Cómo será el funeral del Papa y el protocolo en el Vaticano: un rito cargado de simbolismo

Tras la muerte del Sumo Pontífice, el Vaticano sigue un riguroso protocolo para su despedida. El cuerpo de Francisco es trasladado a la Basílica de San Pedro, donde será velado durante varios días para que los fieles puedan rendirle homenaje.

A la ceremonia asistirán jefes de Estado, líderes religiosos y representantes de distintas instituciones, reflejando la influencia global del argentino Jorge Mario Bergoglio. Foto: gentileza
A la ceremonia asistirán jefes de Estado, líderes religiosos y representantes de distintas instituciones, reflejando la influencia global del argentino Jorge Mario Bergoglio. Foto: gentileza
A la ceremonia asistirán jefes de Estado, líderes religiosos y representantes de distintas instituciones, reflejando la influencia global del argentino Jorge Mario Bergoglio. Foto: gentileza

Tras la muerte del papa Francisco, el Vaticano sigue un riguroso protocolo para su despedida. El cuerpo del Sumo Pontífice es trasladado a la Basílica de San Pedro, donde será velado durante varios días para que los fieles puedan rendirle homenaje.

Este es un momento de profundo recogimiento, en el que se espera la llegada de miles de personas desde distintas partes del mundo. El velatorio es presidido por el cardenal decano del Colegio Cardenalicio y se lleva a cabo en la Plaza de San Pedro.

A la ceremonia asistirán jefes de Estado, líderes religiosos y representantes de distintas instituciones, reflejando la influencia global del argentino Jorge Mario Bergoglio. Siguiendo la tradición, se incluyen lecturas, oraciones y cánticos solemnes, en un rito cargado de simbolismo.

El ataúd del Pontífice suele estar compuesto por tres capas: una de ciprés, otra de plomo y una externa de olmo o nogal. Dentro de él se coloca un documento con una breve descripción de su pontificado, junto con algunas monedas y medallas conmemorativas.

Luego del funeral, el Papa es sepultado en las Grutas Vaticanas, donde descansan la mayoría de sus predecesores. La ubicación exacta de su tumba es decidida previamente por el propio Pontífice o determinada por el Vaticano.

Este evento no solo representa un acto de despedida, sino también un momento de reflexión para la Iglesia. Con la muerte de Francisco I, se abre un nuevo capítulo en la historia del Vaticano, en el que los cardenales deberán elegir al próximo líder de la Iglesia Católica.

Jesuita, austero y reformista

Jorge Mario Bergoglio nació en el barrio porteño de Flores el 17 de diciembre de 1936 y dedicó su vida a la Iglesia. Falleció en Roma tras casi doce años como papa.

Hijo de un matrimonio de italianos formado por Mario Bergoglio, que era empleado ferroviario, y Regina, ama de casa, egresó de la entonces escuela secundaria industrial ENET Nº 27, Hipólito Yrigoyen, con el título de técnico químico.

Tomó la decisión de convertirse en sacerdote a sus 21 años, en 1957, y para ello ingresó al seminario del barrio Villa Devoto, como novicio de la orden jesuita. Llegó hasta el cargo de Sumo Pontífice como hincha de San Lorenzo de Almagro.

 La ordenación de su sacerdocio tuvo lugar el 13 de diciembre de 1969 y luego cumplió con una extensa carrera en su orden donde llegó a ser "provincial" de los jesuitas, desde 1973 hasta 1979. Durante el consistorio del 21 de febrero de 2001, el papa Juan Pablo II lo designó cardenal del título de san Roberto Belarmino. Además fue constituido en el primado de la Argentina, resultando así el superior jerárquico de la Iglesia católica de este país.

Integró la CAL (Comisión para América Latina), la Congregación para el Clero, el Pontificio Consejo para la Familia, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Consejo Ordinario de la Secretaría General para el Sínodo de los Obispos, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

 Integró la conferencia Episcopal Argentina que presidió en dos ocasiones hasta 2011 y del Celam (Consejo Episcopal Latinoamericano). En 2005 su nombre se incluyó entre los papables con insistencia, pero finalmente el elegido fue Benedicto XVI, el cardenal Joseph Ratzinger. Años después, el 13 de marzo de 2013, se convirtió en el primer Papa hispanoamericano y jesuita.

Luego de una gran actividad como sacerdote y profesor de teología, fue consagrado obispo titular de Auca el 20 de mayo de 1992, donde ejerció como uno de los cuatro obispos auxiliares de Buenos Aires. Cuando la salud de su predecesor en la arquidiócesis de Buenos Aires, el arzobispo Antonio Quarracino empezó a flaquear, Bergoglio fue designado obispo coadjutor de la misma el 3 de junio de 1997. Tomó el cargo de arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998.

Se convirtió luego en el primer jesuita primado de la Argentina y, en febrero de 2001, vistió finalmente el púrpura de cardenal. Su liderazgo lo llevó a tener una relación tirante con el gobierno nacional, que tuvo varios picos como cuando el kirchnerismo impulsó y logró aprobar la legalización del matrimonio homosexual.

