El Presidente Javier Milei le pidió la renuncia al ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, quien fue apartado de su cargo este jueves.

Según trascendió, el mandatario nacional se habría molestado por "filtraciones de información" que el funcionario habría brindado a la prensa sin autorización sobre las reuniones de Gabinete.

Una de las primeras versiones que circularon fue que la medida de apartara Ferraro, a 40 días de la asunción del Gobierno de Milei, fue un pedido formal del jefe de Gabinete, Nicolás Posse.

Aunque todavía no se sabe quién lo reemplazará, una de las hipótesis es que el Ministerio de Infraestructura sea reducido al rango de secretaría, la cual quedará dependiente de "Toto" Caputo.

Durante la tarde, había trascendido que Javier Milei evaluaba pedirle la renuncia a uno de los ministros de su Gabinete, molesto por la filtración de datos a distintos medios de comunicación sobre conversaciones privadas de alto nivel en su reunión de Gabinete. Se cree que el enojo surgió por trascender la frase "Los voy a fundir a todos" en referencia a los gobernadores al trabarse los votos para que fuese aprobada la Ley Ómnibus.

Tras conocerse la noticia, uno de los primeros diputados en referirse a la desvinculación de Ferraro fue Leandro Santoro, con una reflexión en torno a la "frase trascendida" y la amenaza contra los gobernadores.

"Despiden un ministro por una filtración a la prensa sin desmentir el contenido de la amenaza!! Lo cual confirma que lo de 'fundir a las provincias' no es una bravuconada para presionar... sino un objetivo real del Gobierno!", sentenció Santoro.

Otra jornada tensa

Tras haberse presentado por parte del oficialismo de La Libertad Avanza como un triunfo el dictamen de mayoría sobre el proyecto de ley “Bases y Puntos de partida para la libertad de los argentinos”, justo previo al paro y movilización lanzado por la CGT en rechazo a esa iniciativa y al DNU 70/23, se sucedieron los cruces con legisladores considerados "dialoguistas", y que firmaron el despacho, por una supuesta alteración entre el texto consensuado y el finalmente aprobado como dictamen de mayoría en las comisiones de Diputados.

A las declaraciones sobre la "improlijidad" del Gobierno, que en principio sólo pretendía levantar como gran bandera la obtención del dictamen de mayoría para poder tratar en el recindo el proyecto de la también llamada "ley Ómnibus" la semana que viene, se sumó el inequívoco "apriete" a gobernadores para que sus diputados voten a favor de la norma.

Tales "aprietes" no vinieron de algún funcionario de segunda línea: explicitamente amenazaron a los mandatarios provinciales con restarles recursos el ministro Luis Caputo y el vocero Manuel Adorni.

Reaccionaron rechazando semejante actitud el titular del bloque Hacemos Coalición Federal, Miguel Pichetto. Pero también gobernadores, como el caso de los patagónicos Gustavo Melella y Alberto Weretilneck, de Tierra del Fuego y Río Negro. El mandatario rionegrino no anduvo con medias tintas, y dijo: "Dejen de amenazar y convoquen al diálogo".

Y sobre las modificaciones al texto de la ley, se pronunciaron los cordobeses que integran también el bloque Hacemos Coalición Federal Oscar Agost Carreño y Carlos Gutiérrez. Este último declaró, sin tapujos: "Cuando creíamos que en el capítulo biocombustible se habían logrado las condiciones para alcanzar un acuerdo que contenga a todos los sectores, nos encontramos con que se realizaron modificaciones que nadie sabe ni quién ni cómo se hicieron, después de un dictamen firmado".

El Gobierno nacional, tras estos 45 días de haber asumido, pasa por un difícil momento, que hacen imprevisibles sus próximos pasos.

Y es que a cómo se tensó el diálogo con los mandatarios provinciales, se debe agregar que los votos para la Ley de Bases no están asegurados.

Por de pronto, Ferraro salió eyectado de la gestión que arrancó el 10 de diciembre pasado.

Fuente: LNM - Télam

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