar recuperando durante el segundo semestre.

En diálogo con LNM, Piccioni, quien además es titular de la empresa de piezas oleohidráulicas Sohipren, mencionó que en el sector está pasando “algo similar” a lo que ocurre en el sector automotriz, en donde los modelos importados desplazan en ventas a los nacionales. “La participación de la maquinaria agrícola importada en autopropulsada (pulverizadoras y tractores) en lo que del año 2025 es casi la más alta de los últimos 5 años”, por lo que es clave tener una “agenda de la competitividad”, explicó.

La falta de una política productiva para aligerar los costos de producción hace que la fabricación en Argentina sea “entre un 20 % y 30 % más caro que un producto similar producido en Brasil”. Por lo que desde el sector señalan a la presión impositiva y la rigidez de los convenios laborales como los principales ejes para “disminuir los costos de las empresas”.

Los productores exigen igualdad de condiciones para competir

Asimismo, en el rubro de las sembradoras, en donde las importaciones no tienen el peso que sí presenta en tractores y cosechadoras, se advierte una realidad similar a la de todo el sector. En diálogo con La NUeva Mañana, Rosana Negrini, presidenta de Agrometal, destacó que, tras un primer trimestre con ventas moderadas, abril hubo ventas excepcionales. Esta buena performance fue impulsada por de una línea de crédito de Banco Nación “con tasas excelentes” que también copiaron bancos privados. En mayo y lo que va del mes los bancos “no repitieron las tasas excepcionales” y las ventas se normalizaron.

En conclusión, esperan para este año una mejor performance que el pasado, pero aún “hay muchos factores que no están definidos”. Siendo los principales factores determinantes las líneas de crédito, como así también la política de retenciones y el valor internacional de los granos. Por el lado de la competitividad interna, Negrini destacó que los precios de sus productos bajaron un 10% a pesar de que los costos en pesos incrementaron “respecto al primer trimestre del año pasado”. Por lo que, a la espera de que haya una baja impositiva de parte del Gobierno, están trabajando al interior de las unidades productivas “ahorrando gastos” para ganar en competitividad.

Maquinarias y equipos: crece exponencialmente el rojo comercial del balance 

Así como la desregulación del comercio exterior lleva a la balanza comercial del sector automotriz a incrementar su déficit en el primer cuatrimestre, pasando de valores positivos en al primer cuatrimestre del año pasado a -3.761 millones de dólares, algo similar ocurre con el rubro maquinarias y equipos. Si bien este último rubro abarca más bienes de capital que únicamente los asociados al agro, se advierte una tendencia de importaciones crecientes. 

Según información del Banco Central, en el primer cuatrimestre se importaron maquinarias y equipos por un total de u$s2.094 millones, lo cual significa un incremento de 296% en comparación con el acumulado del año pasado. En efecto, si hace un año atrás el sector acumulaba un déficit de u$s173 millones y terminó el año con un saldo negativo de casi u$s3 mil millones, es de esperar que el saldo negativo anual sea de magnitud este año, al ser hoy el déficit acumulado -1.765 millones de dólares. 

Todo indica que maquinarias y equipos será otro sector por el que se le escurran los dólares al Banco Central.