El papado

A lo largo de su primera década al frente del Vaticano, el papa Francisco tuvo como objetivo acercar la Iglesia al pueblo, particularmente a los excluidos por el sistema, así como también dotar de simpleza y austeridad a su tarea pastoral.

Su elección, allá por marzo de 2013, se dio luego de que Benedicto XVI renunciara, envuelto en la serie de polémicas que había desatado la filtración de documentos vaticanos conocida como Vatileaks. Los cardenales que se inclinaron por el argentino Bergoglio buscaron a alguien que pudiera devolverle a la Iglesia la imagen más pura posible.

 
La querían al servicio del pobre, los desamparados y excluidos, así como también que estuviera lo más alejado que se pudiera de escándalos de corrupción y pederastia. Desde su primer discurso, el ex arzobispo porteño marcó una de las claves de su pontificado: no era un monarca, sino un pastor. Su frase clásico "Recen por mí" buscó desde el primer día ponerlo a la par del resto.

Al hablar desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el entonces flamante Santo Padre anticipó que se iniciaba un camino de "fratellanza" (hermandad), lo cual quedó de manifiesto en su perseverante llamado a la unidad, ya sea para resolver problemas mundiales como el hambre, la pobreza, los refugiados o el cambio climático; o para enfrentar situaciones como la pandemia del Covid-19 o la guerra en Ucrania. Pero también llevó ese mensaje en cada viaje que realizó y lo contextualizó a la situación local, como en las giras por la República Democrática del Congo y Sudán del Sur.

 
Su austeridad, marcada por hechos como la decisión de mudarse a la residencia de Santa Marta y no en el Palacio de Castel Gandolfo, quedó enfrentada con los sectores más conservadores de la Iglesia, con los que mantuvo una tensa relación.

En ese marco, Francisco avanzó en reformas gubernamentales del Vaticano, para darles más espacio a las mujeres y a los laicos en el pequeño y poderoso Estado, así como también para prevenir que se repitan situaciones escandalosas como abusos sexuales a menores o manejos espurios de dinero.

En marzo del año pasado, la Iglesia había dado a conocer el documento sobre las reformas en la organización y estructura de la Curia Romana: la nueva Constitución, de 54 páginas, se tituló "Praedicate Evangelium" (Predicar el Evangelio) y tomó más de nueve años en ser terminada por el papa Francisco y un consejo de cardenales.

 
La carta magna vaticana entró en vigencia en junio de 2022 y reemplazó a la que el papa Juan Pablo II había presentado en 1988 y que fue reformada parcialmente por Benedicto XVI en 2011.

Entre los cambios se destacó que cualquier persona bautizada, incluidas las mujeres, podrá dirigir los departamentos del Vaticano, espacios que hasta el momento estaban dirigidos por clérigos, generalmente cardenales.

El año pasado, el Papa protagonizó viaje apostólico número 45 al exterior, el más largo y lejano de su pontificado, que abarcó doce días de gira por cuatro países del sudeste de Asia y Oceanía. Pero posteriormente también se trasladó por Europa, más precisamente a Bélgica y Luxemburgo.

Opuesto naturalmente a toda guerra, condenó la utilización del nombre de Dios por parte de fanáticos de las religiones y abogó por la unión de todos los credos en pos del bien común y la felicidad.

El Papa falleció por un "derrame cerebral" y un "colapso cardiovascular", según confirmó el Vaticano
La Mesa de Trabajo por los DD. HH. de Córdoba despidió a Francisco: "Argentino, latinoamericano y defensor de los humildes"




Te puede interesar

El Papa falleció por un "derrame cerebral" y un "colapso cardiovascular", según confirmó el Vaticano

Las causas del deceso fueron comprobadas mediante un electrocardiograma tanatológico. Francisco murió a los 88 años mientras dormía en su residencia de Santa Marta, en Roma.

En su testamento, Francisco pidió un entierro "sencillo y sin decoración"

"Pido que mis restos mortales descansen esperando el día de la resurrección en la Basílica Papal de Santa María la Mayor" dice el testamento espiritual del papa Francisco que difundió el Vaticano.

"Creer o reventar": tras la muerte de Francisco, en la Quiniela de Córdoba salió el número 88

Este lunes en el sorteo de la Primera de la mañana de la Quiniela de Córdoba salió el número 88, que en los sueños es el Papa y que también coincide con la misma edad que tenía el Sumo Pontífice argentino.

Qué es el Cónclave: paso a paso el protocolo para elegir al sucesor del papa Francisco

La muerte del papa Francisco elegido en 2013 activa el ritual del cónclave: tras el funeral, cardenales menores de 80 años votarán a su sucesor en la Capilla Sixtina bajo estricto aislamiento y juramento de confidencialidad.

Vaticano: quiénes son los principales candidatos para suceder al papa Francisco

Con divisiones teológicas profundas y un alcance cada vez más global, el próximo cónclave podría marcar el cambio de poder más dramático en la historia moderna de la Iglesia. En ese marco, tres corrientes internas del catolicismo fueron perfilando líderes.

El Papa se presentó en el balcón de la Basílica de San Pedro y dio un mensaje de Pascua

A pesar de su reciente hospitalización, Francisco decidió estar presente físicamente en esta importante celebración para los católicos de todo el mundo, ante una multitud de de más 35.000 fieles.